24 febrero 2009

ESTADOS UNIDOS SALDRÀ ADELANTE MAS FUERTE QUE ANTES"


El presidente Barack Obama aparca el pesimismo en su primer discurso ante el Congreso y anima a "erigir nuevos cimientos para una prosperidad duradera" - "Reconstruiremos el país, nos recuperaremos"

ELPAÍS.com / AGENCIAS - Madrid - 25/02/2009

En su primer esperado discurso esta madrugada (hora española) ante el Congreso desde que tomase posesión de su cargo, el presidente de EE UU Barack Obama ha apelado al optimismo y ha declarado que el país saldrá "más fuerte" de la peor crisis económica sufrida en décadas. "Mientras nuestra economía se debilite y nuestra confianza se tambalee, aunque estemos pasando por tiempos difíciles e inciertos, esta noche quiero que todos los estadounidenses sepáis que reconstruiremos el país, nos recuperaremos", ha dicho Obama en su intervención ante el pleno del Congreso.

Durante su alocución retransmitida por televisión desde el Capitolio, Obama ha tratado de equilibrar las nefastas previsiones financieras y ha insistido en que los estadounidenses pueden capear el temporal. "Ha llegado el momento de actuar con osadía y sensatez, para no sólo revivir esta economía, sino también erigir unos nuevos cimientos para una prosperidad duradera", ha dicho Obama, quien ha recalcado que su programa económico permitirá crear puestos de trabajo, que los bancos vuelvan a otorgar préstamos y que se invierta en áreas como las energías renovables.

El discurso, en el estilo de los del Estado de la Nación, aunque no técnicamente porque Obama lleva sólo cinco semanas en el cargo, ha estado dominado por cuatro temas claves: estabilidad financiera y responsabilidad, educación, independencia energética y la revisión del sistema sanitario. En cambio, ha preferido ahorrarse las referencias sobre hipotéticas futuras nacionalizaciones de bancos.

"Lo que necesitamos ahora es empujar juntos, enfrentarnos con audacia a los retos que se avecinan y tomar nuestra parte de responsabilidad en nuestro futuro", ha declarado el mandatario antes de detallar su plan de actuación para resolver la crisis. Entre las iniciativas, se encuentra el plan de estímulo valorado en 787.000 millones de dólares y promulgado la semana pasada, que Obama lleva defendiendo desde las primeras semanas de su mandato.
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Obama intenta convencer a EE UU de que hay una salida a la recesión

La complicada situación económica debía ser el epicentro del primer discurso del nuevo presidente ante el Congreso en pleno
Miércoles, 25 de febrero de 2009

Joan Cañete Bayle / XORNAL.COM I Washington.-
David Axelrod, el gurú de estrategia política de Barack Obama, ya anunció por dónde iban a ir los tiros: “Afrontamos un extraordinario desafío económico y la gente quiere oírle hablar de eso”. La crisis, pues, entendida como un diagnóstico realista y a la vez un llamamiento a la confianza de que EEUU logrará superarla, estaba previsto que fuera el tema estrella del discurso que ayer (madrugada de hoy hora española) iba a ofrecer el presidente de EEUU ante una sesión conjunta del Congreso. Iba a ser un discurso de un formato similar al del Estado de la Unión, siguiendo la tradición de otros presidentes antes que él, como George Bush padre e hijo y Bill Clinton. Pero el verdadero destinatario de las palabras de Obama era la audiencia televisiva, la ciudadanía estadounidense que, según las encuestas, está atemorizada por la recesión y confundida por la batalla ideológica que en su primer mes ha afrontado el demócrata con la derecha a cuenta de su plan de estímulo de la economía de 613.000 millones de euros.
luna de miel
Las encuestas indican varias cosas. De entrada, que el 73% de los estadounidenses tienen miedo de cómo están yendo las cosas en el país, según un sondeo de la CNN. También reflejan que los índices de aprobación del presidente son muy altos –un 68% , según la ABC y The Washington Post; un 63% , según la CBS y The New York Times; un 62,5% , según la media de Realclearpolitics– así que puede afirmarse que la luna de miel con el electorado prosigue. Pero los sondeos también muestran que el apoyo de Obama entre los votantes republicanos ha descendido considerablemente en solo un mes. Es el coste de la oposición ideológica, de principios, que los republicanos han organizado a cuenta de la crisis económica y que ha dinamitado la intención de Obama de gobernar con un espíritu bipartidista.
Es por este motivo que en la peculiar burbuja que es Washington se considera casi como una victoria pírrica la aprobación de su plan de estímulo de la economía a pesar de que los sondeos indican que la mayoría de la población aprueba el descomunal gasto público. Y por eso se sostiene que las dificultades para sacarlo adelante son solo el prólogo de lo que está por llegar cuando Obama impulse su agenda, desde la reforma sanitaria hasta el cambio de modelo energético. De su agenda global tenía previsto hablar Obama en su discurso, en el que la política exterior estaba llamada a ocupar un espacio muy pequeño de los 50 minutos de duración. Pero sobre todo lo que esperaban los estadounidenses es ver cómo el presidente navegaba entre el realismo a la hora de diagnosticar la crisis con las perspectivas de salir de ella. “El presidente cree muy claramente que tenemos que ser sinceros acerca de la situación en que nos encontramos”, adelantó el secretario de prensa, Robert Gibbs, antes de añadir: “El presidente le dirá al país que hemos encarado desafíos más graves que ahora y hemos sabido hacerles frente”. Liderazgo y, curiosamente tratándose de quién es, esperanza es lo que le han pedido a Obama estos días analistas y pesos pesados como el expresidente Bill Clinton. Es verdad que el Obama presidente es mucho más sobrio que el Obama candidato, y sus argumentos durante la batalla por el plan de estímulo rozaron en muchas ocasiones el discurso del miedo. El plan ya ha sido aprobado, así que esta madrugada era el momento para Obama de asegurar a los estadounidenses que funcionará y, sobre todo, qué va a hacer para que así sea.

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