07 febrero 2009

UN GEORGE BUSH RACISTA, HIJO DE PAPA Y BASTANTE CORTO....


El cómico Will Ferrell consigue llenazo en Broadway con su parodia del ex presidente de Estados Unidos

CARMEN PÉREZ-LANZAC - Nueva York - 07/02/2009


Borrar del mapa la era Bush es imposible, pero previo pago de una entrada que cuesta entre 44 y 230 euros uno puede ocupar una butaca del teatro Cort de Broadway (Nueva York) y reírse un buen rato del presidente número 43 de Estados Unidos. En una ciudad entregada a la obamanía, invadida por libros, souvenirs e incluso pasteles con el rostro de su nuevo presidente, también es posible desquitarse con el saliente (que nunca se entendió del todo con los neoyorquinos). Ya lo hizo Oliver Stone con su película W. Ahora le toca el turno al imitador más famoso del político.

La cadena HBO emitirá la obra en directo el 14 de marzo

El ex mandatario acaba siendo víctima de una lluvia de zapatos

Desde el pasado 20 de enero, el mismo día en que tomaba posesión Barack Obama, el cómico Will Ferrell (Pasado de vueltas, Hermanos por pelotas, Embrujada) da rienda suelta a un Bush paleto, hijo de papá, inconsciente, tonto y encantado de haberse conocido que arranca vítores de un público que ya venía conquistado.

You're welcome America. A final night with George W. Bush (De nada, América. Una última noche con George W. Bush), es obra del propio Ferrell, de 41 años, uno de los cómicos mejor pagados de su generación. Tal es el éxito de la obra que la HBO la va a emitir en directo para todo el país el 14 de marzo, día de su última función.

El Bush de Ferrell no es un desconocido para el público estadounidense. El actor ensayó su arqueo de ceja y sus palabras inventadas (strategery, misunderestimated) durante años en Saturday night live, el programa que, como a tantos, le lanzó a la fama.

El tono de la obra se coge desde su arranque: Bush (Ferrell) llega a escena en un helicóptero. haciendo la v de victoria. El político ya no es presidente y, relajado, hace un repaso de sus años de gobierno. El Bush que encarna Ferrell se muestra rebelde ("Puede que ahora me fume algún porro") y algo obsceno: alardea de pene, del que muestra una foto. Y resulta que es microscópico.

Fantasías aparte, Ferrell ha echado mano de algunas frases célebres del ex presidente para su caricatura. "Fue la decisión correcta, lo sigue siendo y lo será siempre", dice respecto a la guerra de Irak. El Bush de Ferrell también se reconoce escéptico con el cambio climático ("Creo en ello tanto como en Big Foot"), racista ("Dicen que no me gustan los negros. ¡No es cierto! Ni siquiera pienso en ellos") y perdido en asuntos internacionales. Hacia el final de la parodia, Bush hace un repaso de sus homólogos mundiales. Cuando llega a España, el portugués José Manuel Durão Barroso aparece en pantalla y esta periodista diría que no es parte de la gracia y que se trata de una equivocación del propio Ferrell.

Como era de esperar, Bush acaba siendo víctima de una lluvia de zapatos, pero el momento estrella es cuando Condoleezza Rice (Pia Glenn) comparte un baile subidito de tono con su querido Bush."¿Soy el peor presidente de todos los tiempos?", pregunta Ferrell. Y la audiencia chilla. "¡Sí!". "Sé que no me vais a dar las gracias, así que... ¡De nada, América!".

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