16 febrero 2008

EL FENOMENO OBAMA.....

Barack Hussein Obama està atrayendo multitudes gigantescas en cada escala de campaña. Y en las urnas està arrasando.


El candidato las leyes de la política

Barack Obama es una figura política carismática, que seduce a los estadounidenses por su juventud, frescura y oratoria.

Redacción Internacional
sábado, 16 de febrero de 2008.

Cuando a Barack Osama Obama le preguntaron en la guardería qué quería ser cuando fuera grande respondió: “Quiero llegar a ser presidente”. Hoy, 40 años después ese sueño infantil está a punto de convertirse en realidad. Este hombre, de 47 años, no sólo se convirtió en un fenómeno político sino que terminó con el prejuicio según el cual pasarían muchas generaciones antes de que un negro pudiera ser elegido presidente de Estados Unidos.
Desde el 3 de enero, cuando se iniciaron las primarias para lograr la nominación por el Partido Demócrata, comenzó lo que los analistas estadounidenses bautizaron como “el fenómeno Obama”. Este inexperto político, de verbo fácil y carisma innegable, ha sido imbatible en las casi todas las citas electorales. En las últimas ocho superó de lejos a su rival, la senadora Hillary Clinton. Y no fue por poco. Obama barrió con el voto de los blancos; consiguió que las clases altas y educadas lo apoyaran; convenció a los agricultores para que le dieran su respaldo; y conquistó el voto femenino y juvenil.

Fue gracias a su aparición en esta contienda electoral que se alcanzó una cifra récord de votantes. “Obama, por ser un negro blanco, ha resultado ser un fenómeno diferente porque ha logrado unir a las razas que por un lado lo ven como el negro que quiere subir —opinión de afroamericanos— y por otra lo ven como un cambio para el país —opinión de los blancos—”, explica Michael Samsone, analista político en Washington.

Convenció en tiempo récord, pues su aparición en la vida pública norteamericana es reciente. Hasta antes de junio del 2004 cuando hizo su debout en la Convención Demócrata era casi un desconocido. Fue entonces cuando el joven y prometedor talento pronunció el discurso central en la convención días antes de las elecciones presidenciales. “No hay un Estados Unidos blanco y un Estados Unidos negro, sino los Estados Unidos de América”, dijo en esa oportunidad.

Con este llamamiento a tener valor y esperanza, el Partido Demócrata lo convirtió en su carta para reconquistar la Casa Blanca. Aunque Hillary Clinton siempre fue una opción —por su experiencia política y su marido el ex presidente Bill Clinton— el carisma y la oratoria de Obama terminó sorprendiendo a todos en Estados Unidos. El político negro desafió todas las leyes de la política tradicional. Sus armas, además de publicidad, son las de una campaña a ras del suelo, con poco dinero, casi boca a boca, y contra la dupla temible conocida como “Billary”, el dúo hasta hace poco imbatible de Bill y Hillary Clinton.

Detrás de su sonrisa
Barack Obama es actualmente senador por el estado de Illinois y el más seguro ganador de la nominación demócrata a las elecciones del 4 de noviembre. Hijo de Barack Obama Sr., un economista keniano educado en Harvard, y de Ann Dunham, una mujer blanca de Wichita, Kansas, quienes se casaron a pesar de los prejuicios raciales de la época. Obama Hussein Obama Jr. nació en Honolulú (Hawaii), pero fue criado entre Estados Unidos e Indonesia. Su adolescencia en Hawaii estuvo marcada no sólo por una destacada trayectoria escolar, sino también por años de rebeldía y escarceos con las drogas. Él mismo confesó en un libro que había fumado marihuana en sus años escolares. A esa época de rebeldía, le siguió una selecta formación en las universidades de Columbia y Harvard, una etapa como profesor y defensor de los derechos civiles en Chicago, la elección como senador estatal, y su desembarco como senador en Washington en el 2004.

Ayudado por un carisma irresistible y una enorme sonrisa, Obama se ha ganado una popularidad similar a la de una estrella de rock. Sus dos libros autobiográficos The Audacity of Hope (La audacia de la esperanza) y Dreams from my father (Sueños de mi padre) se han convertido en éxito de ventas. A su favor también juega también su actitud crítica con la guerra de Irak, a la que se opuso desde antes de la invasión en el 2003.Obama está casado con Michelle Robinson, la mujer a la que se refirió durante un mitin en Des Moines, la capital del estado de Iowa como “el amor de mi vida” y “la futura primera dama de Estados Unidos”. Michelle es una prestigiosa abogada y la más cercana consejera de Obama. Tienen dos hijas: Malia Ann y Natasha (Sasha).

Este hombre sencillo y de origen humilde está atrayendo multitudes gigantescas en cada escala de campaña. Los analistas políticos no saben bien qué pensar: nadie ha visto este tipo de multitudes con tanta anticipación a la jornada electoral. ¿Las audiencias gigantescas en las primarias significan que Obama ganará la nominación demócrata o la Presidencia? “Las dos diría yo. El entusiasmo que este hombre le ha imprimido a la política estadounidense no tiene antecedentes. Aunque falta todavía ver qué tiene más allá de su sonrisa pues hasta ahora no ha sido concreto con muchos puntos”, explicó Jim Booth, editorialista del Denver Post.Desde KeniaEn el plano internacional Obama también despierta simpatías. Desde Europa, Asia y hasta en América Latina se escuchan voces de apoyo. Los últimos en entrar al club fueron Fidel Castro y Daniel Ortega que aseguraron que “Obama es un fenómeno revolucionario”.Esa “fiebre electoral” se siente con mayor intensidad en África, específicamente en Kenia, país en donde están las raíces del candidato. Su familia se encuentra a orillas del segundo lago más grande del mundo, el Victoria, al oeste de Nairobi.Los Obama —abuela, madrastra, tíos— son de la tribu Luo. Viven en una humilde casa, en cuyas paredes hay fotos enmarcadas de la visita de Obama en 2006, cuando miles de personas acudieron a escuchar su mensaje. Antes ya había ido. Su abuela Sarah Hussein Obama fue quien lo recibió y es quien hoy sigue más de cerca su campaña.

De aquel primer encuentro, hace una veintena de años, Obama “recuerda la intensidad de su abuela, sus ojos sonrientes y sus poderosos abrazos, capaces de tumbar al suelo a cualquiera”, según relata en un libro. También recuerda que le entregó un baúl lleno de cartas de su padre, el hombre que lo abandonó cuando era apenas un niño y que le dejó de herencia nueve medio hermanos. “Era necesario cerrar esa parte de mi historia y por eso viajé cuando tenía 26 años a conocer mis raíces. Eso fue muy importante”, relató Obama en su libro.Su abuela lo ha visitado en dos oportunidades en Estados Unidos y dice estar segura de que su nieto logrará lo que se propone: “En la última visita mi nieto me dijo: voy a buscar la Presidencia... lo había dicho desde que era un niño”.

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