01 julio 2007

Los "Papeles de la CIA".., y "Trujillo, la muerte del Dictador"

Franco y Trujillo

Ahora que està en el tapete el tema "Las Joyas de Familia", a lo que se ha dado por llamar los papeles secretos que la CIA ha puesto de conocimiento pùblico, y que la Repùblica Dominicana, lleva tambièn su parte en estas revelaciones, principalmente en lo concerniente a si intervino o no en el asesinato de Rafael Leonidas Trujillo Molina, el tirano que con mano de hierro gobernò a Dominicana, es bueno hacer un poco de historia.

La finiquitaciòn de la Era de Trujillo, etapa de nuestra historia que ha dejado llagas de verdad. Llagas que no se han cicatrizado aùn en muchos. Traumas que todavìa respiran por la herida y lo haran por mucho tiempo. Escoriaciones purulentas, no cicatrizadas, profundas. Tan parte de todos. Tan llagas.

La asonada que se llevò de encuentro al otrora JEFE, ha sido en la historia de una parte del pasado Siglo XX de la Amèrica hispana uno de los sucesos de màs espectativas. Fidel Castro recièn tomaba el poder en Cuba. Politologos, analistas, revolucionarios de toda Amèrica se preguntaban, ¿seguirà ahora Santo Domingo el mismo derrotero ? Pero no.

Es sintomàtico el hecho de que la persona del ajusticiado dictador criollo haya sido analizada con tan marcado interès por los autores, tanto extraños como propios.

No era para menos. Su gigante figura fuè un amasijo de luces y sombras. Su tenebrosa personalidad la simbiosis del dèspota implacable y la simulaciòn màs desconcentante.

¿Fuè necesario, realmente, Rafael Trujillo?...¿Sin su presencia en nuestro escenario polìtico, en la cùspide del poder, se hubiera dilatado nuestra maduraciòn, la cabal reorganizaciòn del Estado Dominicano?...¿Por què ese sino fatìdico sobre un pueblo pobre y esperanzado?

Nuestra historia ha sido escrita con làtigo y sangre.

Con un Pedro Santana, se organizò por primera vez el gobierno-Estado, en el paìs. Sus ejecutorias fueron dràsticas y semibàrbaras, al punto de enajenar en sì mismo el poder y la soberanìa de la tierra por la que luchò denodadamente lpara venderse a España.

Con Baez, màs cultivado y felino, se afianza y refina un tanto ese gobierno-Estado, incipiente y novato, pero marcado ya para las desdichas.

Con Ulises Hereaux, se consolida aùn màs el Estado dominicano. Progresa. Se tranquiliza. Madura un poco màs.

Con Rafael Trujillo se expande. Se exibe el paìs como una vedette decrèpita en el escenario internacional. A pesar de eso se dà a respetar. Cuaja, casi definitivamente, la tradiciòn de autoridad, fuerza. A la mala o a la buena. Con terror o sin el. Se fortalece la clase media, inexistente casi. Nace una pequeña burguesìa temblorosa. Fuè realmente una nueva era.

Despuès de èl se acabarìa el conchoprimismo, y el Estado asumirìa su verdadero rol, represivo, si, por es su esencia, y liberal....

Cuando se termina de leer,esta obra: "TRUJILLO, LA MUERTE DEL DICTADOR", que escribe Bernard Diederich, se piensan muchas cosas, y se escriben como se ha hecho.

Diederich se centra, en su libro, en la trama que diò al traste con tan nefasta existencia del dèspota, el 30 de mayo del 1961.

El fuè el primero, fuera del pais que supo de los rumores que corrian, al amanecer el 31 de mayo en el paìs, de la muerte de Trujillo. De quienes complotaron. De la mano enguantada de la CIA metida en el asunto. Del lio en el SIM. De la caza terrible a que fueron sometidos los ajusticiadores.

El libro, que ha sido ya leido por tantos, te pone, a la vuelta de cuarenta y siete años de sucedido a reflexionar sobre tantas cosas.

Diederich escribe, muy a pesar de la traducciòn, de forma cautivante. Hace verdaderas galas del dominio de la palabra escrita originariamente en inglès, dando, al heroico suceso dimensiones fìlmicas.

No duda, como la mayorìa, que la CIA tuviera que ver con aquello, a pesar de que su ayuda efectiva fuera tan mezquina. Doscientas cincuenta y ocho pàginas de suspenso y creciente interès. Matar ese peje tan gordo no era de hacerse festivamente sin la anuencia del imperial poder.

Al dìa de hoy, cuando se aclaran las aguas, se dice que la CIA tenìa temor que despuès del asesinato de Trujillo por aca surgiera un gobierno similar al de Fidel Castro, y que por eso desistiò de la idea...muchos aseguran que ayudò con armas, otros que se arrepintiò....

The Death of the goad, escrita en 1978, hace 29 años, se editò en junio, y ya en julio estaba traducida al castellano. Es la culminaciòn de una ERA. Ojalà que nunca màs volviera a suceder...

To: Karina

3 comentarios:

  1. Muy bueno el post. Hay que tener en cuenta que toda la oleada de dictadorzuelos sudamericanos estaba programada por Estados Unidos en contacto con las oligarquías autóctonas como contrarreacción al movimiento subersivo que encarnaba Castro en Cuba. Sin esta contextualización no se entiende el surgimiento de muchas dictaduras militares en América del Sur, así se evitaba un posicionamiento con la URSS en plena guerra fría que tan poco convenía a EUA.

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  2. HOla anònimo, esa es la funesta realidad, ahora falta que descubran los papeles actuales, ahì si hay tela por donde cortar.

    Arregla la direcciòn de tu blog, que algùn error debe tener pues no he podido entrar....

    Un saludo...K

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