El presidente electo será investido ante la expectación de la comunidad internacional. - El depuesto Zelaya viaja a República Dominicana como "huésped"AGENCIAS - Tegucigalpa - 27/01/2010
El presidente electo en Honduras, Porfirio Lobo, será investido este miércoles entre gran expectación por ver hasta qué punto obtiene el reconocimiento de la comunidad internacional. Su llegada al poder coincidirá con la salida del país del mandatario depuesto, Manuel Zelaya, que partirá hacia República Dominicana donde llegará en calidad de "huésped" junto a su familia. En estas circunstancias, el Congreso aprobó ayer martes una amnistía política que beneficiará tanto a Manuel Zelaya como a los funcionarios involucrados en el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
El presidente electo en Honduras, Porfirio Lobo, será investido este miércoles entre gran expectación por ver hasta qué punto obtiene el reconocimiento de la comunidad internacional. Su llegada al poder coincidirá con la salida del país del mandatario depuesto, Manuel Zelaya, que partirá hacia República Dominicana donde llegará en calidad de "huésped" junto a su familia. En estas circunstancias, el Congreso aprobó ayer martes una amnistía política que beneficiará tanto a Manuel Zelaya como a los funcionarios involucrados en el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
Salvoconducto a Santo Domingo
Se espera que la llegada de Lobo a la Presidencia ponga fin a una de las peores crisis diplomáticas que ha vivido Honduras desde que se instauró la democracia hace casi 30 años. Su principal objetivo será fomentar la reconciliación nacional y reactivar las relaciones diplomáticas y los acuerdos de cooperación internacional que fueron suspendidos tras el derrocamiento de Zelaya.
La toma de posesión representará el fin del Gobierno interino de Roberto Micheletti, quien no estará presente en el acto que se realizará en el Estadio Nacional de Tegucigalpa. Por tanto, Lobo recibirá la banda presidecial de su amigo y actual presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández.
Se espera que la llegada de Lobo a la Presidencia ponga fin a una de las peores crisis diplomáticas que ha vivido Honduras desde que se instauró la democracia hace casi 30 años. Su principal objetivo será fomentar la reconciliación nacional y reactivar las relaciones diplomáticas y los acuerdos de cooperación internacional que fueron suspendidos tras el derrocamiento de Zelaya.
La toma de posesión representará el fin del Gobierno interino de Roberto Micheletti, quien no estará presente en el acto que se realizará en el Estadio Nacional de Tegucigalpa. Por tanto, Lobo recibirá la banda presidecial de su amigo y actual presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández.
Varios mandatarios del continente han instado a Micheletti a permitir que Zelaya regrese al poder para que entregue el relevo a Lobo, idea que ha sido rechazada. Incluso, el propio Lobo ha pedido al gobernante interino que renuncie a la Presidencia para poder generar un clima de paz, pero la respuesta de Micheletti ha sido negativa.
Uno de los mayores retos a los que se enfrenta Lobo es la reactivación de la economía que se ha visto estancada por la crisis internacional y por la suspensión de las ayudas y el intercambio comercial con otros países, lo que generó perdidas millonarias a esa nación. La Secretaría de Finanzas de Honduras ha alertado de que la deuda interna alcanza los 21.000 millones de lempiras (788 millones de euros), un agujero del que responsabiliza a Zelaya por los gastos excesivos durante sus tres años y medio de gestión, informó el diario 'Proceso Digital'.
Reconocimiento internacional
El reconocimiento internacional se medirá por el número de delegaciones internacionales -y por su nivel- que asistan a la toma de posesión de Lobo. España enviará al encargado de negocios de la Embajada en el país centroamericano y no al príncipe Felipe, como correspondería en una ceremonia de relevo presidencial en América Latina.
El reconocimiento internacional se medirá por el número de delegaciones internacionales -y por su nivel- que asistan a la toma de posesión de Lobo. España enviará al encargado de negocios de la Embajada en el país centroamericano y no al príncipe Felipe, como correspondería en una ceremonia de relevo presidencial en América Latina.
El acto no cumple con los tres requisitos institucionales que había exigido el Ministerio de Exteriores para la convocatoria de las elecciones: un acuerdo de reconciliación nacional, la salida "honrosa" del depuesto Manuel Zelaya y la renuncia del Gobierno golpista de Roberto Micheletti.
Sí se espera la presencia de los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe; de Panamá, Ricardo Martinelli; de Taiwán, Ma Ying Jeou; y República Dominicana, Leonel Fernández. También se espera que asistan delegaciones de Perú, Marruecos, Suiza, Líbano e Israel. EE UU enviará a su embajador en Honduras, mientras que Brasil, en cuya embajada en Tegucigalpa permanece refugiado Zelaya, no ha anunciado aún su asistencia.
Salvoconducto a Santo Domingo
Después del fracaso en su intención de recuperar la presidencia hondureña antes del 27 de enero, Manuel Zelaya viajará hoy a Santo Domingo en virtud de un acuerdo firmado entre el presidente dominicano, Leonel Fernández, y Porfirio Lobo. Cuando termine el acto de investidura de Lobo, éste entregará a Zelaya un salvoconducto que le permitirá salir del país junto a su familia.
Sí se espera la presencia de los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe; de Panamá, Ricardo Martinelli; de Taiwán, Ma Ying Jeou; y República Dominicana, Leonel Fernández. También se espera que asistan delegaciones de Perú, Marruecos, Suiza, Líbano e Israel. EE UU enviará a su embajador en Honduras, mientras que Brasil, en cuya embajada en Tegucigalpa permanece refugiado Zelaya, no ha anunciado aún su asistencia.
Salvoconducto a Santo Domingo
Después del fracaso en su intención de recuperar la presidencia hondureña antes del 27 de enero, Manuel Zelaya viajará hoy a Santo Domingo en virtud de un acuerdo firmado entre el presidente dominicano, Leonel Fernández, y Porfirio Lobo. Cuando termine el acto de investidura de Lobo, éste entregará a Zelaya un salvoconducto que le permitirá salir del país junto a su familia.
La amnistía aprobada ayer por el Congreso absuelve al presidente depuesto de delitos políticos, como la supuesta violación de la Constitución al tratar de convocar una consulta para su reelección, pero no de otras causas como corrupción, malversación de fondos públicos o enriquecimiento ilícito, de las que también ha sido acusado.
El documento "no implica que el señor Zelaya quede liberado de las responsabilidades penales", según ha aclaro el fiscal general de Honduras, Luis Alberto Rubí, por lo que podría ser detenido si vuelve a pisar suelo hondureño. "Mi idea es salir y regresar un día", ha asegurado Zelaya a la emisora local Radio Globo. Entretanto, fijará su residencia en México, a invitación del Gobierno de Felipe Calderón.
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