Catástrofe en Haití
Entrevista a Leonel Fernández, presidente de República Dominicana, tras el terremoto que devastó al vecino Haití
Entrevista a Leonel Fernández, presidente de República Dominicana, tras el terremoto que devastó al vecino Haití
IBAN CAMPO Santo Domingo 18/01/2010
Leonel Fernández, presidente de República Dominicana, es el primer mandatario que visitó Haití tras el terremoto del pasado 12 de enero. En vísperas de la cumbre de donantes que se celebra hoy en el Palacion Nacional, ha repasado con EL PAÍS algunos aspectos de la tragedia y del futuro de Haití.
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Pregunta¿Cómo analiza la situación cinco días después del terremoto?
Respuesta Ha sido una tragedia y en estos últimos días se han descubierto otras áreas afectadas. Originalmente, la distribución era lenta, se carecía de una estructura organizativa con la que distribuir a la población alimentos, agua potable, medicamentos. Eso está mejorando, como la utilización de equipos pesados para remover escombros y encontrar heridos rescatables. Era difícil movilizar todos los recursos internacionales. Pero hay que recordar que, al quedar suspendidas las comunicaciones internas, el Gobierno quedó desconectado. El presidente (René Préval) no tenía teléfono para conectarse con los ministros. Sobre la marcha se ha ido creando una estructura organizativa, y con toda modestia, República Dominicana ha jugado un papel clave con la Minustah (la Misión de Paz) en la fase inicial para poder atender las necesidades iniciales de la población.
P. ¿Qué ayuda específica presta su país a Haití?
R Somos los vecinos más próximos, compartimos la isla, hay un vínculo natural con Haití, al que estamos obligados a socorrer en caso de necesidad, como ha ocurrido ahora. El aeropuerto de Puerto Príncipe puede haberse desbordado y alguna ayuda tiene que pasar primero por la República Dominicana y ahí nuestro territorio es utilizado, sobre todo a través de la comunidad de Jimaní, para que las ayudas lleguen.
P.¿Hasta dónde puede llegar el apoyo dominicano?
R. Uno no sabe exactamente, si lo que está por venir es mayor que lo que hemos hecho. En los próximos días veremos hasta dónde podemos llegar, pero estamos dispuestos a colaborar en todo lo que esté a nuestro alcance para socorrer al hermano país de Haití.
P.Hasta ahora ha habido un éxodo a cuenta gotas, mayormente de heridos y de haitianos que viven fuera. ¿Teme que esto cambie en los próximos días?
R.La impresión que tengo es que no se convierte en un desafío o amenaza inmediata. En Puerto Príncipe no vi gente interesada en cruzar para aquí, más que los heridos que necesitan atención. Se ha planteado un campo de damnificados, pero del lado de Haití. El Gobierno brasileño ha montado tiendas de campaña de aquel lado, que es donde los haitianos quieren estar por proximidad con los suyos, con sus familias, relacionados. No ausentarse.
P.¿Han tomado alguna medida extra en la frontera?
R.Hemos creado una unidad de apoyo logístico en Jimaní, pero no hemos visto señales de ese éxodo masivo que en los medios se insinúa o se sugiere.
P.¿Qué consecuencias cree que habrá a corto plazo para República Dominicana?
R. Seguir con la ayuda y facilitar su paso, y la atención hospitalaria. Esas son consecuencias inmediatas. Ahora bien, a pesar la tragedia, lo ocurrido puede convertirse en una oportunidad para que la comunidad internacional, por vez primera, haga un compromiso con el futuro de Haití, y siento un gran interés en contribuir para diseñar un plan de acción que permita proveer la asistencia técnica y financiación requeridas para que Haití pueda dar el gran salto hacia delante, que ya hoy día se entiende en todas partes que no puede seguir anclado en el siglo XIX cuando se ha entrado en el mundo de la modernidad.
P. ¿La reconstrucción de Haití puede ser un incentivo de regreso para aquellos que acostumbran a buscar su futuro en este país?
R.Los procesos de desarrollo toman tiempo y, aún con el apoyo internacional, tomará tiempo que Haití salga de su estado de abandono y miseria. En la medida en que, con el tiempo, logre progresar, la migración tendrá un incentivo menor y la República Dominicana ya encontrará las formas de hacer frente a las áreas laborales en las que participan los haitianos. El futuro lo irá indicando.
P.¿Alguna medida contra las epidemias?
R. Con el ministro de Salud hemos hablado de medidas preventivas para frenar a tiempo cualquier epidemia que se pudiera suscitar como resultado fundamentalmente de los cadáveres insepultos y nuestro ministerio está tomando medidas tanto en Haití como en República Dominicana para llevar a cabo estas medidas.
P. Usted estuvo con el presidente Préval dos días después del terremoto. ¿En estos días se ha imaginado en su lugar? ¿Para usted fue duro verlo como lo encontró?
R. Sumamente. Estaba desbordado por los acontecimientos, carente de recursos, incomunicado con su Gobierno, afectado en su propio hogar. Estaba atravesando unas condiciones inenarrables. Pero, al mismo tiempo, cuando vio nuestra llegada y cuando ha visto al mundo volcarse con su país, sabe que no está solo, que lo mejor del espíritu humano sale en estos momentos siempre en dirección de hacer una gran contribución. De manera que de la tragedia salen las oportunidades, de la oscuridad surge el amanecer y lo que hay siempre que tener, aún en medio de la desesperanza, es optimismo de que del futuro será mejor.
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