16 junio 2008

OBAMA Y EL BASQUETBOL....

Foto del equipo de básquetbol de la escuela secundaria Punahou School,de 1979, que integró Barack Obama. Obama es el que está sentado en la fila superior, en el extremo derecho. "(AP Photo/The Oahuan, album anual de la Punahou School)
June 16, 2008, 11:Por JAYMES SONG© 2008 The Associated Press
TOOLS
Relegado al banco en su equipo de básquetbol de la escuela secundaria, Barack Obama decidió que había llegado el momento de hacer campaña para que cambiasen las cosas.
El "Obomber", apodo que aludía a su condición de "bombardero" por la precisión de sus tiros, quería que le diesen más tiempo de juego a él y a los otros suplentes. En una charla del equipo, encaró al técnico, una figura temperamental, que metía miedo.
Obama tenía un estilo vistoso y ofensivo, medio espontáneo e indisciplinado, que no le gustaba demasiado al técnico Chris McLachlin.

"Era muy bueno. Hubiera podido ser titular en cualquier otro equipo de nuestro estado. Pero le tocó jugar en un equipo lleno de talento", señaló McLachlin.
Como consecuencia de ello, Obama se vio relegado por dos delanteros veteranos, con los que la Punahou School ganó el campeonato estatal. En la final se impuso 60-28 y Obama aportó apenas dos puntos.
Treinta años más tarde, enfrentó a otro equipo repleto de veteranos. Salió del banco y consiguió la postulación del Partido Demócrata a la presidencia con una campaña osada y eficiente.
El básquetbol ha sido una parte importante en la vida de Obama, desde su infancia en Hawai hasta sus años en la Facultad de Leyes de Harvard. Incluso hoy, sigue mostrando las cualidades que sus compañeros y amigos ya habían visto en las canchas.

"Jugaba con una pasión que tal vez excedía mi limitado talento", comentó Obama en su biografía.
El básquet representó un refugio y contribuyó a darle una identidad. Este muchacho de origen mixto, hijo de una mujer blanca de Kansas y de un padre negro de Kenia, pasaba horas ensayando sus tiros y puliendo sus jugadas. Practicaba hasta la noche, mientras su abuela lo miraba por la ventana de su habitación desde un décimo piso.

"En la cancha me sentía parte de una comunidad que tenía una vida propia", escribió Obama. "Fue allí donde forjé mis amistades más estrechas con blancos, donde la condición de negro no representaba una desventaja".
El deporte también lo ayudó a relacionarse con su padre, quien se alejó de la familia cuando él tenía dos años. Regresó a Hawai ocho años después, para una Navidad, y le regaló una pelota de básquetbol. En una de las pocos fotos que hay de ambos, se los ve junto a un árbol de Navidad, con un balón anaranjado.

"Obviamente, esa visita fue muy importante para él, tuvo un gran impacto", expresó la hermana de Obama, Maya Soetoro-Ng. "Después de todo, era la única imagen real que tenía de su padre, su única experiencia de primera mano. Es de imaginar que para un muchacho de su edad, ese encuentro fue de vital importancia".
En la prestigiosa Punahou School, a Obama se lo veía a menudo con libros en una mano y una pelota en la otra.
Fue admitido en el equipo de básquet y siempre "era el primero en llegar a los entrenamientos", recuerda McLachlin.
"Después de la sesión, se iba a un parque y seguía practicando. He visto pocos jugadores con tanta pasión por el deporte", agregó el técnico.
El centro Dan Hale dice que Obama era un jugador competitivo, pero que no hablaba de más.
"Si decía algo, lo hacía con una sonrisa. Nunca era provocador. Eso sí, si había una pelota dividida, iba con todo", señaló.

Era el único zurdo y con frecuencia lo usaban para penetrar defensas en zona, explotando su habilidad y su buen tiro desde media distancia. Sus compañeros dicen que su estilo improvisado no encajaba bien en la fórmula muy estructurada de McLachlin.
Obama se sentía frustrado, pero nunca dejó de apoyar el equipo, según sus compañeros. "Muchas veces no estaba de acuerdo con el técnico. Sin embargo, acataba sus disposiciones", dijo Alan Lum, otro integrante del equipo. "Expresaba su desacuerdo respetuosamente. No lo hacía de una forma negativa. Aprendió a ser perseverante y a jugar en equipo".
Obama era el encargado de la música que escuchaba el equipo. Le gustaba Earth, Wind and Fire e idolatraba a uno de los grandes astros basquetbolísticos de la época, Julius Erving, o "Dr. J", de quien tenía una foto en una pared de su habitación.

Obama siguió jugando partidos informales en Harvard, donde era difícil de marcar por sus largos brazos, su velocidad y su tiro, según un compañero de entonces, Hill Harper.
"Creo que la forma en que juega uno revela su personalidad", afirmó Harper, quien colabora hoy con la campaña de Obama.

Cuando Michelle Obama comenzó a salir con quien sería su esposo, le pidió a su hermano Craig Robinson que pusiese a prueba a Obama en una cancha. Robinson, quien fue jugador y luego técnico, le dijo que Obama se tenía mucha confianza y era generoso.
Aun hoy, Obama juega al básquetbol cada vez que se presenta una oportunidad.
"Se siente transportado a un lugar donde puede ser quien es y relajarse", dijo su hermana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario