Carlos Chirinos
BBC Mundo, Washington
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su colega de Rusia, Dimitri Medvedev, se reunieron este jueves en la Casa Blanca para dar por superada una agenda centrada en seguridad y armas, y discutir de comercio y negocios, según explicaron ambos mandatarios en una rueda de prensa al final del encuentro.
Veinte años después del fin de la Guerra Fría las relaciones ruso-estadounidenses deben ser sobre más que simplemente seguridad y control de armas. Tienen que ser sobre prosperidad compartida y sobre lo que podemos construir juntos
"Las relaciones entre EE.UU. y Rusia habían derivado quizá hacia su punto más bajo", reconoció Obama, quien dijo las discusiones fueron "excelentes" e "imposibles de haber sido realizadas 17 meses atrás".
También aseguró que en su "amigo" Medvedev había encontrado "una aliado sólido y confiable" para relanzar la relación bilateral.
Las mejoras se evidenciarían en la reciente firma del nuevo acuerdo para reducción de armas nucleares, el START, o en la adopción de nuevas sanciones contra Irán en Naciones Unidas.
Pero Obama aseguró que el "punto focal" de la visita del presidente Medvedev no fue sólo volver a encauzar las relaciones bilaterales "sino la ampliación" del vínculo entre ambos países.
Aviones y pollos
"Veinte años después del fin de la Guerra Fría las relaciones ruso-estadounidenses deben ser sobre más que simplemente seguridad y control de armas. Tienen que ser sobre prosperidad compartida y sobre lo que podemos construir juntos", aseguró el presidente estadounidense.
Ambos líderes almorzaron hamburguesas en un modesto restaurante de Washington.
Ambos mandatarios informaron que estaban ampliando los contactos en comercio e inversiones, temas de los que han hablado con líderes empresariales rusos y estadounidenses en los tres días de visita de Medvedev a Washington.
"Estamos interesados en quitar los obstáculos del período previo y entrar al área de comercio e inversiones bilaterales", afirmó el presidente ruso, quien participará junto a Obama en la Cumbre del G20 este fin de semana en Toronto, Canadá.
Sectores de alta tecnología, banca, aeronáutica y espacio, automotriz y energías alternativas son los campos en los que ambos países podrían empezar a trabajar juntos en los próximos años.
Específicamente Obama se refirió a la venta de quince aviones Boeing y subrayó la ampliación de la agenda bilateral citando el acuerdo firmado durante la reunión para la exportación de pollos estadounidenses al mercado ruso.
Empresas y universidades estadounidenses están interesadas en un "Valle de Silicio ruso" que se está conformando en Skolkovo, a las afueras de Moscú, y que es un proyecto de alta tecnología para el que Moscú busca inversionistas internacionales.
Rusia y el comercio mundial
El acercamiento comercial ruso-estadounidense podría facilitar la entrada de Rusia a la Organización Mundial de Comercio (OMC), un esfuerzo para el que Washington ha ofrecido su respaldo, pero que exige de parte rusa acciones para garantizar la protección de derechos de propiedad e intelectuales.
Estamos interesados en remover los obstáculos del período previo y entrar al área de comercio e inversiones bilaterales
Dimitri Medvedev, presidente de Rusia
Por ahora, las posibilidades de cooperación económica entre EE.UU. y Rusia serían limitadas, pues mientras la estadounidense es una economía diversificada, la rusa depende de la exportación de materias primas y sufre de bajos niveles de inversión.
Algunos consideran que para superar esas dudas sería muy útil una fluida comunicación personal entre Medvedev y Obama, algo que, a juzgar por el tono y la actitud de ambos líderes sucedió durante el encuentro.
Otros creen importante que se aclare hasta qué punto Medvedev es una figura con autonomía política frente a su mentor, el actual primer ministro ruso, Vladimir Putin, a quien muchos en Washington veían con desconfianza.
"Eso va a dictar en gran medida si Obama y Medvedev logran establecer una relación personal. Porque si Medvedev es una proyección de la estrategia de Putin, entonces es irrelevante y puede hablar directamente con el primer ministro", le aseguró a BBC Mundo Ilan Berman, del Consejo de Política Exterior Estadounidense, un centro de estudios de Washington.
El poder de twitter
Diplomacia de hamburguesasLa reunión Obama-Medvedev fue tan "cotidiana", como quería la Casa Blanca, que ambos mandatarios almorzaron hamburguesas en Ray´s, un modesto restaurante del área de Washington.
Medvedev dijo que el almuerzo "no fue tan saludable, pero si muy sabroso. Se siente el espíritu estadounidense".
Obama ocasionalmente come en lugares de ese tipo. Y los ha hecho tan famosos que algunos mandatarios extranjeros los visitan, como hizo recientemente el francés Nicolás Sarkosy.
Pero la dieta presidencial luce reñida con los hábitos saludables que promueve la primera dama, Michelle Obama, en su plan para combatir la obesidad juvenil.
La verdad es que "también hubo tiempo", como dijo Medvedev, de hablar de Irán, Medio Oriente, armas nucleares, conflictos regionales en las ex repúblicas soviéticas, sólo que no fue lo central.
Por lo pronto, el acercamiento podría hacerse con las nuevas redes sociales, como Twitter, en la que el presidente ruso abrió una cuenta hace dos días, justo cuando visitó la sede de la empresa en California.
Este jueves, Obama bromeó diciéndole a su invitado que ahora podrían guardar los famosos teléfonos rojos que sirven de comunicación directa entre el Kremlim y la Casa Blanca desde los tiempos de la Guerra Fría. Medvedev no dijo si le parecía una buena idea.
Al final de la rueda de prensa, Medvedev puso en su Twitter que los resultados de la reunión en la Casa Blanca "demuestran que podemos ponernos de acuerdo en más cosas que en misiles".
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