14 junio 2009

MAS DE UN CENTENAR DE OPOSITORES DETENIDOS EN IRAN....

Disturbios en Irán
Seguidores de Musaví corren al lado de un autobús en llamas.
FRANCE PRESS - 2009-06-13
Disturbios en Irán
Un joven herido durante las manifestaciones en apoyo a Musaví.
FRANCE PRESS - 2009-06-13


Disturbios en Irán
Una seguidora de Musaví profiere proclamas en las manifestaciones callejeras.
FRANCE PRESS - 2009-06-13


Disturbios en Irán
Seguidores de Musaví incendian un autobús en Teherán.
2009-06-13

Victoria
Un seguidor de Ahmadineyad hace la señal de la victoria en la ciudad de Qom, a 120 kilómetros al sur de la capital.
AFP - 2009-06-13

A golpes
Un manifestante pro Musavi intenta golpear con una porra a un policía, mientras este le lanza un spray.
AFP - 2009-06-13


Piedras
Un manifestante lanza una piedra contra la policia en Teherán durante las protestas a favor de Musavi.
AFP - 2009-06-13

Retratos de Musavi
Una manifestante, con fotografías y carteles del candidato Musavi
2009-06-13

Celebración
Clérigos iraníes celebran la victoria de Ahmadineyad.
AFP - 2009-06-13

Contra la policía
Los manifestantes destrozan una motocicleta de la Policía.
AFP - 2009-06-13

Manifestaciones en Teherán
Los partidarios de Musavi se han lanzado a las calles de Teherán para pedir la anulación de las elecciones. En la imagen manifestantes auxilian a un policía herido en los choques.
AFP - 2009-06-13

Revisión y anulación de las elecciones
El candidato reformista a la presidencia de Irán, Mir Husein Musaví, pide al Consejo de Guardianes que revise los "errores" que se han producido en las elecciones presidenciales y anule los resultados.
EFE - 2009-06-13

Borrar la marea verde
Un iraní borra las pintadas a favor de Musavi en un muro cercano al cuartel general del candidato.
AFP - 2009-06-13

Tensión creciente
Los violentos choques entre seguidores de Musaví y la policía han dejado importantes destrozos en Teherán
AFP - 2009-06-13

Entre los arrestados está un hermano del ex presidente Jatami.- El presidente reelegido Ahmadineyad dice en su primera rueda de prensa que no tiene intención de cambiar su política nuclear y que las elecciones han sido "limpias y saludables"

AGENCIAS - Teherán - 14/06/2009

La resaca electoral en Irán, un día después de que se anunciara oficialmente la reelección del actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, ha derivado en una jornada de protestas, detenciones y acusaciones de fraude que el régimen está intentando aplacar imponiendo un férreo control informativo. Las manifestaciones callejeras han derivado en enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente, y entre estos últimos y la policía, que se han saldado con el arresto de más de un centenar de opositores y de al menos cuatro periodistas occidentales. Mientras tanto, el principal líder de la oposición, Mir Hosein Musaví, ha impugnado los resultados ante el Consejo de Guardianes, máxima autoridad electoral.
"He enviado hoy al Consejo una petición formal para que anule los resultados", ha señalado Musaví en un comunicado que se ha hecho público este domingo. En el mismo, el principal perdedor de estas elecciones, a quien todas las previsiones situaban en una segunda vuelta cara a cara con Ahmadineyad hasta que los resultados oficiales dieron la mayoría absoluta al actual presidente, ha animado a sus seguidores a continuar con las protestas "de manera legal y pacífica".

Ajenas a las protestas de Musaví, miles de personas, muchas de las cuales han llegado en autobús desde los barrios más pobres, han tomado el centro de Teherán para celebrar la victoria de Ahmadineyad. El presidente iraní se ha dirigido a los assistentes desde un escenario, les ha asegurado que su triunfo es el triunfo del pueblo "contra aquellos que son sus enemigos" y ha atacado con dureza a sus rivales. Mientras tanto, en el norte de la capital han proliferado numerosos grupos de milicianos islámicos, armados con porras y palos, que patrullan en moto la ciudad para intentar frenar las protestas de la oposición.

Numerosas detenciones
Más de un centenar de opositores del presidente Mahmud Ahmadineyad han sido detenidos esta noche, entre ellos el hermano del ex presidente Jatami, según ha informado el líder reformista y ex presidente Mohammad Ali Abtahi. "A todos se los llevaron de sus casas la pasada noche" ha dicho Abtahi. Además, fuentes de la oposición han explicado que también están detenidos el ex viceministro de Asuntos Exteriores Abdulá Ramezamzadeh y el director general de la plataforma reformista Frente de Participación, Mohsen Mirdamadi.
Sin embargo, una fuente judicial ha dicho que las personas arrestadas han sido liberadas ya y que las detenciones tenían la intención de advertir a estas personas que no aumenten la tensión.
El líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, ha hecho un llamamiento a la calma y ha pedido a los iraníes respeto por la victoria de Ahmadineyad. A pesar de esto, los disturbios continúan y todavía las comunicaciones son complicadas a través de los teléfonos móviles e Internet. Es imposible utilizar mensajes de texto SMS a través de los móviles desde el viernes y las autoridades están vigilando férreamente la información.

