12 junio 2008

¡OH, VA A MAS!...

La canción del verano¡...Oh, va a más!
ELFIDIO ALONSO
O-ba-ma va a más en su carrera como candidato a la Casa Blanca, tras esa interminable y enconada pugna con Hillary Clinton por la nominación del Partido Demócrata. Tras 16 meses de dura campaña, este joven político negro ha sabido superar todos los escollos que se le presentaron desde el inicio, como la falta de recursos económicos o la salida intempestiva del reverendo Wright, que quiso echar leña al pleito racial de la forma menos favorable para el que había sido su discípulo.

Obama supo reaccionar con mesura y tino ante el difícil compromiso que le quiso plantear este fanático religioso.Y en cuanto al dinero que pudo manejar durante la larga campaña, Obama acertó en la forma de recaudar estas ayudas. En lugar de buscar las comprometedoras vinculaciones en el influyente mundo capitalista, recavó pequeñas cantidades que no sobrepasasen los 25 dólares, cuando la ley sólo permite aportaciones que no excedan de los 2.300.

Hillary Clinton, por el contrario, se vio favorecida por cuantiosas sumas que llegaron procedentes del mundo empresarial, lo que no impidió que tuviera que recurrir a veces a su peculio privado, ante el despilfarro en que incurrieron los consejeros y estrategas de su deficiente campaña.

La victoria de Barack Obama comenzó a fraguarse a partir de sus diez triunfos consecutivos logrados en las primarias del mes de febrero. Su conocido lema de "yes, we can" prendió fácilmente en el electorado, especialmente entre los jóvenes que llevan largo tiempo esperando un cambio sustancial en la política norteamericana.

Los resultados obtenidos vienen a demostrar que este candidato negro ha obrado el milagro de convencer a la mayoría de los votantes, en otras primarias resignados a seguir los mensajes rutinarios o, en el mejor de los casos, dispuestos a quedarse en casa el día de las votaciones.

Aunque la condición de mujer de Hillary, y su trayectoria de política luchadora en temas de gran calado social como la sanidad o la lucha por unas mejoras de las condiciones de vida para los marginados e indigentes, acabaron por darle más de 18 millones de votos, la esposa del ex presidente Clinton incurrió en numerosos errores, como el tiroteo que se inventó en Bosnia o su desgraciada referencia al asesinato de Robert Kennedy. También la presencia excesiva del marido durante la campaña acabó por producir efectos contradictorios, dado que el conocido episodio de Mónica Lewinsky aún sigue presente en muchas mentes puritanas de la sociedad yanqui.
Por algo Al Gore quiso prescindir en su campaña de tan envenenada y peligrosa ayuda.

Sin embargo, tras su elegante intervención en el National Building Museum de Washington el pasado sábado, Hillary Clinton ha reconocido su derrota y se ha puesto a la disposición de Obama de forma incondicional e irreprochable. Tal vez haya dejado intacto su futuro político para sucesivas oportunidades que pudieran llevarla a la Casa Blanca. También falta conocer si Obama acabará por llamarla en calidad de vicepresidenta de su ticket electoral, dado que muchos observadores y analistas vaticinan que sin Hillary la victoria de Obama sobre McCain va a ser mucho más problemática y difícil.

Se abre entonces un período nuevo y apasionante en la política norteamericana, tras ese paréntesis de los ocho años de Bush, entre la náusea y el esperpento. Un futuro esperanzador para las mujeres y las minorías que, al revés de lo que se canta en La Tempestad, de Chapí, la letra cambia de la siguiente forma: "Despierta blanco, / que viene el negro"...

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