06 mayo 2011

BIN LADEN...Y EL RECUERDO DE UNA SÁTIRA POLÍTICA DE HOLLYWOOD....

Mas importante de si Bin Laden esté o no muerto, y si es que murió o no en la operación que se anunciase, es la significación y el momento político en que se desencadena el show en base a su anunciada muerte.
Por: Diego Verón De Astrada
Esta imágen no es verídica
(fuente externa)
Vemos todavía fresco el festín mediático, que junto a la boda real inglesa y la beatificación de Juan Pablo II despertó en los últimos días la anunciada muerte de Osama Bin Laden, el enemigo número uno de Estados Unidos. Luego de pasado el vendaval de euforia podemos recién empezar analizar con un poco mas de detenimiento la significación política y los entretelones de este acontecimiento.
Muchas especulaciones y preguntas se pueden hacer en torno a la operación que “terminó de ubicar” a Bin Laden a unas decenas de metros de un destacamento militar paquistaní y su posterior “sepultura en el mar”. Hay quienes se preguntarán por el grado de credibilidad de su muerte, por el propio papel que desempeñaba este personaje, o el de la organización a la que se conoce como “Al-qaeda” y el grado de infiltración con la que podía haber contado la misma.
Para un observador escéptico resultaría todavía difícil aceptar la veracidad del hecho en base a las informaciones que repiten minuto a minuto los principales medios y agencias noticiosas del mundo, o las declaraciones oficiales realizas por las autoridades políticas de Estados Unidos. Recordemos que la guerra de Iraq, se sostuvo sobre las hoy reconocidas mentiras de las armas de destrucción masiva en poder del difunto y ex enemigo número dos de EE.UU, y que fue repetida y legitimada por los principales medios de comunicación de ese país.

La ola de información, producto de este acontecimiento, también hace que marginalmente se desempolven algunos elementos que resultan hasta notables y hacen que todavía se despierten más dudas sobre el hecho. Uno de estos, es la entrevista colgada en el sitio de internet Youtube, realizada en noviembre del año 2007 por el veterano periodista inglés Sir David Frost a Benzamir Bhutto, quien fuera candidata presidencial de Pakistán y una férrea opositora al ex presidente Pervez Musharraf, ex importante aliado de EE.UU, en ese país neurálgicamente ubicado en medio oriente. Bhutto, quien muriera asesinada en un atentado a tan sólo dos semanas de las elecciones de ese país, afirma con total naturalidad en esta entrevista que Osama Bin Laden habría sido asesinado por Omar Sheik, un militante islámico radical paquistaní y quien según la misma, habría tenido fuertes vínculos a su vez con organismos de inteligencia de ese país. La difunta ex candidata presidencial comentaba esto en el marco de la denuncia que hacía sobre los vínculos existentes entre las organizaciones islámicas radicales y los organismos de inteligencia del general Pervez Musharraf.

Incluso si asumiéramos que las presunciones de que Osama ya estaba muerto fueran incorrectas, mucho podríamos preguntarnos sobre hace cuanto los organismos norteamericanos de inteligencia tenían registrada su ubicación, o que valor tenía su figura en cuanto herramienta mediática para los intereses de la política exterior de EE.UU. Para las mismas, ¿valía más viva que muerta la amenaza de un Osama Bin Laden que aparecía en algún misterioso video depositado cada tanto en alguna cadena de televisión? ¿Era más ventajoso “sepultarlo en el mar” que capturarlo con vida que hablase sobre sus posibles vínculos con personajes de la escena internacional o los orígenes de la recaudación financiera de la organización que liderase? ¿Es coincidencia el momento del show montado sobre su supuesta captura y ejecución?
Supongo que estás serán dudas que quedarán sin responder por varios años y cuyas respuestas quedarán bien guardadas en las bóvedas de los archivos clasificados de EE.UU junto a la “bala mágica” que mató a JFK.
Mas importante de si Bin Laden esté o no muerto, y si es que murió o no en la operación que se anunciase, es la significación y el momento político en que se desencadena el show en base a su anunciada muerte. Aquí si podemos dejar las especulaciones y hablar de hechos y realidades comprobables a través de los cables noticiosos que no siempre despiertan tanto espectáculo mediático como la fantástica ejecución del terrorista número uno del mundo.
Haciendo un seguimiento cronológico del acontecer político y económico de EE.UU podemos notar por ejemplo la acuciante agudización del deterioro económico de ese país y la lenta y gradual desaparición de la esperanza vertida desde el 2008 sobre los tan citados “brotes verdes” de la recuperación económica; y en consecuencia de esto, los efectos políticos de esta situación ante las aspiraciones políticas de Obama para su reelección.
Hace poco más de una semana las agencias noticiosas se hacían eco de le encuesta realizada por el New York Times y la cadena CBS News. Sobre las mismas, se veían los titulares de varios medios digitales e impresos del mundo, tales como: “Panorama económico complica campaña por la reelección de Obama”; “Mas de la mitad de los estadounidenses desaprueba la gestión de Obama”; “Cae estado de ánimo de EUA a nivel más bajo en dos años”, por citar algunos.

Los datos…
Según el citado sondeo, el 80% de los estadounidenses considera que la economía está en una mala situación. Un 39% considera que está empeorando. Un 57% desaprueba la gestión económica. Un 70% considera que el país está siguiendo el rumbo equivocado. El sondeo refleja, en general, la creciente ansiedad de los estadounidenses por la situación económica del país, que afronta una subida de precios de la gasolina, un lento ritmo de expansión económica, y un abultado déficit fiscal.
Por otro lado, el miércoles último llamó la atención un hecho que ilustra la creciente presión que existe sobre le gestión de algunas instituciones responsables de direccionar la política económica de ese país. La Reserva Federal norteamericana decidió por primera vez en sus 97 años de existencia acceder a una rueda de prensa para responder a las preguntas de la prensa sobre las políticas monetarias y las perspectivas de crecimiento. Esto en búsqueda de aplacar las crecientes críticas hacia la labor de este organismo que sumado a los grandes consorcios de Wall Street muchos califican como responsable del actual descalabro financiero, de la hasta ahora mayor economía del planeta.
Ante estos datos, cabe que nos preguntemos, ¿Es coincidencia que los anuncios de la eliminación de Bin Laden sucedan en un momento de aumento creciente del descreimiento de los ciudadanos hacia las instituciones políticas de su país, apareciendo éste como una victoria política de la administración Obama y un factor que pareciera pretender la revitalización del sentimiento nacional de un país frente a la existencia de enemigos externos?
Es claro que el anuncio con bombos y platillos de la eliminación de Osama Bin Laden aparece como una muy oportuna “coincidencia” en un momento donde bastante falta hacía. Y es indiscutible que el mismo sirve como un balón de oxigeno para la desgastada administración del presidente Obama, que ante el cada vez más complejo desafío de lograr vender la idea de una recuperación económica ve apeligrada la posibilidad de reelección y el mantenimiento de la credibilidad y estabilidad interna de la primera potencia mundial.

Cada observador sacará sus propias conclusiones. Para mí, que no soy muy aficionado a las coincidencias, me resulta difícil escapar a la tentación de recordar la magnífica sátira política de Hollywood “Mentiras que matan”, protagonizada en el año 1997 por Robert De Niro y Dustin Hoffman; donde el episodio de acoso sexual por el que había sido acusado el presidente a 11 días de las elecciones, al que el mismo se postulaba para la reelección, se disuelve en la preocupación pública tocada por el flamear de la bandera con bandas y estrellas, los sones militares y la exhibición de un ataúd con el supuesto héroe de una guerra que sólo había sucedido en la TV.

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