02 septiembre 2009

OCCIDENTE DA LA ESPALDA A GADAFI EN LA FIESTA POR SUS 40 AÑOS EN EL PODER....

Trípoli exige ahora una fianza de medio millón de euros para liberar a dos suizos retenidos desde hace un año
Miguel Ángel Moratinos fue el único ministro de la Unión Europea que asistió a la celebración en Libia


El coronel Moamar Gadafi saluda a su llegada a las faustas celebraciones del triunfo de su revolución en septiembre de 1969
Autor de la imagen: ZOHRA BENSEMRA/REUTERS
Autor: La Voz
Los dirigentes occidentales dieron la espalda ayer al coronel Moamar Gadafi en la fastuosa fiesta por sus 40 años en el poder. La bienvenida de héroe que Trípoli dio al único condenado por el atentado de Lockerbie, excarcelado hace dos semanas por Escocia, hizo que la mayor parte de los países europeos decidiera rebajar a nivel de embajadores su representación en el aniversario del líder revolucionario, como se hace llamar Gadafi.
La fastuosa fiesta de tres horas al estilo de las mil y una noches, que ha costado 40 millones de dólares, comenzó a la caída del sol tras el ayuno que marca el mes sagrado musulmán de Ramadán. En las celebraciones participaron bandas militares y 1.500 bailarines que representaron escenas de la historia de Libia. Entre los invitados estuvieron Hugo Chávez y líderes africanos como el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, o el de Sudán, Omar Hasán al Bashir, contra quien pesa una orden de captura por crímenes de guerra.
El presidente serbio, Boris Tadic, fue el único máximo dirigente europeo que asistió a los actos. Y el español Miguel Ángel Moratinos, el único ministro de la UE. Francia envió a su secretario de Estado de Desarrollo, Alain Joyandet, y EE.?UU. y el Reino Unido estuvieron representados por sus embajadores. También los rusos Vladimir Putin y Dmitri Medvédev declinaron la invitación.
Ni siquiera Silvio Berlusconi, que presume de tener una relación privilegiada con el líder de la antigua colonia italiana, estuvo ayer en Trípoli, a pesar de que el domingo celebró con Gadafi el Día de la Amistad de Libia e Italia. Las duras críticas de la oposición hicieron desistir al Cavaliere, no así de permitir la presencia en el desfile militar que abrió el evento de las Flechas Tricolor, un escuadrón de la fuerza aérea italiana especializado en acrobacias.
«O la tricolor o nada»
Decisión que al final dio lugar a otra polémica, esta vez con Libia, por el color del humo que debían desprender los aviones. «O la [enseña] tricolor o nada», fue la tajante reacción de Berlusconi ante los deseos de Gadafi de que las Flechas lanzase en su exhibición humo verde, que simbolizan el islam, en vez de los habituales colores.

Los importantes contratos petrolíferos que ha reportado el tratado entre Roma y Trípoli a las empresas italianas ha evitado un feo mayor de Berlusconi a su homólogo libio. Italia, al igual que el resto de países europeos y EE.?UU., ha optado por normalizar las relaciones con un estado rico en hidrocarburos, pero evitando un excesivo acercamiento a un antiguo paria.
Pero, ante el escandaloso recibimiento a Al Megrahi, el terrorista de Lockerbie, y las acusaciones de que detrás de su liberación estaban suculentos acuerdos petrolíferos, ha obligado a Europa a reaccionar y optar por un perfil bajo en los actos.

Mientras, Suiza sigue esperando la liberación de dos de sus ciudadanos retenidos en Libia desde hace más de un año, como venganza por la detención en Ginebra de un hijo de Gadafi. Según la radio suiza RSR, Trípoli exige ahora el pago de una fianza de 570.000 euros para dejarlos salir del país. La nueva exigencia se conoce al cumplirse ayer la fecha tope dada por Libia para que los dos rehenes estuvieran ya en Suiza, después de que el presidente helvético, Hans Rudolf Merz, presentara hace 17 días excusas públicas por la detención de Hanibal Gadafi, que la prensa helvética interpretó como una «bajada de pantalones» de Merz.

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