Los operarios participaban en la reparación de carreteras.- Pekín asegura que la cifra de muertos asciende a 39.000 aunque puede dispararse
AGENCIAS - Pekín - 19/05/2008
Justo una semana después del terremoto que asoló el suroeste de China, las autoridades y la población del gigante asiático siguen enfrentándose a las trágicas consecuencias del seísmo. Según informa la agencia oficial Xinhua, al menos 200 trabajadores de las labores de rescate en la zona del desastre han sido sepultados por un corrimiento de tierra mientras participaban en la reparación de carreteras destruidas en la provincia de Sichuan.
Más de 250 supervivientes entre los escombros
China teme ahora las epidemias
China se viste de luto
A la espera de más detalles sobre este accidente, los peores pronósticos se cumplen en China. Fuentes oficiales del Gobierno han informado hoy que se espera que la cifra de muertos pueda dispararse en las próximas horas. El último balance ofrecido por Pekín ayer señalaba que los muertos superaban los 32.000, pero ahora se reconocen el doble de personas sepultadas o desaparecidas una semana después del seísmo de magnitud 8 que sacudió sobre todo la provincia de Sichuan. Según las informaciones más recientes, la cifra oficial de fallecidos asciende a 39.000, aunque se podría alcanzar las 71.000 personas muertas si se suman los sepultados y desaparecidos. Los heridos llegan hasta 245.108.
El país sigue sumido en el desastre cuando comienza el primero de los tres días de luto oficial decretados por el Gobierno. Pekín ha suspendido los espectáculos públicos y las banderas permanecen a media asta, mientras miles de personas continúan viajando a la zona de desastre para buscar a miembros de sus familias y ver con sus propios ojos el daño sufrido. Las pérdidas económicas directas por el seísmo superan los 6.000 millones de euros, según un comunicado oficial.
Alrededor de 4,8 millones de personas se han quedado sin hogar y se hacinan en campamentos mientras equipos de especialistas extranjeros trabajan en las labores de salvamento. Pekín se había mostrado reacio en un primer momento a aceptar la ayuda exterior, pero la magnitud del desastre ha obligado al Gobierno chino a recibir apoyo de fuera por primera vez en una catástrofe natural.
En las últimas horas, las autoridades chinas han aceptado la entrada de lotes de medicamentos desde el exterior. La Organización Mundial de la Salud ha advertido que las masificadas condiciones de los desplazados puede ser fuente de epidemias. También persiste el miedo a nuevos temblores que puedan reventar los embalses o dañar las instalaciones nucleares de Sichuan.
Más de 250 supervivientes entre los escombros
No todo son malas noticias para China. La Oficina de la Administración Estatal de Rescates ha informado hoy que al menos 254 personas han sido rescatadas con vida entre los escombros desde que el terremoto golpeó al país.
La última víctima rescatada viva hoy fue Li Lingcui, de 61 años, salvada de entre las ruinas de un mercado de verduras de la ciudad de Beichuan, donde el desastre causó al menos 12.000 muertes, de una población de 120.000, según la cadena de televisión CCTV. Otra afortunada ha sido Wang Fazhen, de 50 años, que había sido sacada poco antes de un edificio de viviendas de la Mina de Carbón de la localidad de Tianchi.
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