12 julio 2008

LAS FARC NO ESTAN DERROTADAS....

General(r) Manuel Josè Bonett

Entrevista “Las Farc no están derrotadas” Por Margarita Vidal
Foto: Colprensa / El PaísEl general (r) Manuel José Bonett no está de acuerdo con el despeje de Pradera y Florida, no le gusta la intervención de otros países en el proceso de paz y cree que las Farc aún no están derrotadas del todo. Hace 24 años, el general Fernando Landazábal, ministro de defensa de Belisario Betancur, me planteó en una entrevista sus desacuerdos con la política de paz del gobierno, y se cayó. Hace 10, el general Manuel José Bonett, Comandante de las Fuerzas Armadas en las postrimerías del gobierno Samper, me dijo, en otra entrevista, que no se callaría fácilmente a los generales, y nada pasó. El país tuvo que acostumbrarse no a “oír a sus generales”, sino a oírlo a él.
Ningún otro general en la historia reciente se ha dado el lujo de protagonizar tantas polémicas. El general Bonett se dio el lujo de declararle a El País de Madrid que el estado colombiano era, a la sazón, incapaz de derrotar a la subversión, y su cabeza no rodó. Sin duda porque era verdad. Hoy no hay duda de que el Ejército colombiano es otro. Atrás quedaron amargos cuestionamientos y una cadena de errores que lo tenían literalmente contra las cuerdas, para convertirse en la institución más popular. Es momento pues de volver a escucharlo –para el caso leerlo- otra vez, y picarle la lengua cuando disfruta de las mieles del retiro rodeado de 5 nietos.
¿Qué sintió con el resultado de la operación Jaque?
Sentí alegría por el rescate, segundo un gran orgullo como soldado porque el Ejército haya hecho esa operación en una forma tan quirúrgica y también un sentimiento de tristeza por los que quedan secuestrados. Jaque llegó en el momento en que se necesitaba y evitó además el posible show que se tenía montado para entregárselos a Chávez. Para usar una frase coloquial, creo que esta operación no tuvo presa mala.
¿Qué reacción cabe esperar de las Farc?
Pueden endurecer sus medidas coercitivas con los secuestrados, haberlos dispersado en esa selva amazónica de millones de kilómetros cuadrados, haber cambiado guardias, comandantes y hasta haber hecho algunos ajusticiamientos. Pueden afinar sus órdenes de disparar, como lo hicieron contra los diputados del Valle. También cabe la posibilidad de que aceleren un proceso, a través de Chávez, para entregarles algunos secuestrados y hacer otro show, pero eso no le restará prestigio a nuestro gobierno. Y la tercera posibilidad, sobre la que se habla intensamente que hay una supuesta carta, es la de que Cano tiene un contacto con el gobierno, que se ha mostrado receptivo. De ahí podría derivarse el acuerdo humanitario como yo quiero que se haga: directamente entre los protagonistas que son el Presidente de la República y los cabecillas de las Farc.
¿Descarta a los países amigos?
Nunca me ha gustado la intervención de terceros. Cuando estalló el conflicto con Venezuela, dije que no era necesaria la intervención de nadie para que Uribe y Chávez arreglaran sus desavenencias, y vemos que así ha sido. La vía lógica son contactos entre las Farc y el gobierno, que debe, previamente, reconstruir la oficina del alto comisionado, pues yo hoy no la veo apta para conducir un acuerdo humanitario con un movimiento tan jugado como las Farc.
¿Hay que cambiar al comisionado?
No me estoy refiriendo a la persona, aunque es posible que él ya esté desgastado, sino al despacho, debe tener más dientes. Quiero decir más negociadores, maduros, experimentados, que conozcan a fondo lo que queda de las autodefensas, de las Farc y del ELN.
“No hubiera podido imaginarme qué hubiera sido de un comandante que, sabiendo que ahí estaba ‘Raúl Reyes’, no lo hubiera dado de baja”
.¿Qué opinión le merece el ‘muñequeo’ por el despeje de Florida y Pradera?
Fui comandante del área y la conozco bien. No estoy de acuerdo con ese despeje. Nunca lo apoyaría. En esa área hay más o menos 120 mil habitantes que no apoyan el despeje. Ningún gobierno se atrevería a tomar una medida de ese calibre, de suplantación del Estado, en contra de la población. Segundo, el régimen jurídico colombiano no lo permitiría ya que podrían presentarse centenares de tutelas, o una gran movilización en el área, muy difícil de manejar para el Presidente. Y tercero, la condición geoestratégica del área, que tiene una actividad agro industrial muy grande y está muy cercana a Cali.
¿Cuál sería entonces la solución?
Yo apoyo totalmente que, como propone el Presidente, se escoja una zona de encuentro o como se quiera llamar, en territorio despejado, con un pequeño corregimiento donde se puedan instalar oficinas, comunicaciones y lo que se requiera, bajo la protección del estado colombiano.
¿Y qué, en cuanto al corredor estratégico que argumenta el gobierno?
Es otro argumento y bien fuerte. Parece que por allí anda Cano escondido y resultaría lógico que quisiera quitar la presión contra él. Fíjese que ya han pasado 3 meses de haber sido nombrado en reemplazo de Marulanda y aún no se ha posesionado. Ya se habla de un supuesto desvertebramiento de las Farc. Se da por sentado que las Farc están derrotadas.
¿Usted cree que eso sea así?
Con una organización tan arraigada, con tanta plata y conocimiento del sector rural del país, con influencias internacionales muy grandes e influencias académicas, depende en qué tiempo se fije el fin. Yo calculo que al ritmo que vamos, en 5 años las Farc tendrían que acogerse a un proceso de paz, si el Ejército sigue debilitándolas. Pero veo una dificultad muy grande en las ingentes cantidades de dinero del narcotráfico.
