Internacional
La Policía francesa contaba con informes del ex director gerente del FMI en un barrio de prostitutas o en un club de intercambio de parejas
JUAN PEDRO QUIÑONERO / CORRESPONSAL EN PARÍS
Día 24/05/2011 - 15.01h7 comentarios
AP
Nicolas Sarkozy conocía desde sus años de ministro del Interior (2002 - 2004) las «tentaciones» y «costumbres» (sexuales) de Dominique Strauss-Kahn (DSK), mucho antes que estallase el escándalo de la camarera guineana en el hotel Sofitel de Nueva York. Y poseía informaciones susceptibles de convertirse en armas políticas arrojadizas.
Le Monde revela que varios «íntimos» del presidente estaban dispuestos a filtrar algunas de esas informaciones confidenciales, cuando la campaña de la próxima elección presidencial entrase en su fase más delicada, dentro de unos meses.
Le Monde hace referencia expresa a una «nota blanca» redactada por un policía de «base», según la cual el ex director gerente del FMI habría sido sorprendido en el interior de un automóvil «en una posición muy elocuente», en un conocido lugar de trato tarifado con prostitutas, al oeste de París.
En la terminología policial francesa, la «nota blanca» es una información confidencial redactada por los servicios de seguridad del ministerio del Interior. Cuando esas informaciones afectan a personalidades de cierta relevancia, la burocracia policial las hace llegar hasta el ministro, incluso hasta el presidente de la República.
Liberation reveló días pasados que DSK decía saberse «vigilado» y «espiado» por el actual ministro del Interior, Claude Gueant, fiel entre los fieles de Nicolas Sarkozy, que ya era director de gabinete cuando el actual presidente era ministro del Interior.
François Mitterrand y Jacques Chirac, como Sarkozy, fueron ministros del Interior antes que presidentes. Mitterrand espiaba a políticos y periodistas. Hubo un gran escándalo al respecto. Chirac y sus próximos (Dominique de Villepin) estaban en el corazón del escándalo Clearstream. El divorcio de Sarkozy y su segunda esposa (Cecilia) ya estuvo relacionado con filtraciones policiales. Según Le Monde, Sarkozy no podía desconocer, bien al contrario, las informaciones policiales sobre los hábitos sexuales, extra conyugales, de DSK, desde el 2002.
En su día, el semanario Le Nouvel Observateur reveló que un importante ministro (aludiendo a DSK) había sido descubierto por la policía cuando visitaba un famoso club de intercambio de parejas. Y un banal control policial, en la periferia del bosque de Boulogne, frecuentado por prostitutas habría permitido «controlar» policialmente a DSK en el momento álgido de su fama como posible candidato socialista a la pasado elección presidencial, el 2006 o 2007.
Nicolas Sarkozy ya conocía todos esos antecedentes cuando propuso oficialmente a DSK como director general del FMI. Le Monde sospecha, con mucho fundamento, que la «guardia pretoriana» de Sarkozy hubiese podido filtrar algunas de esas informaciones, de años atrás, si el escándalo del Sofitel no hubiese estallado «antes de lo previsto», como comentó con lacónica ironía un diputado conservador, dias pasados.
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