25 septiembre 2012

LA PROTESTA DEL 25-S EN EL CONGRESO ACABA CON CARGAS, 64 HERIDOS Y 28 DETENIDOS...

Los agentes han cargado contra grupos de manifestantes en los momentos de mayor tensión

/ / Madrid26 SEP 2012 - 00:49 CET100

 
EL PAÍS LIVE
 
El descontento de una parte de la ciudadanía por los recortes y su distanciamiento de la clase política ha vivido hoy un nuevo episodio desconocido hasta ahora. Cientos de personas (6.000, según los datos de Delegación de Gobierno), muchos de ellos llegados de otras regiones, han acudido a la llamada de un grupo de activistas a dar un paso más en la muestra de su descontento rodeando el Congreso. Aunque los convocantes insistieron hasta el último momento en el carácter pacífico de la protesta, la tensión ha ido subiendo, se han producido varias cargas, tras las cuales han sido detenidas 28 personas y 64 han resultado heridas, ocho de ellas policías. Todos los heridos, al menos 16 de los cuales han sido trasladados al hospital, tienen lesiones de carácter leve, salvo una persona, con una patología cervical previa, que está grave y presenta una posible lesión medular, informa F.J. Barroso.
Los manifestantes han intentado acercarse a la Cámara por los distintos accesos que dan al Congreso, que está rodeado de 13 callejuelas. Unos lo han intentado por la calle de Cedaceros, otros por la de Zorrilla, otros por la Carrera de San Jerónimo y el grueso lo ha hecho en la plaza de Neptuno, el único punto autorizado por Delegación de Gobierno tras recibir la petición que por su cuenta hizo un indignado de la asamblea virtual. El objeto de la acción es manifestar a los políticos su hastío e iniciar “un proceso constituyente”, según los organizadores. Que el enfado de muchos ciudadanos es mayúsculo se palpa hoy en la calle. Sirva de ejemplo del descontento esta imagen: al salir del cordón policial, un periodista que trabaja dentro de la zona cercada ha sido confundido con un político e increpado por los manifestantes. “¡Es un político!”, gritaba uno. “¡No, es un guardaespaldas!”, decía otro. “¡No, es un tertuliano facha!”.
El despliegue policial es muy amplio. Más de 1


.300 agentes; 30 de los 52 grupos de las Unidades de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, venidos de toda España salvo Asturias, País Vasco y Navarra, están hoy trabajando en Madrid. El motivo de este gran despliegue es la dificultad para calcular la asistencia a las manifestaciones convocadas como esta a través de las redes sociales.
La policía cerró varios anillos en torno a la Cámara para impedir el paso a los concentrados
En total hay tres anillos de seguridad en torno al Congreso, dos de los cuáles se cerraron a cal y canto antes de las seis de la tarde. Un grupo de guías caninos más algunas unidades de caballería completan el dispositivo. Al frente de todo, entre los agentes de Neptuno, está el Comisario General de

Seguridad Ciudadana, Florentino Villabona. No hay forma de traspasar las vallas que han cerrado el acceso a la carrera de San Jerónimo desde Neptuno. O eso parecía. Sobre las siete de la tarde, empezaron a caer algunos objetos del lado de los agentes: frisbis con mensajes contra el Gobierno, el Congreso y los bancos; canicas; y alguna bolsa con fruta machacada. Otros intentaron poner quejas en el registro de la Cámara (por la mañana muchos lo lograron). Un grupo de manifestantes trató de romper parte de la valla de uno de los extremos de la plaza. En ese momento, la policía intervino. Fue cuando se produjo la carga y se llevaron a los primeros detenidos. Los agentes entraron y desalojaron por la fuerza a todos los que estaban pegados a la valla, ocupando la parte de la calle más cercana al cordón policial.
Esa intervención terminó con los primeros seis












detenidos en comisaría, que luego se han convertido en más de una decena. Una de las mujeres, sin un zapato y con los pantalones rotos, pedía a los agentes que por favor no la separaran de sus dos compañeros. Un trozo de valla fue lanzado a los agentes en medio de la trifulca. Hasta ese momento, la única incidencia había sido el arresto de un hombre que se había subido a esa misma valla, horas antes, con una bandera del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) de Sánchez Gordillo.
 
Despejaron la plaza de Neptuno disparando pelotas de goma
La intervención, y los primeros arrestos, calentaron los ánimos en la Plaza de Neptuno. Otra veintena de agentes pasaron la valla para controlar a los manifestantes, esta vez con material antidisturbios. Un agente le decía a uno de sus subordinados, que seguía caminando al frente: "No vamos a retroceder ni un centímetro, pero tampoco vamos a avanzar. ¿Has entendido?".
En medio de la crispación, una señora se acercó a los agentes. Con voz alta, y visiblemente nerviosa, casi entre lágrimas, les recriminaba que no les dejaran acercarse al Congreso: "¿Pero qué esconden ahí? Díganme, por favor. ¿Por qué no podemos pasar? Esa es nuestra casa".
Que la manifestación se esté saldando con incidentes no son buenas noticias para los ocho organizadores imputados por la Audiencia Nacional. Uno de ellos, Chema Ruiz, ha dicho: “A las 21.30, hora a la que acaba el permiso de Delegación intentaremos disolver a la gente”. Pero no lo han conseguido. El grupo pretende dar “continuidad” a su acción, aspira a atraer a más colectivos y a seguir convocando movilizaciones.

Penas y multas

El Código Penal castiga como delito contra las instituciones del Estado a los promotores de manifestaciones que alteren el normal funcionamiento de las Cortes.
- Incurrirán en la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses los que promuevan, dirijan o presidan manifestaciones u otra clase de reuniones ante las sedes del Congreso de los Diputados, del Senado o de una Asamblea legislativa de comunidad autónoma, cuando estén reunidos, alterando su normal funcionamiento.
- Incurrirán en la pena de prisión de seis meses a un año quienes, sin ser miembros del Congreso de los Diputados, del Senado o de una Asamblea legislativa de comunidad autónoma, perturben gravemente el orden de sus sesiones. Cuando la perturbación del orden (...) no sea grave, se impondrá la pena de multa de seis a doce meses.
- Las penas se elevan de tres a cinco años de prisión para los que invadan por la fuerza el Congreso de los Diputados (art. 493) o intenten penetrar con armas para presentar peticiones (art. 495).

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