Periodistas arrestados
Durante una de las protestas callejeras, dos periodistas belgas han sido arrestados y conducidos a los sótanos del Ministerio de Información iraní, donde han estado retenidos durante una hora aproximadamente. Willy Vandervorst, de la radiotelevisión francófona RTBF, ha sido detenido mientras estaba en la calle con su equipo de sonido cubriendo una protesta. Mientras era conducido al Ministerio, la Policía ha arrestado también a Jef Lambrecht, de la cadena flamenca VRT, al comprobar que ambos se conocían.
Lambrecht asegura que ha recibido "un pequeño golpe" de uno de los agentes antes de ser conducido a los sótanos ministeriales, donde ambos han encontrado "a 13 manifestantes de rodillas y con esposas de plástico", en declaraciones recogidas por la página web de la RTBF. El ministro belga deExteriores, Karel de Gucht, ha contactado con la embajada de Irán en Bruselas al de conocer los hechos y tiene previsto hacer una declaración en las próximas horas.
Otros dos periodistas, en este caso de la televisión pública holandesa, han sido detenidos en Teherán y conminados a abandonar Irán mientras grababan frente a la oficina de Musaví. Según ha informado la cadena Nederland 2, el reportero Jan Eikelboom y el cámara Dennis Hilgers, han tenido que dejar el país "de inmediato" después de que las fuerzas del orden iraníes les hayan confiscado el material audiovisual que habían grabado y les hayan retirado los permisos necesarios para desempeñar labores periodísticas en el país.
Ahmadineyad: Un proceso "limpio"
El reelegido presidente ha insistido en que el proceso electoral ha sido limpio en su primera rueda de prensa tras el triunfo en los comicios. "Limpio y saludable" han sido los adjetivos utilizados por el presidente para referirse al proceso electoral. "Podrían estar tristes por su pérdida", ha dicho en referencia a los disturbios que tienen lugar en las calles desde el viernes. "Han gastado mucho dinero en hacer propaganda y esperaban ganar, así que es natural que estén decepcionados y tristes".

Además, ha reiterado que el asunto nuclear "pertenece al pasado", en una clara alusión a que no tiene ninguna intención de cambiar su política nuclear en este segundo mandato. Ahmadineyad, que ha convocado, además, una fiesta para celebrar su victoria esta tarde, ha amenazado a los países que pretendan atacar Irán, diciendo que "se arrepentirán profundamente" si hacen algo así. "¿Quién se atreve a atacar Irán? ¿Quién se atreve a pensar en hacerlo siquiera?"

Biden tiene "dudas razonables" sobre el resultado
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha declarado que alberga "dudas razonables" sobre la fiabilidad de la victoria del presidente Mahmud Ahmadineyad en las elecciones en Irán, aunque ha evitado dar una opinión más elaborada sobre el resultado.
"Por la manera en que se están acallando las voces, se están sofocando las manifestaciones y se está tratando a la gente, parece que hay algunas dudas razonables", ha señalado Biden en un programa de la cadena estadounidense NBC.

"Tengo mis dudas, pero me reservo el comentario", ha zanjado el asunto el vicepresidente de EE UU, quien ha pedido tiempo para analizar con calma todo el proceso.
Por su parte, el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, ha expresado su preocupación ante los informes sobre presuntas irregularidades en los comicios de Irán, cuya credibilidad ha cuestionado.

"Espero de las autoridades de Teherán que respondan con claridad a tales acusaciones y esclarezcan la cuestión como corresponde", ha dicho el jefe de la diplomacia alemana, quien ha señalado que la contundencia empleada por las fuerzas de seguridad iraníes contra los manifestantes "no es aceptable".
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Ahmadineyad ahoga la ilusión de cambio
El presidente ultraconservador de Irán es reelegido con el 63% de los votos - La derrota de Musaví desata una de las mayores protestas en una década
ÁNGELES ESPINOSA - Teherán - 13/06/2009

'Diario de campaña'. Las crónicas de la corresponsal de EL PAÍS
La victoria electoral del ultraconservador Mahmud Ahmadineyad como presidente de Irán desató este viernes una oleada de protestas en Teherán. La revuelta mostraba la profunda desconfianza de los reformistas hacia Ahmadineyad, a quien el Ministerio del Interior atribuye el 62,63% de los votos, frente a un 33,75% de su principal rival, el moderado Mir Hosein Musaví, cuya campaña desató una ola de entusiasmo entre los jóvenes. Musaví acusó ayer a las autoridades de "numerosas irregularidades" y advirtió de "las consecuencias destructivas para el destino del país". La inusitada contestación del resultado, que también se reflejó en enfrentamientos en las calles de Teherán, motivó un llamamiento a la calma del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.
Al grito de "¡dictadura, dictadura!", grupos de centenares de descontentos protestaban anoche en las principales plazas de Teherán, donde los jóvenes quemaban contenedores para expresar su malestar. Los manifestantes pedían "la dimisión del Gobierno del golpe de Estado". La capital iraní no presenciaba disturbios semejantes desde las protestas de estudiantes de 1999.
Las cargas policiales causaron decenas de heridos y algunos testigos aseguraban que hubo disparos al aire. No se tienen noticias de revueltas en otras ciudades, pero el boicoteo de las comunicaciones dificulta la transmisión de datos.

