Benedicto XVI evoca su etapa en las juventudes hitlerianas para aconsejar a los menores que se alejen de las trampas de la sociedad actual
AGENCIAS - Nueva York - 20/04/2008
El papa Benedicto XVI ha evocado ante cerca de 30.000 jóvenes su etapa en las juventudes hitlerianas para urgirlos a alejarse de las "trampas" de la droga y el materialismo y "buscar la verdad sobre la vida".
El papa Benedicto XVI ha evocado ante cerca de 30.000 jóvenes su etapa en las juventudes hitlerianas para urgirlos a alejarse de las "trampas" de la droga y el materialismo y "buscar la verdad sobre la vida".
En el penúltimo día de su viaje por Estados Unidos, el pontífice ha comparecido ante los jóvenes en el campus del Seminario de Saint Joseph. Ha sido allí donde se ha referido al Nacismo como un "monstruo". "No necesitáis decirme que existen dificultades:(...) los caminos que parecen dirigir a la felicidad pero en realidad sólo terminan en confusión y miedo", ha asegurado.
"Mis años como adolescente estuvieron marcados por un régimen siniestro que pensaba que tenía todas las respuestas; su influencia creció - influjo creció, filtrándose en las escuelas y en los organismos civiles, así como en la política e incluso en la religión- antes de que se reconociese por el monstruo que era. Desterró a Dios y así se convirtió en algo real y bueno", ha añadido.
"Tiempo de purificación"
El papa Benedicto XVI instó este sábado a la Iglesia estadounidense a comenzar un “tiempo de purificación” tras el escándalo de los abusos sexuales a menores por parte de algunos curas, en la homilía que pronunció en la misa en la catedral de San Patricio de Nueva York.
Benedicto XVI fue acogido con una gran ovación a su entrada en la catedral por los cerca de 3.000 asistentes a la misa, en su mayoría religiosos, que se levantaron y aplaudieron durante algunos minutos. Asimismo, los fieles aplaudieron de nuevo con fuerza cuando el arzobispo de la ciudad, Edward Egan, dio la bienvenida a Benedicto XVI a San Patricio, donde por primera vez un Papa oficia una misa.
Durante la homilía dedicada a los representantes religiosos de la Costa Este de Estados Unidos, el Papa retomó el escándalo de los sacerdotes pederastas, que dijo han causado “tantos sufrimientos”. Benedicto XVI recordó que durante este viaje ya habló del “daño” que causó a los fieles, y especificó que en esta ocasión, quería expresar a los sacerdotes y religiosos su “cercanía espiritual” y ánimo para afrontar “los continuos desafíos surgidos por esta situación”.
El Pontífice, que centró su homilía en los desafíos de la Iglesia, pidió al clero estadounidense “un tiempo de purificación para cada uno y para cada Iglesia y comunidad religiosa, y también un periodo de sanción”. El Papa leyó su homilía en inglés, mientras que una de las lecturas fue en español, así como algunos de los cánticos que se oyeron durante la ceremonia.
Ayer la prensa estadounidense informó de que la Iglesia Católica se está planteando introducir cambios en las leyes canónicas que se aplican a los sacerdotes que cometen abusos sexuales con niños. El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal William Levada, mencionó esa posibilidad de reforma del código canónico durante un almuerzo celebrado en Nueva York con los editores de la revista Time, informa el diario The New York Times.
Benedicto XVI concluirá mañana su viaje a Estados Unidos con una emotiva visita a la "zona cero" de Nueva York, el lugar donde dos aviones chocaron contra las Torres Gemelas. Allí se reunirá con 24 personas, que representarán a las cerca de 3.000 víctimas del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, y el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. El pontífice se trasladará después a el estadio de béisbol de los "Yankees" donde celebrará una misa.
"Puentes de amistad"
Benedicto XVI visitó el viernes la sinagoga de East Park en Manhattan, en un gesto de deferencia ante la numerosa comunidad judía de Nueva York, a quien alentó a construir "puentes de amistad" con el resto de las religiones. La visita a la sinagoga neoyorquina, se incluyó a última hora por el Vaticano como un "gesto de amistad" hacia los judíos, que precisamente este sábado comienzan la Pesaj (Pascua).
Durante su estancia en el templo, donde permaneció cerca de 20 minutos, el Pontífice intercambió algunas palabras con los representantes de la comunidad. El rabino jefe de la sinagoga, Arthur Schneier, de 78 años, de origen austríaco y superviviente del Holocausto, se mostró muy cariñoso con Benedicto XVI y aseguró que los judíos persiguen "un deseo sincero de reconciliación".
Benedicto XVI, recibido con cánticos, comenzó su discurso exclamando Shalom, el saludo judío para desear paz. "He venido aquí con gran alegría, pocas horas antes del comienzo de la celebración de vuestra Pesaj, para expresar mi respeto y afecto a la comunidad judía de Nueva York", explicó el Pontífice, que aseguró sentirse "conmovido" al recordar que "Jesús, siendo joven, escuchó las palabras de la Escritura y rezó en un lugar como éste".
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