Restos del avión que se extrelló en Taiwan, el segundo en ocho
días.
En el espacio de ocho días, tres aviones de pasajeros se
cayeron en mitad del vuelo. Una seguidilla de accidentes aéreos tan aguda puede
parecer como una coincidencia inusual pero, ¿lo será?
El primer accidente ocurrió el jueves 17 de julio, cuando el vuelo MH17 de
Malaysia Airlines se descolgó del cielo cuando volaba sobre el este de Ucrania,
aparentemente derribado por un misil. Siete días más tarde, un avión se estrelló
en Taiwán, y al octavo día, otro vuelo proveniente de Burkina Faso no llegó a su
destino: Argelia.
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En total se calcula que murieron 462 personas.
Y Harro Ranter, director de la Red de Seguridad en Aviación -que cataloga los
accidentes aéreos-, señala que no es raro que se den estas seguidillas de
siniestros.
Habiéndo analizado desde 1990 el número y frecuencia de accidentes fatales de
aviones con capacidad para 14 o más pasajeros, ha encontrado 45 fechas en las
que hubo dos o más accidentes (excluyendo colisiones).
En 105 casos ha habido siniestros en días consecutivos.
De hecho, Ranter señala que es más común que ocurra un accidente un día
después de otro que dos, tres o más días más tarde.
¿Por qué será?
"Es esencialmente una coincidencia, excepto por la tecnicalidad de que las
condiciones meteorológicas adversas que involucran tormentas y huracanes son más
comunes en unas estaciones que en otras", le dice a la BBC Arnold Barnett,
profesor de Estadística en el Instituto de Tecnología de Massachusetts o
MIT.
"El número máximo más probable de accidentes de aviones comerciales con más de 18 pasajeros en un período de ocho días en 10 años es exáctamente 3"
Arnold Barnett, profesor de Estadística, MIT, Estados
Unidos
No obstante, Barnett también llama la atención sobre la teoría de la
distribución de Poisson, que establece que es más probable que haya intervalos
cortos entre los accidentes que largos.
"Suponga que en promedio haya un accidente fatal al año, lo que significa que
la probabilidad de que se estrelle un avión en cualquier día es de uno en 365",
explica el estadistico.
"Si ocurriera uno el 1º de agosto, la probabilidad de que el próximo suceda
un día después -el 2 de agosto- es 1/365. Pero el chance de que haya un
accidente aéreo el 3 de agosto es (364/365) x (1/365), pues el próximo accidente
ocurrirá el 3 de agosto sólo si no hay uno el 2 de agosto.
"Esa conclusión se ajusta implacablemente a las leyes de probabilidad, aunque
parezca contraria al sentido común", declara Barnett.
Tres meses sin nada
Tras una semana así, algunas personas pueden estarse preguntando cuán seguro
es volar.
Unos 500 pasajeros mueren en accidentes que involucran vuelos comerciales
cada año y, aunque ese número ya fue superado en 2014 -por unos 200-, los
expertos aseguran que no deberíamos anticipar un inusualmente alto número de
siniestros aéreos en los próximos meses.
Barnett señala que durante abril, mayo y junio de esta año no hubo ninguno.
"Es difícil pensar que la destreza que hizo posible ese récord maravilloso por
alguna razón desapareció en julio".
El académico calcula que en los países desarrollados la posibilidad de morir
en un accidente aéreo es alrededor de una en 25 millones por vuelo. "Un niño en
un aeropuerto británico tiene más probabilidad de llegar a ser primer ministro,
ganar una medalla de oro olímpica o recibir el premio Nobel de física que de
morirse en el avión en el que se va a montar".
Hasta en los países menos desarrollados, la probabilidad de morir en un vuelo
es alrededor de una en 750.000.
Respecto a la ocurrencia de tres accidentes fatales en ocho días, David
Spielgelhalter, profesor de comprensión de riesgo de la Universidad de
Cambridge, Reino Unido, calcula que hay alrededor de seis chances de 10 de que
volvamos a ver una seguidilla parecida en la próxima década.
"El número máximo más probable de accidentes de aviones comerciales con más
de 18 pasajeros en un período de ocho días en 10 años es exáctamente 3",
concluye.
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