La crisis en Venezuela no cede, con denuncias de represión ilegal y la intervención del ejército en una ciudad que fue cuna de la ola de manifestaciones. A su vez, el dirigente opositor Leopoldo...
Resistencia callejera. Opositores ante los restos de una barricada nocturna en una avenida de Caracas.Noticias relacionadas
La crisis en Venezuela no cede, con denuncias de represión ilegal y la intervención del ejército en una ciudad que fue cuna de la ola de manifestaciones. A su vez, el dirigente opositor Leopoldo López, encarcelado este martes, permanecerá en prisión durante el juicio, aunque se le levantaron los cargos más graves, incluido el de "terrorismo". López enfrenta igualmente una posible condena a 10 años.
El líder opositor fue imputado en una cárcel para militares, y la jueza del caso determinó que seguirá preso. La medida contra el dirigente del partido Voluntad Popular mantuvo viva la ola de protestas en Caracas y otras ciudades, que en una semana han dejado al menos cinco muertos y más de 100 heridos. López envió un mensaje por Twitter confirmando su situación: "Termina la audiencia. Ratificada medida privativa de libertad. El cambio está en cada uno de nosotros. No se rindan. Yo no lo haré". "A mis amigos de la Unidad (la alianza opositora Mesa de Unidad) que aún dudan: si esto no es dictadura, díganme entonces ¿qué es?", añadió López, quien se entregó voluntariamente a las autoridades el martes en medio de una marcha multitudinaria en Caracas.
El gobierno lo acusa de haber instigado las protestas violentas del 12 de febrero con el objeto de buscar el derrocamiento del presidente Nicolás Maduro. López deberá permanecer encarcelado 45 días. Fue imputado de los cargos de incendio y daños, instigación del delito y asociación para delinquir, tipificados en la "ley contra el terrorismo" y penados con diez años de cárcel. López y la oposición afirman que sólo convocó a marchas de protesta, y que pedir la renuncia de Maduro, como ha hecho, no constituye delito alguno. Su partido, Voluntad Popular, denunció que los tribunales ordenaron además el arresto de dos de sus máximos dirigentes, el político Carlos Vecchio y el general retirado Antonio Rivero.
En Caracas, zonas residenciales amanecieron con escombros en las calles, humo de incendios y gases lacrimógenos, tras una noche de protestas y represión. En las redes sociales aumentaron las denuncias sobre incursiones de los grupos parapoliciales del gobierno, llamados "colectivos". Voluntad Popular instó a sus partidarios a mantener las protestas en la calle, pero de forma pacífica. "La violencia solo favorece al gobierno para justificar la persecución política y acallar la protesta legítima del pueblo", dijo el partido en Twitter. "Está claro que la violencia viene del lado del gobierno a través de sus bandas armadas y el uso indiscriminado de la fuerza pública".
Mientras, la ministra para la Comunicación e Información, Delcy Rodríguez, denunció que las redes sociales son utilizadas por grupos que intentan "desestabilizar" el país. "Las redes sociales son utilizadas por ejecutores de violencia golpista para crear angustia en la población en operación psicológica de gran escala. Poderosos laboratorios mediáticos son empleados para llevar adelante una guerra psicológica contra Venezuela sin precedente alguno de esta naturaleza", dijo. La denuncia parece un anticipo de censura en la red, en especial de la red Twitter, un instrumento esencial ante el bloqueo informativo de radio y televisión impuesto por el gobierno.
Otro signo inquietante llegó de la ciudad de San Cristóbal, capital del Estado de Táchira y cuna de la ola de protestas. El gobierno envió un batallón de paracaidistas a ocupar la ciudad. Según dijo el ministro de Interior, Miguel Rodríguez, se ha detectado "personal colombiano que viene a cumplir misiones de paramilitares". Para la oposición es una falsedad para militarizar una ciudad opositora, donde además ayer no había Internet, un instrumento casi único que le queda a la oposición. "Hay un estado de sitio de facto", denunció el alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos.
La CNN, amenazada. El presidente Maduro anunció que "se ha iniciado un proceso administrativo para sacar" del país a la cadena de televisión estadounidense CNN "si no cesa su propaganda de guerra". Lo anunció durante una reunión con trabajadores oficialistas en el palacio presidencial de Miraflores, transmitida por la cadena nacional de radio y televisión. "Le pedí a la ministra (de Comunicación e Información) que notifique a CNN que ha empezado el proceso administrativo para sacarlos de Venezuela si no rectifican", comentó el mandatario.
La oposición denunció que durante las noches las fuerzas policiales y militares, acompañadas de parapoliciales, desatan toda su ferocidad represiva. La policía, soldados de la Guardia Nacional y miembros de los colectivos pululaban por las calles de la capital y de otras ciudades donde disparaban indiscriminadamente, en espasmos de violencia que se han repetido en las noches de los últimos días, según informó ayer la agencia de noticias AP. Henrique Capriles, dos veces candidato a la presidencia, dijo que el gobierno ha reprimido brutalmente las protestas al ir tras estudiantes y otros manifestantes y en ciertos casos irrumpir en sus departamentos para arrestarlos. "¿Quieren una guerra civil en nuestro país? ¿Cuántos muertos o heridos más quieren? ¿Es que acaso el gobierno puede obviar que en el país hay colas para comprar comida y no se consiguen las medicinas?", se preguntó Capriles. El ex candidato se diferencia sin embargo de la estrategia de confrontación callejera de Leopoldo López y otros dirigentes
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