El exdirector del FMI se declarará inocente, insiste su abogado, que critica la agresividad hacia los sospechosos de perfil alto
23.05.11 - 02:00 - R. C.
NUEVA YORK.
Los periodistas tratan de entrevistar a una vecina del edificio que aloja a Strauss-Kahn. :: AFP
DSK se mudará pronto, ha comunicado el gerente del edificio de Nueva York a los inquietos vecinos que siguen protestando.Benjamin Brafman, uno de los dos abogados contratados por Dominique Strauss-Kahn para defenderse de la acusación de intento de violación y otras agresiones sexuales por parte de la camarera de un hotel de Nueva York, asegura que el exdirector del Fondo Monetario Internacional volverá a declararse inocente de todos los cargos que pesan sobre él en la vista fijada para el 6 de junio. El letrado, en sus primeras declaraciones públicas sobre el caso, al diario israelí 'Haaretz', anticipó su convicción de que su cliente será «absuelto» en un más que previsible juicio con jurado.
Al pronosticar el veredicto del tribunal popular, el asesor jurídico de Strauss-Kahn, que comparte labores de defensa con William Taylor -el primero radicado en Nueva York y su colega, en Washington-, Brafman desvela en cierto modo los próximos pasos de su estrategia: no admitir responsabilidad alguna en los siete cargos por los que un gran jurado ha decidido procesar a DSK. Esto implica renunciar, al menos de momento, a explorar cualquier tipo de acuerdo con la denunciante, una vía que no puede abordarse si antes el acusado no reconoce su culpabilidad. Y supone encomendar el futuro del dirigente socialista francés, que se expone a una pena de 74 años de cárcel, a la pericia de detectives y expertos para contrarrestar los argumentos del fiscal y sembrar una duda razonable en el jurado que facilite la absolución de Strauss-Kahn. Es lo que Brafman llama «una larga batalla».
«Aguanta bien el golpe»
El abogado defensor, célebre por librar de una condena por pedofilia al cantante Michael Jackson y habitual asesor de personajes del mundo del deporte, el espectáculo y el crimen organizado de EE UU, se declaró «impresionado» por el estado de ánimo con el que el ex máximo responsable del FMI afronta el trance judicial. «Aguanta bien el golpe», resumió, aunque admitió que «no le gusta que le acusen de algo que no ha hecho». Tampoco está conforme su letrado con las «fuertes presiones para actuar de manera agresiva con personas de perfil alto» que atribuyó a la Policía de Nueva York.
Strauss-Kahn pasó ayer su segunda jornada de libertad estrictamente vigilada en el Empire Building, en el 71 de la neoyorquina avenida Broadway, muy cerca de la Zona Cero. Diversas informaciones apuntan a que se aloja en una apartamento de dos habitaciones de la cuarta planta, propiedad de la empresa privada a la que el juez ha confiado su seguridad.
El gerente del edificio habría comunicado a los residentes -inquietos por el revuelo de periodistas en las inmediaciones- que el famoso inquilino solo se quedaría «hasta comienzos de esta semana», lo que indica que su esposa, Anne Sinclair, continúa las gestiones para encontrar una nueva residencia que a la vez cumpla las exigencias judiciales y acepte a la pareja.
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