El tenor español Plácido Domingo interpretó el "Panis Angelicus" de Frank Cesar tras la Comunión
Las fuertes medidas de seguridad y los cuidadosos controles hicieron que muchos de estos fieles tuvieran que llegar hasta cuatro y cinco horas antes de que comenzase la ceremonia y soportar largas filas. Fuera, otras decenas de miles de personas se quedaron sin participar en la ceremonia al no conseguir entrada, informaron fuentes eclesiales locales.
Los asistentes aplaudieron constantemente a Joseph Ratzinger entre gritos de "Viva el Papa"Los asistentes aplaudieron constantemente a Joseph Ratzinger entre gritos de "Viva el Papa", al tiempo que agitaban las miles de banderitas estadounidenses y con los colores amarillo y blanco del Vaticano, que fueron repartidas por la organización.
La misa de Washington tuvo un marcado carácter multiétnico, desde la diversidad cultural de los fieles que estuvieron presentes, a las canciones interpretadas por las cerca de 500 voces que formaban los varios coros, y que pasaron del "Goospel" a los ritmos e instrumentos latinoamericanos.
Palabras para los hispanos
El Papa se levantó para saludar y felicitar a Plácido Domingo "La Iglesia de Estados Unidos, cogiendo en su seno a tantos de sus hijos inmigrantes, ha ido creciendo gracias también a la vitalidad del testimonio de fe de los fieles de lengua española", afirmó. Ratzinger tuvo un gesto de deferencia con otro hispanohablante ilustre, el español Plácido Domingo a quien se levantó a saludar y felicitar después de que éste cantase en la comunión el "Panis Angelicus" de César Franck, que fue muy aplaudido. Este primer encuentro con sus fieles también sirvió al jefe de la Iglesia católica para retomar el tema de los casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes estadounidenses. "Ninguna palabra mía podrá describir el dolor y el daño producido por dicho abuso", exclamó.
Benedicto XVI celebra una multitudinaria misa en un estadio de béisbol en Washington y llama a los católicos a reconciliarse con la iglesia
REUTERS - 2008-04-16
REUTERS - 2008-04-16
20MINUTOS / EFE. 17.04.2008 - 21:22h
45.000 personas pudieron verlo en un estadio de béisbol en Washington entre fuertes controles y medidas de seguridad.
Otras decenas de miles se quedaron sin entrada.
Muchos llegaron hasta cinco horas antes y soportaron largas colas.
Como si de una estrella de rock se tratase, Benedicto XVI tuvo este jueves por todo lo alto su primer encuentro con los católicos estadounidenses. Fueron más de 45.000 las personas que compraron una entrada para asistir a la misa celebrada por el Papa en el estadio de béisbol del Nationals Park de Washington.
Las fuertes medidas de seguridad y los cuidadosos controles hicieron que muchos de estos fieles tuvieran que llegar hasta cuatro y cinco horas antes de que comenzase la ceremonia y soportar largas filas. Fuera, otras decenas de miles de personas se quedaron sin participar en la ceremonia al no conseguir entrada, informaron fuentes eclesiales locales.
Los asistentes aplaudieron constantemente a Joseph Ratzinger entre gritos de "Viva el Papa"Los asistentes aplaudieron constantemente a Joseph Ratzinger entre gritos de "Viva el Papa", al tiempo que agitaban las miles de banderitas estadounidenses y con los colores amarillo y blanco del Vaticano, que fueron repartidas por la organización.
La misa de Washington tuvo un marcado carácter multiétnico, desde la diversidad cultural de los fieles que estuvieron presentes, a las canciones interpretadas por las cerca de 500 voces que formaban los varios coros, y que pasaron del "Goospel" a los ritmos e instrumentos latinoamericanos.
Palabras para los hispanos
En ese clima, Benedicto XVI, por primera vez desde su llegada a Estados Unidos el pasado martes, habló en español y recordó que el crecimiento de la Iglesia en este país se debe a la llegada de inmigrantes latinoamericanos.
El Papa se levantó para saludar y felicitar a Plácido Domingo "La Iglesia de Estados Unidos, cogiendo en su seno a tantos de sus hijos inmigrantes, ha ido creciendo gracias también a la vitalidad del testimonio de fe de los fieles de lengua española", afirmó. Ratzinger tuvo un gesto de deferencia con otro hispanohablante ilustre, el español Plácido Domingo a quien se levantó a saludar y felicitar después de que éste cantase en la comunión el "Panis Angelicus" de César Franck, que fue muy aplaudido. Este primer encuentro con sus fieles también sirvió al jefe de la Iglesia católica para retomar el tema de los casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes estadounidenses. "Ninguna palabra mía podrá describir el dolor y el daño producido por dicho abuso", exclamó.
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