JORGE MARIRRODRIGA / ELPAÍS.com - Buenos Aires / Madrid - 17/06/2008
Nuevos cacerolazos se multiplican a estas horas en numerosas ciudades de Argentina contra la gestión del Gobierno de Cristina Fernández y en solidaridad con las peticiones del campo. En plena huelga del sector, miles de personas protestan en la capital, Buenos Aires, y en otras muchas urbes del interior. También en el Gran Buenos Aires, feudo del ex presidente Eduardo Duhalde (2002-2003), se están produciendo sonoras manifestaciones.
Según el diario La Nación, la convocatoria se ha realizado, como otras veces, a través de mensajes de texto, en los que también se invitaba a realizar un apagón de 15 minutos "para pedir un basta Cristina".
Signos de desabastecimiento
Los agricultores han proseguido hoy con los bloqueos de carreteras en una treintena de puntos del país y han detenido a varios camiones que transportaban granos. A pesar de que en las últimas horas se han registrado menos cortes, ya se ha comenzado a percibir falta de combustible, sobre todo en el interior del país, informa Clarín en su edición digital. A pesar de que los bloqueos ya no afectan a las plantas de distribución, siguen los camiones circulan con dificultad por las carreteras.
Según este diario, también hay problemas con el pan. El presidente de la Federación Panaderil de la provincia de Buenos Aires, Emilio Majori, sostuvo que en su sector se sienten "impotentes" y lanzó una advertencia: "El viernes anunciamos que teníamos harina por 48 horas. A partir de mañana ya no tenemos más".
Marcha favorable al Gobierno
Por otro lado, se ha conocido que los seguidores del Gobierno están planeando una manifestación en apoyo a la presidente, cuya popularidad se ha visto seriamente empañada por un conflicto que dura ya tres meses.
Pasado mañana, coincidiendo con la "jornada de protesta" convocada por los productores, el ex presidente Néstor Kirchner ha organizado un multitudinario acto en la plaza de Mayo en apoyo de su esposa. Ya el pasado sábado acudió a la plaza y antes se dejó ver mientras miembros de la Juventud Peronista pegaban carteles en los que se injuriaba al grupo Clarín.
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