La presión familiar y el cerco militar, claves para la rendición de una de las guerrilleras más buscadas por Colombia.- Se le atribuye el asesinato del padre del presidente Uribe
ELPAÍS.com / AGENCIAS - Madrid / Bogotá - 19/05/2008
La temida guerrillera de las FARC, Karina, que se entregó ayer a las tropas militares en el departamento colombiano de Antioquia, llevaba 15 días gestionando su rendición. Según informa el diario colombiano El Tiempo, la guerrillera habló por teléfono varias veces con las autoridades colombianas desde finales de abril y negoció su entrega porque “no quería seguir llevando la vida que tenía”.
“Dijo que estaba cansada de la guerra y que el acoso del Ejército era muy fuerte. Además, contó que la hirieron y que no quería seguir llevando la vida que tenía”, ha contado una fuente del DAS (los servicios de inteligencia colombianos) al diario El Tiempo.
Karina estuvo en contacto con la directora del DAS, María del Pilar Hurtado. La directora colombiana le ofreció todas las garantías para su vida, tal y como había confirmado el presidente colombiano, Álvaro Uribe. El mandatario colombiano había llegado a ofrecer un millón de euros por su captura y el cerco militar sobre ella era cada vez más asfixiante.
Pero finalmente Karina se ha ofrecido voluntariamente. Otra baza a favor de la entrega ha sido la presión familiar, según informó el gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos. Sus familiares sabían que Karina podía acabar muerta en alguna operación militar si no se rendía. Según informa El Tiempo, citando fuentes de los servicios de inteligencia colombianos, la existencia de su hijo jugó un papel trascendental para la decisión de la guerrillera.
De todos los guerrilleros de las FARC, Karina era de las más buscados. Empezó a estar en el punto de mira del Ejército después de que en junio de 2002 dirigiera y participara en la incursión al corregimiento de Arboleda-Pensilvania, en Caldas, donde fueron asesinados 13 policías y cuatro civiles. Fue a partir de entonces que los militares empezaron a seguir con detenimiento de sus acciones.
Sanguinaria
Considerada una de las más sanguinarias, la guerrillera Nelly Avila Moreno, Karina, de unos 45 años de edad, se presentó a las tropas de la cuarta brigada del Ejército colombiano, en la vereda La Soledad, del municipio de Argelia (Antioquia).
Es el guerrillero de las FARC más importante que hasta ahora se ha entregado a las autoridades colombianas. Su fama en el frente 47 era conocida por todos los miembros de la guerrilla. Entre otros delitos, se le atribuye el asesinato del empresario Alberto Uribe Sierra, padre del presidente colombiano, tras su secuestro en 1983. También dirigió el secuestró al ex parlamentario neogranadino Oscar Tulio Liscano.
Su ascenso dentro de las FARC fue rápido, hasta el punto protagonizar en 2001 y 2002 varios retenes ilegales en Caldas. Entonces secuestró a varios agentes de policía e incineró varios vehículos.
Según el gobernador Ramos, al menos dos de los frentes de las FARC en Antioquia , entre ellos el de Karina, están prácticamente diezmados. En los últimos días, las fuerzas militares habían intensificado los operativos para localizar a esta mujer, que operaba en los departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda y Chocó. “Pero quedan tres frentes, uno en el suroeste, uno más en proximidades del Nudo de Paramillo y otro en la región de Anorí”, ha aclarado.
El frente 47
En su mejor época, la facción de las FARC Frente 47 llegó a tener 350 hombres dedicados al secuestro y la extorsión en el norte, Marulanda, Neira, Salamina, Pácora y Aguadas y al narcotráfico en Samaná y Pensilvania, en Caldas, donde, según un ex secretario de Gobierno de este departamento, llegaron a tener 3.500 hectáreas de coca.
Las tomas a Nariño (Antioquia), y del corregimiento de Arboleda, de Pensilvania, en 2000, fueron los hechos más sangrientos protagonizados por el 47, además del asesinato de 12 policías y un civil en Arboleda. Este frente ha hostigado también y en incontables ocasiones el corregimiento de Florencia, de Samaná, donde el éxodo de campesinos por amenazas de la guerrilla ha sido constante.
En la actualidad, el 47, según el DAS, no tiene más de 50 unidades. El ex secretario de Gobierno de Caldas consultado por 'El Tiempo' dice que pueden ser 70, divididos en grupos de ocho hombres que solo pueden supervisar la zona mediante la siembra de minas antiperona, con el objetivo de controlar los cultivos ilícitos que aún les quedan en el este de Caldas.
El pasado 11 de marzo otros cinco hombres de ese frente, al que también pertenecía 'Rojas', quien dio muerte a 'Ríos', se entregaron ante miembros de la Octava Brigada del Ejército, agravando así el fin de esta agrupación armada ilegal.
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