Lo que tenía que ser una gira internacional para estrechar lazos trasatlánticos y para convencer a los escépticos que le veían como un candidato inexperto, llegó a su punto culminante el jueves en Berlín, donde Obama pronunció su discurso frente a 200.000 personas que corearon su eslogan "Yes, we can".
Una visita sorpresa a Afganistán marcó el principio de la gira extranjera de Obama el pasado sábado 19 de julio. Le interesaba conocer cuál era "la situación sobre el terreno", donde se entrevistó con el presidente Hamid Karzai y visitó al contingente estadounidense desplegado en el país cuya cifra ronda los 36.000 soldados.
El avión del candidato demócrata, apodado "Obamaone" aludiendo al "Air force one" presidencial, aterrizó el martes en Irak, país que representa uno de los ejes principales del fuego cruzado de declaraciones con el candidato republicano John McCain.
Más tarde, tras reunirse con el presidente iraquí, Jalal Talabani, y con su primer ministro, Nuri al Maliki, Obama aseguró que seguía decidido a retirar las tropas estadounidenses de Irak en 2010, aunque señaló que una solución política también es necesaria.
Se trataba de la segunda visita a Irak del senador de Illinois, tras un rápido paso por ese país en enero de 2006. Senador desde 2005 y único negro en el Senado, siempre se ha valido de su posición para oponerse enérgicamente a la guerra en Irak.
Las siguientes paradas fueron Jordania y después Israel, donde el senador de Illinois mantuvo sendas entrevistas al más alto nivel, tanto on los dirigentes de Jerusalén como con la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, reafirmando su voluntad de ver dos Estados, israelí y palestino, viviendo juntos y en paz.
Del muro de las lamentaciones, Obama viajó el jueves a otro muro en Alemania para comenzar a estrechar las manos europeas de rigor.
La oratoria y las dotes de liderazgo que describían los periódicos, las pudo comprobar Europa en directo en el parque de Tiergarten de Berlín, donde el que podría convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos, se metió en el bolsillo a una multitud de 200.000 personas.
"Los muros entre razas y tribus, nativos e inmigrantes, cristianos, musulmanes y judíos ya no pueden estar en pie. Este es el momento de tirar todos los muros", dijo Obama en un discurso que suscitó la euforia de la prensa que calificaba de fiebre la "Obamamanía".
"Mejorará el estatus de Norteamérica en el mundo", dijo el periódico de centro-izquierda Sueddeutche Zeitung.
Mientras el candidato demócrata concluía su viaje por Francia el viernes e Inglaterra el sábado, en Estados Unidos los sondeos siguen situándole por delante de su rival, el republicano John McCain.
Según una encuesta publicada esta semana por la cadena Fox News, el 51% de los votantes norteamericanos está convencido de que el senador demócrata de Illinois ganará las elecciones frente al 27% que cree que el próximo presidente será McCain.
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