Ahora que el senador Barack Obama está primero en el conteo de delegados para la nominación del Partido Demócrata, ha llegado el momento de responder a la pregunta que se están formulando muchos: ¿será bueno para Latinoamérica?
Obama no puede ser considerado un experto en Latinoamérica. Nunca ha estado en la región, según me dijo el año pasado en una entrevista. Y cuando le pregunté quiénes eran los tres líderes latinoamericanos que más respetaba, le tomó un rato escanear su disco duro mental y contestar: "La presidenta de Chile", a quien correctamente identificó como mujer pero cuyo nombre no pudo mencionar. (No le pregunté sobre los otros dos mandatarios).
Obama fue rápido en agregar, sin embargo, que "mi interés y compromiso con Latinoamérica se ha estado desarrollando desde hace mucho tiempo" y que visitaría México después de ganar la nominación de su partido, antes de las elecciones de noviembre.
En comparación, su rival demócrata, la senadora Hillary Clinton, visitó Latinoamérica dieciocho veces y, si bien no aprendió demasiado sobre la región en esa oportunidad, pasó su luna de miel en Acapulco, según me dijeron sus portavoces. Y el probable candidato republicano, el senador John McCain, ha realizado "docenas" de viajes a la región, según sus colaboradores.
Pero Obama y sus colaboradores dicen que es el candidato que más rápidamente mejoraría las relaciones entre Estados Unidos y América Latina.
Anthony Lake, uno de los principales asesores de Obama y ex director del Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca de Bill Clinton, me dijo en una entrevista telefónica que "el acto del pueblo estadounidense al elegir a Barack Obama no sólo implicaría presentar un nuevo rostro al mundo sino que también sería una manifestación de que el pueblo estadounidense está a favor del cambio. Ése es un paso esencial para renovar el liderazgo estadounidense en el mundo".
Ante la pregunta de en qué difieren sus políticas para Latinoamérica de las propuestas por la senadora Clinton, los asesores de Obama señalaron varias diferencias:
" Obama y Clinton estuvieron en desacuerdo en varios debates en cuanto a si se reunirían sin prerrequisitos con adversarios de EE. UU. como Fidel Castro y Hugo Chávez. Él dijo que sí, ella que no.
Los asesores de política exterior de Obama dicen que su respuesta es "una posición de principios" más que una propuesta de sentarse a la mesa con ellos bajo cualquier circunstancia. Los asesores de la senadora Clinton atribuyen la postura de Obama a la falta de experiencia: argumentan que reunirse con adversarios sin una agenda previa es exponerse a ser usado por ellos para sus propios fines propagandísticos.
" Con respecto a Cuba, ninguno de los dos plantea levantar el embargo comercial de Estados Unidos a la isla.
Pero los asesores de Obama dicen que su candidato propone de manera más activa revertir las restricciones a los viajes y a las remesas familiares decretadas por el presidente Bush en el 2004. Los asesores de la senadora dicen que ella también está a favor de revertir las restricciones a los viajes y a los envíos de dinero y agregan que Obama en el 2004 apoyó el levantamiento del embargo.
" En cuanto a la inmigración, los asesores de Obama dicen que él fue más activo que ella al impulsar la ley de reforma inmigratoria del año pasado, que de haber sido aprobada hubiera dado una vía de legalización a millones de indocumentados.
Y agregan que, mientras Clinton se opone a otorgar licencias de conducir a los indocumentados, Obama está a favor, argumentando que lo contrario haría aumentar el riesgo de accidentes debido a la proliferación de conductores sin entrenamiento. La campaña de Clinton desestima la primera afirmación y admite la segunda.
" En cuanto al comercio, tanto Obama como Clinton se oponen a un acuerdo de libre comercio pendiente con Colombia. Ambos critican también el acuerdo de libre comercio sellado con México en 1994 y piden que sea revisado.
Mi opinión: en general tanto Obama como Clinton serían mejores que McCain para Latinoamérica en materia de inmigración (un tema clave para México y Centroamérica) y peores que McCain en materia de comercio (un tema clave para Panamá, Colombia y los países que quieren firmar acuerdos de libre comercio con Washington DC).
Entre Obama y Clinton, él representa el cambio, con algunos riesgos por su inexperiencia, y ella representa una reforma marginal con mayor certidumbre.
La prueba decisiva podría ser saber cuál de ellos estaría dispuesto a designar al primer secretario de Estado hispano. Ahora que Estados Unidos ha tenido dos secretarios de Estado afroamericanos, uno tras otro, tal vez haya llegado el momento de elegir uno que sea parte del mayor grupo minoritario de Estados Unidos, que esté compenetrado con una de las regiones más importantes -y menos tomadas en cuenta- para los intereses estadounidenses.
ANDRÉS OPPENHEIMER (*)
Especial para "Río Negro"
(*) Periodista argentino, analista internacional. Miami
Fuente: GLORIAMUNDI. Caricatura Bobrow
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Comentario:
El Sr. Oppenheimer deberà recordar cuando en los primeros dias su ejercicio como mandatario, al Sr. Bill Clinton alguien que conversaba con èl le preguntaba acerca de la Repùblica Dominicana, respondiendo que no sabìa donde quedaba ese paìs, hastà llegò a confundirlo con otro, serìa bueno recrear ese episodio, ya que no poseo todos los elementos de juicio para hacerlo con mas lujos de detalles.....
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