Por Agencia EFE – hace
Washington, 31 may (EFE).- Una fuerte tormenta obligó hoy al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a suspender el discurso que iba a pronunciar en el cementerio nacional Abraham Lincoln, en Illinois, para honrar a los caídos en combate.
El mandatario, que pasa el puente del "Día de los Caídos" ("Memorial Day") junto con su familia en Chicago, tenía previsto pronunciar un discurso en ese cementerio, situado en Elwood, a 80 kilómetros al sur de esta ciudad, para recordar a los soldados fallecidos en las guerras que libró y libra actualmente EE.UU.
Sin embargo, cuando Obama llegó al cementerio y todo estaba preparado para que tomara la palabra, fuertes lluvias interrumpieron la ceremonia y pronto se convirtieron en una tormenta con truenos y relámpagos sobre el campo santo.
La Casa Blanca decidió primero retrasar el acto y esperar a que el tiempo mejorara, pero después decidió cancelarlo.
Obama, antes de refugiarse en el edificio administrativo del cementerio, pudo depositar una ofrenda floral para conmemorar a los soldados caídos y dirigir unas brevas palabras a los miles de ciudadanos que habían viajado al cementerio para pedirles que se protegieran de la tormenta.
"Estamos un poco preocupados por los relámpagos. Esto podría ser no seguro para ustedes. Sé que todos ustedes están aquí para conmemorar a los caídos (...), pero lo que nos gustaría es que ustedes se subieran a sus vehículos y si pasa (la tormenta) en los próximos 15 ó 20 minutos estaré por aquí", señaló el presidente.
"Un poco de lluvia no duele, pero no queremos que nadie sea alcanzado por un rayo", insistió.
Poco más tarde, el portavoz de la Casa Blanca Bill Burton informó de que la ceremonia se había suspendido.
Al no poder pronunciar su discurso, Obama decidió visitar a las familias de los soldados en servicio activo que se habían refugiado en autobuses.
Mientras, en Washington el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, rindió tributo a los caídos en el cementerio nacional de Arlington, donde depositó una ofrenda floral en la "Tumba del soldado desconocido" y se reunió con familias de soldados fallecidos.
Biden estuvo acompañado por el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mike Mullen.
En su discurso, Biden dijo que EE.UU. tiene "la obligación sagrada" de proveer a sus soldados, a "estos nuevos guerreros", todo lo que necesitan para poder llevar a cabo su trabajo.
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