La campaña de Obama se basó en la utilización matemática de un universo de datos de posibles votantes.
- Hizo falta un potente motor digital y de análisis de información para clasificar y determinar qué votantes, en qué zonas, debían ser movilizados para volver a ganar la presidencia de Estados Unidos.
- Se basó en jóvenes matemáticos, programadores, expertos en redes sociales a los ahora se ha dado el nombre de "Math Men".
- Ahora, el Ejecutivo de Obama quiere trasladar esa estrategia a las empresas para optimizar todos sus recursos.
La campaña para la reelección de Barack Obama fue un ejemplo de utilización matemática de un universo de datos de posibles votantes y de cómo se aplica esa información a la estrategia electoral, una experiencia que se espera que sea muy útil al Partido Demócrata y de la que podrían aprender las empresas.
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Jim Messina, el principal estratega de la campaña de Obama, dijo esta semana, en su primera rueda de prensa tras la elección, que lo importante para lograr la reelección fue el "puerta a puerta" y el contacto con una base de simpatizantes o vecinos en determinados barrios o condados. El estratega político reconoció que, para ello, hizo falta un potente motor digital y de análisis de información para clasificar y determinar qué votantes, en qué zonas, debían ser movilizados para volver a ganar la presidencia de Estados Unidos.
Messina rememoró el consejo que le dio el presidente de Google, Eric Schmidt: "No necesitas a políticos, necesitas a gente inteligente a la que vas a dibujar lo que quieres y ellos te lo van a construir".
No necesitas a políticos, necesitas a gente inteligente a la que vas a dibujar lo que quieres y ellos te lo van a construir (Eric Schmidt, Google)Y lo que crearon fue una estructura, montada para la campaña de 2008 y perfeccionada en 2012, que se basó no en expertos en publicidad o marketing político, los popularizados durante décadas como 'Mad Men', sino en jóvenes matemáticos, programadores, expertos en redes sociales a los ahora se ha dado el nombre de 'Math Men'.
Andrew Ferguson, de 26 años, estudiante de la Universidad de Brown doctorado en el campo del software para el análisis de datos, dice que "lo que la campaña de Obama ha conseguido es aplicar Internet para recopilar grandes cantidades de información, ponerla en común y cruzarla con software que relaciona variables antes aparentemente inconexas".
"Lo que es interesante de la campaña de Obama es el gran número de fuentes que han utilizado, y para eso Internet y la extensión de las redes sociales ha sido vital", indica Ferguson, colaborador de un grupo de la Universidad de Princeton que acertó el resultado de las elecciones con su propio sistema de análisis de datos.
Por ejemplo, los expertos informáticos de los cuarteles generales de Obama consiguieron poner en común bases de datos de registro de votantes, de condados indecisos, de la frecuencia con que sus donantes daban dinero o si lo hacían a un determinado candidato de perfil más o menos moderado.
El donante o el simpatizante proveían sus datos y recibían mensajes personalizados que los invitaban a implicarse en la campaña y hablar con sus vecinos "puerta a puerta".
"Cada correo electrónico que acababan recibiendo había sido chequeado muchas veces", agrega Messina, al asegurar que tenían antes de las elecciones una imagen clara de cómo se iban inclinando los estados clave gracias su sistema.
El conocido como "data-mining" recabó más de 13 millones de correos electrónicos en 2008, un número que se ha multiplicado en los últimos años y se ha complementado con direcciones, números de teléfono, información de amigos y preferencias en Facebook y hasta la serie de televisión predilecta.
"La campaña de Obama ha dado una valiosa lección a empresas u organizaciones para promocionarse, combinando información, determinando patrones y ajustando el mensaje con pruebas en partes estratégicas de la población", indica Ferguson.
El nuevo capítulo de este proceso es: ¿qué hacer ahora con toda esa información una vez conseguido el objetivo de la reelección?, algo sobre lo que los expertos se muestran curiosos una vez iniciado el segundo mandato. "Construimos una campaña que hacía que la gente quisiera implicarse y ser voluntaria", dice Messina, algo que podría ayudar al complicado nuevo mandato de Obama, en el que debe hacer frente a una reforma fiscal y otra migratoria.
Messina apuesta por mantener la comunicación con su inmensa red durante la segunda presidencia, para lo que envió recientemente unas encuestas pidiendo a los miembros de esas redes que determinen qué políticas les parecían más importantes para el futuro.
La información probablemente acabará transferida al Comité Nacional del Partido Demócrata (DNC), que podría usarlo para movilizar a la población durante el debate sobre ciertas políticas en el Congreso.
Erik Severinghau, fundador de SimpleRelevance, empresa dedicada a explorar nuevas vías de comunicación digital, escribió en un artículo en Forbes que lo que la campaña de Obama supo hacer y debe seguir haciendo es "mantener una comunicación regular, personalizar el mensaje para que sea relevante al receptor y seguir chequeando la estrategia".
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