"El presidente elegido y respetado es el presidente de todos los iraníes y todos, incluidos los que ayer eran sus oponentes, deben apoyarle y ayudarle unánimemente", pidió el líder en una declaración leída en la radiotelevisión estatal. Sus palabras intentaban poner fin al enfrentamiento abierto que ha provocado el resultado electoral. La alta participación que se constató en todo el país presagiaba si no un triunfo directo de Musaví, sí al menos un recuento más ajustado que hubiera obligado al actual presidente a medirse de nuevo en una segunda vuelta.

"Los abstencionistas simpatizan con el reformismo y su amplia movilización presagiaba mejores resultados para Musaví", explica un analista aún sorprendido. Pero las cifras facilitadas por el ministerio del Interior no dejan lugar a dudas. En efecto, recogen una participación récord de 39.165.191 votantes, el 85% de todos los electores potenciales. Sin embargo, Ahmadineyad obtiene 24.527.516 votos (el 62,6%) frente a los 13.216.411 (un 33,8%) de Musaví. Los otros dos candidatos, el conservador Mohsen Rezai y el reformista Mehdi Karrubí, apenas lograron un 1,7% y un 0,9%, respectivamente.

Desde primeras horas de la madrugada, cuando empezó a conocerse el escrutinio, los simpatizantes de Musaví salieron a la calle para denunciar el pucherazo. Apenas dos horas después del cierre de las urnas, su candidato se había proclamado vencedor fundándose en sondeos a pie de urna realizados por su equipo de campaña, ya que en Irán están prohibidas las encuestas. Karrubí se sumó a las protestas de Musaví y tachó los resultados de "ilegítimos".
Sin embargo, en un mensaje televisado al país, Ahmadineyad atribuyó anoche las discrepancias a "una guerra psicológica tanto dentro como fuera del país". El presidente insistió en que su reelección fue "libre y saludable" y rechazó las acusaciones de irregularidades de Musaví. "La gente votó por mis políticas", aseguró. En claro contraste, el perdedor de las elecciones no pudo celebrar la conferencia de prensa que había anunciado y tuvo que recurrir a un comunicado para denunciar lo que calificó de "engaño peligroso".

"Advierto de que no me rendiré. El resultado del comportamiento de algunos funcionarios pone en peligro los pilares de la República Islámica y llevará a la tiranía", aseguró con un lenguaje extremadamente duro. Musaví pidió también que se pronuncien los grandes ayatolás de Qom, el Vaticano iraní, donde se concentran varias de las eminencias del chiísmo.

La inusual intervención del líder supremo, un cargo no electo que ostenta la máxima autoridad de la República Islámica, puso de relieve la gravedad de lo que estaba ocurriendo, así como las fisuras en la cúpula del poder iraní. Si la situación ha llegado a este punto es porque Musaví cuenta con el respaldo, entre otros, de Alí Akbar Hashemí Rafsanyaní, uno de los políticos más influyentes de Irán.

Ni Rafsanyaní ni Musaví comparecieron en público este viernes, lo que desató intensos rumores sobre que se encontraban en detención domiciliaria. "No tengo noticias de ello, pero tampoco puedo comprobarlo porque se ha cortado el servicio de móviles", explicaba un destacado reformista. Las conexiones de Internet también se ralentizaron sospechosamente a partir de la media tarde. Las dificultades para comunicarse sólo incrementaron el malestar de los iraníes.
No obstante, la prohibición de manifestaciones hasta que se anunciaran las cifras oficiales y unas oportunas maniobras iniciadas por la policía a las cinco de la tarde del viernes, frenaron inicialmente cualquier amago de protesta. En Teherán, el sábado, primer día de la semana iraní, despertó inusualmente tranquilo. La radio anunció en sus informativos de las seis de la mañana el cierre de las universidades y la suspensión de los exámenes. En las principales arterias de la ciudad, un eficaz ejército de empleados públicos había conseguido arrancar la mayoría de los carteles electorales y borrar con pintura blanca las pintadas a favor de Musaví.
El esfuerzo por eliminar cualquier rastro de la reciente fiebre electoral resultó infructuoso. Desafiando la prohibición de manifestarse, grupos de jóvenes protestaron a última hora de la mañana frente al Ministerio del Interior, donde fueron duramente reprimidos. Poco después, unas dos mil personas eran brutalmente desalojadas de la plaza de Vanak donde habían iniciado una sentada pacífica. A medida que avanzaba la tarde llegaban noticias de estallidos espontáneos de descontento en otros importantes cruces de la ciudad.

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