Los servicios de inteligencia estadounidense investigaban a Nidal Malik Hasan desde hace meses.- El sospechoso ha despertado del coma y está consciente
AGENCIAS / ELPAÍS.com - Washington / Madrid - 10/11/2009
La policía continúa investigando los motivos que pudieron llevar al soldado Nidal Malik Hasan, supuesto autor del tiroteo que el jueves pasado acabó con la vida de 13 personas en la base militar estadounidense de Fort Hood (Tejas), a abrir fuego contra sus compañeros. Aunque la teoría principal sigue siendo que el sospechoso, que trabajaba como psiquiatra para el Ejército tratando a los soldados que sufrían de estrés postraumático a su regreso de los frentes de Irak o Afganistán, actuó solo y sin instigadores, el registro de su ordenador y sus cuentas de correo electrónico ha revelado visitas a múltiples páginas web que esgrimen ideas islamistas. Malik Hasan será juzgado por un tribunal militar. Fuentes del Gobierno estadounidense han descartado que el presunto autor del tiroteo hubiera planeado el ataque durante un tiempo.
La última pista en la investigación, según publica el diario Washington Post, son sus posibles lazos con el imán estadounidense Anwar al-Aulaqi, presunto promotor de Al Qaeda en el país. Aulaqi, acusado de mantener relaciones con dos responsables de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y de defender los ataques terroristas, fue el "mentor espiritual" de Hasan en la mezquita de Falls Church (Virginia) hace ocho años. A ello se añade que Aulaqi publicó este lunes una entrada en su blog, titulada Hasan hizo lo correcto, en la que le describe como un "héroe" que no pudo soportar "la contradicción de ser musulmán y servir a un Ejército que está luchando contra su propio pueblo".
Por otra parte se ha sabido que Hasan, nacido en EE UU pero que registró su nacionalidad como "palestina" en un formulario de su mezquita, estaba siendo investigado por los servicios de inteligencia estadounidenses, que sabían desde hace meses que el militar había intentado contactar con personas vinculadas a Al Qaeda, aunque no habían informado de sus pesquisas a las autoridades federales antes del suceso.
Según testigos del ataque, Hasan gritó en árabe "¡Alá Akhbar!" (¡Alá es grande!) antes de abrir fuego contra sus compañeros. Vecinos del psiquiatra han informado de que recibieron de manos de Hasan una copia del Corán y que éste les incitó a leer un pasaje determinado. Una tía del enajenado, Noel Hasan, aseguraba que su sobrino se había sentido perseguido y rechazado por sus compañeros tras los ataques del 11-S.
Otra teoría es que Hasan estaba disgustado porque iba a ser enviado de forma inminente al frente afgano. Un primo suyo, Nader Hasan, asegura que la familia no sabía nada sobre su inminente despliegue (después del Día de Acción de Gracias, último jueves de noviembre), pero sí sabían que llevaba tiempo intentando abandonar el Ejército.
El sospechoso, que fue herido en el tiroteo y entró en coma, ha despertado y está consciente, según un portavoz del hospital en el que está ingresado. Se mantiene en condición "crítica pero estable", con cuatro heridas de bala, y ha estado hablando con el personal médico desde el sábado, cuando le retiraron el respirador artificial. Lo que no se sabe es si ha podido ser ya interrogado por los agentes que investigan la matanza.
Este martes se celebra en Fort Hood la ceremonia en honor a las víctimas del tiroteo, a la que asistirá el presidente Barack Obama.
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