29 agosto 2012

EL HURACAN ISAAC DEJA SIN LUZ A MÁS DE 500.000 PERSONAS EN LUISIANA...

 

 

 

 

 

Miles de personas han abandonado la ciudad que hace frente a los fuertes vientos

Isaac llega a Nueva Orleans cuando se cumplen siete años del desastre del Katrina

 
 
Isaac, convertido en un huracán de categoría 1 —sobre un total de cinco, siendo esta última la máxima—, ha dejado sin luz este miércoles a más de 500.000 personas en Luisiana, un tercio de ellas en Nueva Orleans, cuando se cumplen siete años del desastre de Katrina. Un dique a 150 kilómetros de la ciudad se vio desbordado por el agua, pero las estructuras reforzadas construidas después de la tragedia de 2005 resisten el avance del huracán, que alcanzó el martes por la noche las costas de Luisiana.
"Todos los diques están resistiendo y son muy fuertes", ha afirmado Mitchell Landrieu, el alcalde de Nueva Orleans, donde miles de personas han abandonado sus hogares ante la llegada de Isaac, con vientos de 130 kilómetros por hora.
Más de 520.000 personas se han quedado sin luz en el estado de Luisiana, cerca de un tercio de ellas en Nueva Orleans. Entergy, la empresa proveedora de energía ha anunciado que sus empleados no podrán actuar para restablecer el servicio hasta que los vientos bajen de velocidad hasta menos de 48 kilómetros por hora.
En Plaquemin Parish, una localidad a unos 150 kilómetros de Nueva Orleans, el agua sobrepasó un dique y causó inundaciones, por lo que las autoridades ordenaron la evacuación de unos 2.000 vecinos. Se trata, sin embargo, de un dique menor de 2,4 metros de altura.
 
Según informa esta tarde el Centro Nacional de Huracanes (CNH), Isaac se debilita a medida que se aproxima al sudeste de Luisiana. A las 16.00 el ojo del huracán se encontraba a unos 80 kilómetros al suroeste de Nueva Orleans y se movía a una velocidad de 9 kilómetros por hora .
"Se esperan cambios ligeros en la fuerza [de Isaac] esta mañana. Después debería debilitarse lentamente", anunció el CNH esta mañana. Se mantiene la alerta desde el este de Morgan City (Luisiana) hasta la frontera entre Misisipi y Alabama, incluida Nueva Orleans.
La ciudad que sufrió la devastación de Katrina pone a prueba los nuevos sistemas de control de inundaciones y los diques reforzados. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos ha cerrado, por primera vez, las nuevas esclusas de la mayor barrera mundial contra el aumento del nivel del mar por tormentas.
En la noche del martes, ya había cerca de 300.000 hogares y negocios sin electricidad en Luisiana, mientras que efectivos de la Guardia Nacional se habían apostado en lugares estratégicos de Nueva Orleans para evitar el caos que se abatió sobre la ciudad en 2005.
 
El presidente Barack Obama firmó ayer la declaración de emergencia para los Estados de Misisipi y Luisiana mientras que las autoridades locales pidieron a los miles de residentes de las zonas costeras del golfo de México que evacuen sus hogares ante el riesgo de inundaciones. Con la declaración de emergencia se anticipan futuras labores de ayuda y se desbloquean fondos federales, evitando así el inmovilismo que paralizó la respuesta ante Katrina durante el mandato de George W. Bush en 2007. “De este modo, FEMA [la Agencia del Manejo de Emergencias] está autorizada para identificar, movilizar y ofrecer según su criterio equipos y recursos necesarios para aliviar el impacto de la emergencia", indicó la Casa Blanca en un comunicado sobre Isaac.
 
De mantener la categoría 1, Isaac sería muy inferior a lo que fue Katrina, que alcanzó la 3 y cuyas aguas y el mal manejo de la crisis por parte del Gobierno de Bush provocaron más de 1.800 muertos, cerca de 3.000 desaparecidos y miles de millones en pérdidas económicas.
Los residentes de las costas de Luisiana y Misisipi se apresuraban a abastecerse de agua y alimentos mientras trababan de poner a salvo sus casas, automóviles y barcos. Según las agencias de información, en Nueva Orleans, una fila constante de vehículos abandonó la ciudad por una autopista hacia Baton Rouge, capital de Luisiana, en busca de tierras más altas. Otros se preparaban, o se veían obligados a capear la tormenta en refugios.
 
"Muchas partes del Estado van a sufrir entre 24 y 38 horas de vientos muy fuertes", declaró el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, en una rueda de prensa. "Vamos a ver muchos árboles y muchas líneas de alta tensión caídas. Necesitamos que la gente se mantenga en refugios seguros".
Tras el revuelo y los cambios de planes provocados en la Convención Republicana, Isaac no ha afectado a Tampa (Florida). El paso de la tormenta tropical por el Caribe causó este fin de semana 19 muertos y seis desaparecidos en Haití, cinco muertos y casi 30.000 desplazados en la República Dominicana. En Cuba, un país que activa medidas de protección para afrontar cada fase de las tormentas, el Gobierno evacuó a 48.600 personas, pero no hubo que lamentar mayores daños.

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