06 mayo 2009

OBAMA CAMBIA ENFOQUE DE SEGURIDAD FRONTERIZA....

Eduardo Verdugo AP
Armas confiscadas en las oficinas de la Secretaria de la Defensa en la Ciudad de México el 24 de abril del 2009 muchos de los cuales provienen de Estados Unidos. El presidente Barack Obama ha cambiado su estrategia para la seguridad en las fronteras concentrándose en los traficantes de armas y drogas, lo que podría facilitar una reforma migratoria que diera la ciudadanía a miles de inmigrantes.

Por SUZANNE GAMBOA © 2009 The Associated Press
May 6, 2009, 8:03PM

Eduardo Verdugo AP
Armas confiscadas en las oficinas de la Secretaria de la Defensa en la Ciudad de México el 24 de abril del 2009 muchos de los cuales provienen de Estados Unidos. El presidente Barack Obama ha cambiado su estrategia para la seguridad en las fronteras concentrándose en los traficantes de armas y drogas, lo que podría facilitar una reforma migratoria que diera la ciudadanía a miles de inmigrantes. (Foto AP/Eduardo Verdugo)

El presidente Barack Obama cambió de táctica en cuanto al sistema migratorio y puso en primer lugar la seguridad de la frontera, pero los analistas se preguntan si esto servirá para llevar a una reforma que podría dar la ciudadanía a millones de inmigrantes en Estados Unidos.
Obama destinó más agentes investigadores a la frontera, así como dinero para mejorar los puertos de entrada. Centró su atención en los traficantes que introducen drogas y personas a Estados Unidos y llevan armas y dinero a México.
Retiró la atención de la gente que llega a su país de forma ilegal en busca de trabajo, y la dirigió a los criminales que fomentan la violencia en México e incluso secuestran y asesinan a personas en Estados Unidos.

Todo con la esperanza de tener un mejor impulso para realizar la parte más difícil de la reforma migratoria que daría una vía para que los inmigrantes ilegales obtuvieran la ciudadanía. Lo que resta es saber si funcionará su plan.
Este no es el primer intento, la reforma se ha buscado en el Congreso estadounidense tres veces en tres años y en todas ha fracasado, especialmente por grupos que han pedido poner en primer lugar la seguridad en la frontera. Nadie ha dicho quién o qué determinará que la frontera es segura, pero este argumento ha sido efectivo para encubrir una indisposición a lidiar con casi 12 millones de personas que viven en Estados Unidos de forma ilegal.
La semana pasada, Obama dio a entender que está consciente de esto.
"Si la población estadounidense no siente que se pueden asegurar las fronteras es difícil lograr un acuerdo que haga que la gente salga de las sombras y cree una vía para la ciudadanía de lo que ya están aquí, pues la idea del promedio de los ciudadanos será: 'Vamos a tener cientos de miles más cada año'", dijo ante un grupo de reporteros.
Pero en el Congreso no hay una iniciativa de ley migratoria completa para esta sesión, aunque hay varias leyes que tienen que ver con diversos aspectos del asunto. En su propuesta de presupuesto para el 2010 Obama planea pedir al consejo 27.000 millones de dólares para el refuerzo de la seguridad de la frontera.

En la presidencia de George W. Bush, casi 1.078,21 kilómetros (670 millas) de cerca y barreras se construyeron en la frontera entre México y Estados Unidos. La patrulla fronteriza se duplicó a casi 18.000 agentes. El equipo de Operaciones contra Fugitivos de la agencia migratoria aumentó su presupuesto de nueve millones de dólares en el 2003 a 218 millones en el 2008.
Además, se arrestó a miles de personas en redadas en centros de trabajo y viviendas. Casi 350.000 inmigrantes fueron deportados y se gastaron miles de millones de dólares en aquéllos que permanecían detenidos en espera de la deportación.

Pero esto no satisfizo a uno de los principales críticos en el Congreso, el republicano John Cornyn.
"No es suficiente", dijo Cornyn, quien señaló que el número de agentes fronterizos es mínimo en comparación con la policía de Nueva York, que tiene casi 40.000 oficiales.
Obama trabaja sobre los cimientos de Bush, aún no ha accedido a las demandas de algunos de sus simpatizantes más fuertes, los defensores de los inmigrantes y la población latina, para una moratoria en las redadas en los lugares de trabajo. Pero ha hecho que la violencia relacionada con el narcotráfico sea una de las prioridades más importantes del Departamento de Seguridad Nacional.
Y a pesar de todo, sus oponentes señalan que cambió el enfoque contra la inmigración ilegal en Estados Unidos a un problema que México debería resolver por sí mismo.

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