16 Enero 2010
El gobierno de Barack Obama entregó inicialmente US$ 100 millones:
EE.UU. destina a Haití los mayores recursos humanitarios de su historia reciente. Junto a Brasil y a Francia, Washington organizará una conferencia internacional para preparar la reconstrucción de la golpeada isla caribeña.
El Mercurio Chile
La catástrofe en Haití ya podía dimensionarse ayer en su real magnitud, mientras la ayuda al azotado país caribeño comenzaba a llegar por montones, con EE.UU. a la cabeza. El gobierno del Presidente Barack Obama decidió desplegar en la isla “uno de los mayores esfuerzos de asistencia humanitaria” en la historia reciente de su país.
Obama hizo ayer el anuncio en la Casa Blanca junto al Vicepresidente, Joe Biden, y a la secretaria de Estado, Hillary Clinton. El Mandatario destinó una ayuda inicial de US$ 100 millones para apoyar los esfuerzos de rescate en el azotado país, cifra que aumentará a lo largo del año en la medida en que los esfuerzos se vayan dirigiendo más a la recuperación y a la reconstrucción.
El Presidente ordenó también a los responsables de las distintas agencias involucradas en la coordinación de la ayuda que hagan de “Haití una de sus mayores prioridades”, señaló EFE.
Las cifras de víctimas conocidas ayer daban escalofríos y ayudaban a comprender el nivel del desastre natural. El Presidente haitiano, René Préval, informó que 7.000 cadáveres habían sido enterrados en una fosa común, y la Cruz Roja estimó que entre 45.000 y 50.000 personas podrían haber resultado muertas.
Expertos estiman que el sismo que marcó 7 grados en la escala de Richter fue 35 veces más poderoso que la bomba atómica de Hiroshima, pero la energía que liberó fue sólo una centésima parte del sismo que sacudió Banda Aceh, Indonesia, en 2004.
EE.UU. contaba ayer con los primeros equipos civiles de respuesta al desastre. Los primeros contingentes del Ejército norteamericano se hicieron cargo del control del aeropuerto de Puerto Príncipe y cooperaba con el gobierno para restablecer la autoridad y las comunicaciones, así como la seguridad junto a la ONU. En total, fueron destinados 3.500 soldados y 2.200 marines.
Conferencia
Pero ellos no están solos. El Presidente brasileño, Lula da Silva, cuyo país tiene el mayor contingente militar en Haití, pidió a Obama que se pusieran de acuerdo para coordinar la ayuda.
La postura fue respaldada por el Mandatario francés, Nicolas Sarkozy. El Palacio del Elíseo informó que EE.UU., Brasil, Francia, Canadá y “otros países directamente concernidos”, trabajarán para preparar una conferencia internacional para la reconstrucción y el desarrollo de Haití.
“Luego de esta catástrofe, que se da después de muchas otras, deberíamos asegurarnos de que exista una oportunidad de librar a Haití de la maldición que parece perseguirlo por tanto tiempo, de una vez por todas”, dijo Sarkozy. París ya ha comprometido el envío de 400 agentes de seguridad, un barco con dos unidades quirúrgicas, 50 camas para heridos y maquinaria pesada.
Por su parte, militares chinos descargaron ayer 20 toneladas de suministros de ayuda de un avión de Air China y unos 50 rescatistas chinos llegaron a la isla para ayudar al reconocimiento de los cuerpos. Cuatro de 130 cascos azules chinos de la misión de la ONU en Haití murieron en el terremoto.
Los haitianos necesitan toda la ayuda posible. Las imágenes que llegan de la isla muestran cadáveres apilados en las calles, y los medios informan de cientos de cuerpos pudriéndose en el hospital central de Puerto Príncipe, ante la mirada impotente de los haitianos. Los heridos suplican por un médico y rezan para no acabar en el “patio de los muertos”, señalaba la AP.
Sin guantes y con algodones empapados en alcohol para protegerse del olor a putrefacción, las familias buscan a sus seres queridos entre esta montaña de cuerpos, mutilados, semidesnudos, cubiertos de polvo y rodeados de moscas, con el anhelo de darles un entierro digno.
“Una de las mayores operaciones de ayuda de nuestros países se encuentra de camino a Haití. Esta inversión crecerá en el próximo año debido a que nos embarcamos en una recuperación de largo plazo”.
Presidente de EE.UU.
El “desafío logístico” de las agencias de rescate.
El “desafío logístico” de las agencias de rescate.
Rescatistas y provisiones de emergencia comenzaron a entrar a raudales en Haití procedentes de todo el mundo, pero Naciones Unidas advirtió que los socorristas están encontrándose con grandes desafíos, desde cómo aterrizar en el colapsado aeropuerto de Puerto Príncipe, hasta tratar de localizar a personas atrapadas bajo los escombros o alimentar a los sobrevivientes.
“Vamos a tener que hacer frente a un desafío logístico enorme”, afirmó desde Ginebra la vocera de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Elisabeth Byrs. “La prioridad es salvar vidas, sacar a los supervivientes, curar a los heridos. Cada hora que pasa disminuye la esperanza”, dijo.
Aviones con insumos comenzaron a aterrizar en Puerto Príncipe más rápido de lo que los equipos en tierra podían descargarlos, y las autoridades de aviación restringieron los vuelos desde el espacio aéreo estadounidense ante el temor de que los aviones se quedaran sin combustible mientras esperaban aterrizar.
Otro problema eran las entregas vía marítima. Los navíos no podían desembarcar por los daños sufridos por el puerto de la capital haitiana, dijo el Programa Mundial de Alimentos.
Muchos de los desesperados sobrevivientes, quienes temen más temblores, están ocupando caminos y retrasan el transporte de alimentos.
Muchos de los desesperados sobrevivientes, quienes temen más temblores, están ocupando caminos y retrasan el transporte de alimentos.
Otros, frustrados porque la ayuda se demora en llegar, comenzaron ayer a bloquear las calles con barricadas de cadáveres y piedras. “Se está poniendo feo, la gente está cansada de no recibir ayuda”, dijo un fotógrafo de la revista Time.
La Organización Mundial de la Salud dijo que los daños sufridos por al menos ocho hospitales en Puerto Príncipe están retrasando la capacidad de los médicos para atender a miles de heridos. Varios hospitales se derrumbaron, pero la organización Médicos Sin Fronteras halló un par en buenas condiciones y está atendiendo a cuantas víctimas puede.
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