21 agosto 2008

"NO ME DEJAN BAJAR DEL AVION"

Una madre que sobrevive a su hija, un sms que presagia la tragedia, un bebé que iba a ser bautizado… Cada minuto se conoce una nueva historia, a cual más triste, de los pasajeros muertos.

Familiares de las víctimas de camino al pabellón de IFEMA. Reuters.

Una madre que sobrevive a su hija, un sms que presagia la tragedia, un bebé que iba a ser bautizado… Cada minuto se conoce una nueva historia, a cual más triste de los pasajeros muertos. Los periodistas concentrados en el hotel Auditorium recogen testimonios demoledores.

Último sms

Por ejemplo. Una de las víctimas quiso bajar del avión al ver que podría haber problemas. "Amor, se me averió el avión", fue el mensaje de móvil que recibió a las 12:30 su viuda. Ésta le llamó para pedirle que bajara del avión, pero su marido le respondió: "no me dejan". Un sms que se grabará para siempre en su memoria. Su hijo ha corroborado que el personal del avión obligó a su padre a volver a sentarse cuando quiso abandonar la arenonave ante el retraso.

Sobrevivir a un hijo

La tristeza se expande lentamente entre los familiares de las víctimas, pero también entre los supervivientes. Es el caso de María Loreto González. una mujer de Monforte (Lugo) que se está recuperando en el Hospital Ramón y Cajal. Está grave pero ha salvado su vida. Pregunta continuamente por su hija Clara. Todavía no sabe que su hija, de unos 20 años de edad, está muerta. Madre e hija viajaban en el avión siniestrado de Spanair en asientos separados.

Clara se sentó en la fila 27. Junto al motor. Aunque María, Keka para sus amigos, es gallega reside con su hija en Canarias. Es médico del Instituto Social de la Marina, en un barco hospital con base en el archipiélago canario que opera en las islas Seychelles. María y Clara venían de disfrutar de las fiestas patronales de Monforte. Ellas venían de pasar unas vacaciones y otros pasajeros querían iniciarlas. Como por ejemplo el colombiano Alfonso Alfredo Costa casado con la española Gregoria Mendiola Rodríguez y su hijo Jesús Alfredo. Residentes en Torralba de Calatrava (Ciudad Real) se disponían a pasar unos días de playa en las islas Canarias. El pequeño de ocho años salió por su propio pie del avión con unos rasguños en la pierna. Sin embargo su madre está en coma. Y su padre muerto. Jesús Alfredo pregunta insistentemente a su abuela dónde están sus padres…

Sin bautizar
En el vuelo viajaban hasta 20 niños y dos bebés.
Uno de ellos, de apenas tres meses, iba a ser bautizado en Las Palmas. Es muy probable que haya muerto en brazos de sus padres. No aparecen en la lista de pasajeros heridos y su familia en Calzada de Coto (León) espera a que confirmen la muerte.
Fuente: LaSexta/Noticias


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