27 enero 2010

HAITÍ TAMBIÉN SIN PALACIO....

LETICIA MARTÍNEZ HERNÁNDEZ y JUVENAL BALÁN (foto), enviados especiales

PUERTO PRÍNCIPE, Haití.— Dicen que el único lugar majestuoso de la capital haitiana era su Palacio Nacional. La edificación, soberbia y deslumbrantemente blanca, era también otra de las paradojas de esta tierra, sumida en la más triste pobreza, pero que sabía lucir un palacete al estilo del regio Petit Palais de Versalles.

Registra la historia que el Palacio Nacional tardó cinco años en construirse, pero bastó un minuto para casi destruirlo. El terremoto del 12 de enero pasado sacudió sin piedad a este símbolo de la nación haitiana. Hasta sus escombros pudo llegar Granma, y dialogar con Fritz Longchamp, ministro de la Presidencia, quien en el momento de nuestro arribo trabajaba junto a su equipo en una improvisada oficina a la sombra de un árbol.
A solo unas horas de la tragedia y cuando aún no se conocía con certeza la magnitud de los daños, ya todos imaginaban que si las sacudidas habían conmocionado así al Palacio, qué no esperar para construcciones más débiles. Hoy, cuando allí estuvimos, hasta los helicópteros que sobrevolaban el sitio hacían retumbar las resentidas paredes.

Explica Longchamp que las tres cúpulas del edificio quedaron destruidas, la de la izquierda y el centro cayeron hacia abajo, y la de la derecha hacia el frente. La oficina del presidente René Preval, la sala del Consejo de Ministros, la oficina de la primera dama y la sala de conferencias quedaron sepultadas cuando el techo se derrumbó. El pabellón central de columnas también fue demolido. Durante el colapso murieron al menos cuatro personas en el edificio central del Palacio, y otras nueve en el Cuartel de la Guardia del Presidente, hoy casi en ruinas.
Cálculos preliminares ubican la destrucción en un 30%. La propuesta, dijo, es reparar en lugar de demoler, pues no existen problemas estructurales. Queremos reconstruir las cúpulas, pero esta vez hacerlas más resistentes a los sismos.
Para ello convocaron a especialistas haitianos del Instituto Nacional de Patrimonio, quienes junto a ingenieros y arquitectos japoneses y norteamericanos levantarán el Palacio. En estos momentos realizan una evaluación de sus estructuras y de los valores patrimoniales que permanecen todavía entre los escombros.

El ministro de la Presidencia, aún dolido por la tragedia, subraya que el Palacio está muy vinculado a la identidad nacional de Haití, al igual que su bandera y su escudo.

APUNTES DE UN PALACIO
El Palacio Nacional fue reconstruido en 1918, y diseñado por Georges Baussan, famoso arquitecto haitiano que realizó sus estudios en la Ecole d’Architecture de París. Seis años antes, el 8 de agosto de 1912, una bomba destruía el primer edificio nacional durante un atentado al presidente Cincinnatus Leconte.

Como otros inmuebles públicos de Haití, el Palacio de Baussan fue erigido bajo los preceptos de la arquitectura del Renacimiento francés. Antes de las sacudidas del terremoto, lucía tres niveles y en el pabellón de entrada tenía un frontón pórtico con cuatro columnas jónicas.
INSISTENCIA DE TERREMOTOS
En el año 1842, un sismo arruinaba los dos principales símbolos culturales y arquitectónicos de Haití: una parte de la fortaleza de La Citadelle y casi la totalidad del Palacio de Sans Souci, ambos ubicados en Cabo Haitiano, al norte del país caribeño... 168 años después, el peor terremoto registrado en el Caribe, dañaba otros dos emblemas: la catedral de Haití y su Palacio Nacional.

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