Las fuerzas de seguridad matan en un bombardeo al Mono Jojoy, jefe militar de las FARC.- El presidente Santos destaca la caída de "un símbolo del terror"
PILAR LOZANO / Bogotá 24/09/2010
Esto es el 'santismo', análisis de M. Á. BASTENIER
"Sodoma". Así bautizaron las Fuerzas Armadas la operación en la que ha muerto Jorge Briceño, el Mono Jojoy, de 57 años, el jefe militar y hombre duro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el que daba las órdenes sobre las más sanguinarias operaciones armadas de esta guerrilla de origen comunista. Los militares la bautizaron así porque, según dijeron, iban a atacar al "corazón de la maldad en Colombia". Al confirmarse la noticia este jueves, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, no dudó en afirmar que el Mono Jojoy "simbolizaba el terror y la violencia".
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Treinta aviones y 27 helicópteros participaron en la acción militar que se inició el lunes pasado, cuando Santos le dio el visto bueno antes de viajar a Nueva York para participar en la Asamblea de Naciones Unidas. En el bombardeo sobre un campamento de la guerrilla se usaron bombas de precisión. Según dijo el ex presidente colombiano Andrés Pastrana, estas bombas "inteligentes" han sido claves en los últimos éxitos militares contra la guerrilla. La operación contra las FARC se desarrolló en la serranía de la Macarena, al sudeste del país, en una zona históricamente controlada por la guerrilla que ha servido de refugio mediante una red de túneles y búnqueres al Mono Jojoy.
Los combates entre las fuerzas de seguridad colombiana y la guerrilla continuaban ayer, mientras expertos militares y policiales intentaban identificar una veintena de miembros de las FARC entre las víctimas del bombardeo. Entre los muertos se halla Edison Romaña, un lugarteniente del Mono Jojoy; se sospecha que pueden encontarse Carlos Antonio Lozada, uno de los cerebros urbanos de esta guerrilla, y Tanja Nijmeijer, una holandesa que se unió a las filas de las FARC en 2002.
La Operación Sodoma no fue improvisada. Se trata de un trabajo minucioso de todas las Fuerzas Armadas. "Esta es una operación histórica contra las FARC", dijo en Nueva York el presidente Santos, antes de advertir: "Pero no podemos ser triunfalistas".
La guerrilla tiene una gran capacidad de recuperación, según destacan los expertos en seguridad colombianos. Ya ha ocurrido antes, como cuando en 2008 murió de un infarto su legendario comandante Manuel Marulanda, Tirofijo, poco después de que cayera en un bombardeo en Ecuador Raúl Reyes, considerado el segundo en la línea de mando de las FARC y encargado de las relaciones internacionales.
El Mono Jojoy ha sido durante años objetivo prioritario de las Fuerzas Armadas, que consideraban que su muerte o captura podía ser el golpe más duro y desmoralizante para las FARC.
Desde comienzos de 2010 las fuerzas de seguridad habían estrechado el cerco sobre el jefe militar y miembro del secretariado de esta guerrilla comunista, cuyo nombre verdadero era Víctor Julio Suárez. "Al Mono Jojoy le ha tocado correr mucho", dijo el general Fredy Padilla, ex comandante del Ejército, hace pocos meses,cuando le pidió al guerrillero que se rindiera. "No, muchas gracias, general", fue la respuesta que recibió. "No vamos a desistir después de más de 40 años de lucha ni a aceptar una falsa paz".
La muerte del Mono Jojoy genera una nueva esperanza de paz en Colombia. Debilitada la estructura militar de las FARC, una de las más viejas guerrillas de América Latina, se debería poder avanzar hacia una solución por la vía del diálogo, según los analistas colombianos. Los comandantes deben comenzar a entender que ha llegado la hora de sentarse a la mesa de negociaciones. Joaquín Gómez, comandante del frente sur y estratega militar de la guerrilla, se perfila como sucesor del Mono Jojoy.
El Gobierno de Santos envió ayer un mensaje en este sentido al invitar a Alfonso Cano, máximo comandante de las FARC, a desmovilizar a la guerrilla y entregarse a las autoridades. "Le respetaremos la vida, la dignidad, y le daremos un trato humano, como corresponde", dijo el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera. "Las FARC se están desmoronando por dentro", apostilló el ministro. Hace apenas dos días, en otro bombardeo localizado en el sur del país, murieron 22 guerrilleros, entre ellos Domingo Biojò, miembro de la dirección de las FARC.
El gran temor de los colombianos ahora es que la guerrilla intente tomar represalias. Los más angustiados son los familiares de los llamados 20 canjeables: soldados y policías secuestrados por la guerrilla. Los que ya salieron del horror del cautiverio no ahorraron palabras ayer para describir la crueldad del Mono Jojoy. "Parecía que no tuviera sangre en las venas", dijo Consuelo González, una congresista que soportó más de seis años en una cárcel alambrada en medio de la selva.
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