¿Dónde y bajo el mando de quién está esa plata?
No sabemos.
¿Si se acogen a un proceso de paz, qué va a pasar con ese dinero?
¿Para ese término de 5 años, habría que suponer la continuación del presidente Uribe?
A mí me parece, y a esto quiero ponerle negrillas, que el legado del presidente Uribe debería ser dejar la seguridad democrática convertida en una ley de defensa y seguridad nacional, es decir una política de estado, una política pública con un marco legal, una política nacional de defensa y seguridad que quede para siempre.
¿Qué contempla una ley de esa naturaleza?
Es una ley que incluye todos aquellos conceptos que integran la seguridad nacional en el mundo moderno de la postguerra fría, donde están seguridad alimentaria y ambiental, seguridad ciudadana, derechos humanos, derecho a la educación y al trabajo, etc.
¿Eso haría indiferente que el presidente Uribe siga?
Primero habría que conocer cuáles son sus intenciones. Si nos atenemos a las encuestas, él no tendría que hacer ningún esfuerzo para reelegirse...
¿Qué tan bueno sería para la democracia y la institucionalidad del país, que un tercer período atentara contra los equilibrios establecidos en la Constitución del 91?
Me parece que en Colombia no podemos seguir esperando a ver qué pasa. Por eso a mí no me gusta el liderazgo político colombiano. Porque se puede criticar la tercera reelección que rompería, como usted dice, los esquemas trazados por la Constitución del 91, pero también cabe preguntarse ¿dónde están la energía, el liderazgo, la decisión de los aspirantes? ¿Hace 6 años quién daba un peso por Uribe? Los aspirantes tienen que pelear y liderar. Es el problema de hombres como alguno que, con todo el apoyo del presidente y siendo un uribista, se va en el peor momento de su partido. Germán Vargas. Muy seguramente no quería contaminarse con el tema de la parapolítica Pues entonces que purgue su movimiento. Que se quede con los pocos que sirven pero que tome decisiones varoniles como lo hacían sus antecesores. Es que las terceras generaciones nunca fueron buenas.
¿No cree que hay buenos candidatos?
Claro que los hay. Una buena camada en todos los partidos que podría rescatar la política colombiana. Hay como 10 entre los conocidos Pero el punto es que a esa clase política le faltan pantalones, razón por la cual en este momento el Presidente no tiene rivales. Bueno, pero Rafael Pardo, a quien usted conoce bien por los procesos de paz de Barco y porque fue Ministro de Defensa, ya dijo que se lanzaba con o sin Uribe. Es cierto y tengo la mejor opinión de él. Cuando su campaña para la nominación liberal en el período pasado yo lo acompañé, y para mí sería un magnífico candidato. Dicen ahora que Juan Manuel Santos es el ungido del presidente Uribe, y son innegables sus éxitos contra las Farc.
¿Qué opina de esa candidatura?
Como dicen los jugadores, “el que gana es el que goza” y él se la ha ganado. Tiene resultados contra los agentes generadores de inseguridad en Colombia, no solamente las Farc. Está muy alto en las encuestas y es de la total confianza del Presidente. En caso de que el Presidente no se lance, habría una interesante batalla democrática entre Juan Manuel y Rafael Pardo.
Cambiando de tema, ¿qué opina de la reluctancia del presidente Correa a restablecer las relaciones diplomáticas con Colombia, deteriorada por la violación a la soberanía ecuatoriana?
Este es un punto muy delicado para mí, que fui de los que celebraron y explicaron mundialmente la operación Fénix contra Raúl Reyes, de la cual me siento orgulloso. Entonces, usted cree que dar de baja a ‘Raúl Reyes’ justificaba esa incursión aérea dentro del territorio ecuatoriano.
¿Usted hubiera autorizado esa operación?
Sí, por supuesto, pero yo tengo una óptica distinta sobre el tema: Chávez tiene muy influido a Correa y fue decisivo para su triunfo electoral. Por otra parte, Correa tiene una mentalidad más andina y enfrenta fuerzas nacionalistas que lo presionan. Además, el Ejército ecuatoriano disfruta de una cantidad de prebendas y es el primer empresario del país. Ellos son los dueños de bancos, de empresas de transporte, aéreas, camaroneras, equipos de fútbol y tienen tremenda influencia en la industria petrolera. De otra parte, antes de la guerra fría e inclusive de la Segunda Guerra Mundial las relaciones diplomáticas lo eran todo. Hoy los países, sobretodo los latinoamericanos pueden vivir sin relaciones diplomáticas pero el comercio no lo para nadie.
¿Le preocupa, como militar, el armamentismo venezolano?
Eso hay que ponerlo en su puesto. Ese armamentismo no se ha hecho pensando en los Estados Unidos, como dice Chávez. Ese proceso tiene dos razones muy de la cultura venezolana: uno, taparle la boca a los militares y calmarlos porque en un país caudillista y militarista desde los tiempos de Páez, la única manera de tenerlos calmados es dándoles plata para que ellos compren un porcentaje de armamento y otro porcentaje se lo roben. Lo segundo es prevenirse contra un potencial conflicto con Colombia, porque allá tratan de avivar el nacionalismo de un sector cada vez más reducido de la opinión pública, en donde persiste animadversión contra nuestro país.
Aquí sabemos que nunca atacaríamos a Venezuela, pero qué tal que sean ellos los que tomen la iniciativa?
Eso no se va a presentar. Esa situación existe desde Páez para acá.
Sí, pero Venezuela no había tenido a un loquito como Chávez...
Más loco y más irresponsable era Páez. Lo que pasa es que ellos, cada vez que tienen un “corre que te cojo”, tienen como escondite a Colombia y así ha sido siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario