RedacciónBBC Mundo
El escándalo en Alemania es un caso potencialmente perjudicial para la Iglesia.
Líderes de la Iglesia Católica en la arquidiócesis alemana que en el pasado fue dirigida por el hoy Papa Benedicto XVI, hicieron un llamado para que haya justicia para las personas que, de niñas, fueron víctimas de abusos por parte de sacerdotes.
Los obispos católicos también instaron a las víctimas a hablar sobre los abusos.
Las declaraciones se producen en medio de un escándalo que sacude a la Iglesia Católica alemana desde hace varias semanas.
El arzobispo de Munich y Freising, Reinhard Marx, dijo que durante la reunión de líderes católicos también se habló de la necesidad de remitir los casos sospechosos a las autoridades judiciales.
Sacerdote
El encuentro se realizó una semana después de que se conociera que, a principios de la década de 1980, a un sacerdote sospechoso de haber abusado sexualmente de menores se le permitió continuar con el trabajo pastoral en la arquidiócesis.
El Papa Benedicto XVI fue arzobispo de Munich y Freising entre 1977 y 1982.
El Vaticano emitió un comunicado en el que asegura que Joseph Ratzinger no sabía del trabajo de dicho sacerdote.
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La noticia se conoció en momentos en los que la Iglesia Católica alemana es objeto de una serie de acusaciones de abusos sexuales y violencia contra niños presuntamente cometidos en escuelas e internados del país en décadas pasadas.
El arzobispo de Munich dijo que se habló sobre remitir los casos sospechosos a las autoridades judiciales.
Según el analista de asuntos religiosos de la BBC, Christopher Landau, nunca antes el escándalo sobre el abuso sexual de niños por parte de sacerdotes había tenido un vínculo directo con un Papa en funciones, y eso es lo que convierte a esta crisis actual en un escándalo potencialmente perjudicial para la Iglesia.
Aunque el Vaticano dijo que el Pontífice no sabía nada de los detalles de cómo fue manejado el caso, para muchos esa respuesta se queda corta, indicó Landau.
"Durante años, las víctimas de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes han dicho que la crisis sólo podrá resolverse cuando los obispos que estaban a cargo de los sacerdotes acepten toda la responsabilidad", afirmó nuestro analista.
"Durante años, las víctimas de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes han dicho que la crisis sólo podrá resolverse cuando los obispos que estaban a cargo de los sacerdotes acepten toda la responsabilidad", afirmó nuestro analista.
Diferencia
Landau señaló que en 2008, el encuentro personal de Benedicto XVI con las víctimas de abuso de Estados Unidos fue visto como un momento de compasión y de catarsis. Era la primera vez que un Papa ofrecía una disculpa personal sobre abuso sexual cometido por sacerdotes.
El hecho de que la Iglesia alemana -donde alguna vez Ratzinger fue arzobispo- esté en el centro del escándalo es perjudicial para el Papa
Christopher Landau, analista de temas religiosos de la BBC
"Sin embargo, los que admiraron la actitud del Papa en esa oportunidad, se están cuestionando sus respuestas ahora. El hecho de que la Iglesia alemana -donde alguna vez Ratzinger fue arzobispo- esté en el centro del escándalo es perjudicial para el Papa", afirmó nuestro analista.
"Sin embargo, los que admiraron la actitud del Papa en esa oportunidad, se están cuestionando sus respuestas ahora. El hecho de que la Iglesia alemana -donde alguna vez Ratzinger fue arzobispo- esté en el centro del escándalo es perjudicial para el Papa", afirmó nuestro analista.
"Pero lo peor es la percepción de que la preocupación de la Iglesia es la de protegerse a sí misma al mismo tiempo que ayudar a las víctimas de abuso. Como dijo un comentarista católico, el peligro es que el Papa Benedicto XVI parecerá 'más parte del problema que de la solución'", concluyó Landau.
Mientras tanto, el Vaticano informó que este fin de semana divulgará el contenido de una carta pastoral del Papa Benedicto XVI dirigida a los católicos en Irlanda, en la que se pronuncia sobre el escándalo de los abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes en ese país.
El año pasado, un informe encargado por el gobierno irlandés reveló que la jerarquía eclesiástica e instituciones católicas ocultaron durante décadas y de forma sistemática, miles de casos de abuso sexual, físico y psicológico a menores.
A raíz del escándalo, el Papa se ha reunido varias veces con los obispos irlandeses y ha calificado de "crimen atroz" y "grave pecado" los abusos.
La Iglesia Católica en Irlanda se enfrenta al eventual pago de fuertes indemnizaciones que podrían llevarla a una crisis financiera.
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