09 junio 2008

CHAVEZ PONE UNA BARRERA ENTRE EL Y LAS FARC CON VISTAS A LAS ELECCIONES

CARACAS (AFP) — Las declaraciones del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien consideró que la lucha armada de la guerrilla de las FARC está "fuera de orden", es, según expertos, un cambio de táctica y no de estrategia, motivado por las elecciones regionales de noviembre y la necesidad de lavar su imagen internacionalmente.
El domingo, meses después de pedir que esta guerrilla colombiana fuera considerada un grupo beligerante en lugar de terrorista, Chávez aseguró que en la América Latina de hoy "está fuera de orden un movimiento guerrillero armado" y pidió la liberación incondicional de todos los rehenes de las FARC.

"Chávez es un militar, ha analizado una coyuntura, interna y externa, que no le es favorable y ha visto que es necesario un giro táctico que no debe ser interpretado como un cambio radical en sus posiciones", declaró a AFP el analista internacional Carlos Romero.
En los últimos meses, las relaciones entre Colombia y Venezuela fueron muy tensas debido en gran parte a unos ordenadores que habrían pertenecido al ex número dos de las FARC, Raúl Reyes, y que, según Bogotá, vincularían de forma comprometedora a Chávez con el movimiento insurgente.

"Las declaraciones de Chávez no contradicen lo que hemos venido diciendo. El presidente sólo reiteró que las armas no cambiarán la situación de los desposeídos colombianos y que debe optarse por la lucha política", declaró a AFP Francisco Arias Cárdenas, viceministro de Relaciones Exteriores para América Latina.

Según este responsable venezolano, el mandatario quiso "aclarar" y "fortalecer" la posición "tradicional" de Venezuela, "por si había alguna duda" al respecto.
"Las FARC ya liberaron a rehenes y el presidente desea que este proceso se acelere y que haya un encuentro y una negociación, en la que se involucren otros países para garantizar que las dos partes en conflicto respetan sus compromisos", agregó.
Entre enero y febrero de este año, las FARC entregaron a Chávez seis rehenes civiles, liberados incondicionalmente. Pero según estos expertos, el mandatario venezolano está "fuera de juego" en este momento y él mismo ha reconocido que perdió sus contactos con las FARC de cara a nuevas liberaciones.
Con sus declaraciones del domingo, Chávez se acerca también a la posición de su aliado y mentor, Fidel Castro, que ya reconoció hace años las limitaciones de la lucha armada para movimientos como las FARC.
"Chávez pone una barrera entre él y las FARC, porque su supuesto apoyo a la guerrilla es tremendamente impopular dentro del país y en el exterior, sobre todo después del asunto de los ordenadores" confiscados a la guerrilla, explicó Luis Vicente León, responsable de la firma Datanálisis.
En opinión de Romero, Chávez entendió que las FARC viven un momento militar difícil, tras las muertes de su fundador, Manuel Marulanda, y de su número dos, Raúl Reyes, lo cual ha generado una "desmembración de su liderazgo interno".
"Chávez cometió el mayor error diplomático al guardar un minuto de silencio por la muerte de Reyes.
Aliados como Ecuador y Bolivia dejaron claro que no estaban en esa línea e internacionalmente la situación se tornó adversa", explicó el analista.
Desde el punto de vista interno, según León, Chávez intenta "reconectarse" con las masas para no perder el poder en ciudades y gobiernos clave, un año después de salir derrotado en un referéndum sobre un proyecto de reforma constitucional.
"Necesita un plebiscito en las elecciones regionales de noviembre (...) y para ello la cuestión de las relaciones con Colombia y las FARC es clave", explicó León.
Por último y, según los expertos, el presidente venezolano ve por primera vez posibilidades de "atacar a Uribe por la vía electoral", lo cual motivaría también este cambio de actitud.
"Chávez quiere impedir que Uribe sea candidato por tercera vez en 2010 y siente que en Colombia hay posibilidades de que haya una candidatura de izquierda progresista", concluyó Romero.

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