Atentado frustrado en Detroit
Washington descarta que existan nuevas amenazas de ataques con explosivos - La lista de 550.000 sospechosos de relación con el terrorismo será reformada
YOLANDA MONGE - Washington - 28/12/2009
Fallaron todos los controles establecidos pero funcionó la vigilancia y la alerta personal. A partir de ahora, ¿será necesario que cada ciudadano que viaje en avión sea responsable de su seguridad personal -y de la del resto de los pasajeros- y mantenga los ojos bien abiertos y observe cada movimiento extraño que se produzca a su alrededor? ¿Deberá ese mismo ciudadano estar preparado para reducir a cualquier sospechoso de terrorismo que no haya sido detectado en tierra y que ponga vidas en peligro? Estados Unidos puede estar ante un nuevo capítulo en la historia de la seguridad aérea, y nada tendrá que ver con costosísimos métodos de seguridad ni abultadas listas de sospechosos.
El explosivo
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Otro viajero fue detenido ayer tras perturbar un vuelo Ámsterdam-Detroit La secretaria de Seguridad de EE UU dice que todos los controles funcionan
Cuando todo falla, se comprueban los protocolos. Y eso es lo que anunció ayer el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Según declaró el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, en una gira por distintos programas informativos, Obama ha ordenado revisar los procedimientos de seguridad aplicados para identificar a potenciales terroristas e impedir que alguien pueda embarcar en un avión con explosivos para volarlo en pleno vuelo, como sucedió el día de Navidad.
"El presidente ha solicitado dos investigaciones", manifestó Gibbs en las cadenas ABC y NBC. La primera: revisar las listas de vigilancia. La actual base de datos de sospechosos de tener lazos con el terrorismo consta de más de 550.000 nombres, enmarañados en divisiones y subdivisiones en las que se gradúa la peligrosidad de cada uno. El nombre de Umar Farouk Abdulmutallab estaba en esa lista. Pero estar en ella no significa que automáticamente esa persona sea sometida a un chequeo a fondo en el aeropuerto.
La segunda investigación solicitada por Obama debe responder a esta pregunta: ¿Cómo es posible que alguien portando una sustancia tan peligrosa como la pentrita (conocida también como tetranitrato de pentaeritritol, o PENT) lograra subir a bordo de un avión en Ámsterdam?
"El presidente tiene la total confianza de que el Gobierno va a tomar las medidas necesarias para que aquellos que pretenden dañarnos no logren hacerlo", declaró Gibbs.
Gibbs insistió en que no existen pruebas de que haya planes de atentar contra otros vuelos, pero aún así indicó que se han adoptado medidas de precaución para "asumir y planificar el peor escenario". En este mismo punto coincidió la secretaria de Seguridad Nacional de EE UU, Janet Napolitano: nada indica que se esté ante un compló que acarree más atentados. Napolitano justificó lo sucedido diciendo que no existía información alguna que hubiera podido prohibir al joven nigeriano subir al avión. El sistema funcionó como debía, según Napolitano.
Nada alertó del peligro. Ni los avisos del padre de Abdulmutallab advirtiendo a la embajada estadounidense en Nigeria de que su hijo podía haberse sumado a la guerra santa, ni los escáneres, ni la cooperación internacional antiterrorista... Nada evitó que el acomodado estudiante de Ingeniería subiese a bordo del vuelo de Northwest con un artefacto explosivo cargado de pentrita adherido a su cuerpo; pasase 20 minutos en el baño preparándolo; se disculpase por la tardanza diciendo que estaba indispuesto; regresase a su asiento y cubriese el dispositivo con una manta sobre sus piernas para activarlo. La masacre sólo la evitó un viajero que se abalanzó sobre el supuesto terrorista.
En la búsqueda de respuestas que hagan más seguro al país, la Administración demócrata ya ha incrementado los controles en los aeropuertos y a bordo de las aeronaves. En los puntos de embarque, los viajeros están siendo sometidos a intensos cacheos. A bordo, no se permite que nadie se levante de su asiento cuando falta menos de una hora para aterrizar.
Ayer, en el mismo vuelo 253 de la compañía Northwest Airlines procedente de Ámsterdam donde se frustró el viernes el atentado, los pilotos reclamaron ayuda de emergencia al aterrizar en Detroit. Fue detenido un pasajero de 30 años que había embarcado en Lagos sin equipaje e hizo transbordo en Ámsterdam, como Abdulmutallab dos días antes.
Delta Airlines, propietaria de Northwest desde el año pasado, indicó que el pasajero se había comportado de forma "verbalmente problemática". Tras ser amonestado se encerró una hora en el cuarto de baño. Finalmente, fue arrestado y los otros 255 pudieron desembarcar sin problemas. El FBI dijo después que había sido un incidente "poco serio".
El explosivo
- La pentrita o tetranitrato de pentaeritritol (PENT) es la sustancia con la que el nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab pretendía hacer estallar el avión de la compañía Northwest. Este "sólido cristalino de color blanco, insoluble en agua y alcohol y soluble en acetona" es "uno de los explosivos rompedores más potentes", según el diccionario de la Real Academia. Su uso es común tanto en la industria de armamento como en la voladura de obras civiles.
- El sospechoso llevaba adherida "una sustancia" a la piel de la pierna, según las primeras investigaciones.
Tras una visita al aseo, aplicó una jeringuilla sobre un artefacto de unos 15 centímetros, según Reuters. Se ignora con qué otra sustancia mezcló la pentrita, qué portaba la jeringuilla y sobre qué superficie se inyectó.
- ETA también la usó.
La banda ha perpetrado numerosos atentados con pentrita. El 30 de diciembre de 2007 la usó para matar
a dos ecuatorianos y destruir el aparcamiento de la Terminal 4, en el aeropuerto de Barajas, para multiplicar el efecto detonante de otro explosivo y aumentar su poder destructivo.
- El 'terrorista del zapato' también portaba pentrita en su calzado cuando en 2001 intentó destruir un avión con 197 pasajeros que iba desde París a Miami.
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