ARCHIVO - En esta foto de archivo del 31 de julio de 1952, las multitudes se
aglomeran en las calles al paso de la procesión fúnebre de la difunra primera
dama María Eva Duarte de Perón, conocida como "Evita", en Buenos Aires.
Argentina recuerda el 60 aniversario de la muerte de Evita el jueves 26 de julio
de 2012. Ella murió de cáncer el 26 de julio de 1952, cuando tenía 33 años.
Foto: AP
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Era su primer discurso tras la llegada de su esposo Juan Domingo Perón a la
presidencia, y Evita asumía el compromiso de luchar a favor del sufragio
femenino, que iría a la par de una política social sin precedentes para mejorar
las condiciones de vida de los más pobres, sus "descamisados".
La referencia aparece en la biografía "Evita, jirones de su vida", del
historiador Felipe Pigna, publicada días atrás en coincidencia con el 60
aniversario de su muerte que se cumple el jueves. Pigna, al igual que otros
académicos en los últimos tiempos, propone una nueva mirada sobre esta
emblemática mujer, alejada de la antinomia peronismo-antiperonismo y más aún del
perfil de arribista que le atribuye la obra musical que lleva su nombre, ahora
nuevamente en cartel en Broadway.
"Evita representa algo muy importante, transformador en la historia
argentina. Fue la mujer que instaló definitivamente en la agenda política el
tema femenino y el tema social, no para problematizarlo como se dice ahora sino
para solucionarlo. Es una gran novedad. Evita era muy práctica. Claramente hay
un antes y un después de la presencia de Evita en la historia argentina", dijo
Pigna en entrevista con The Associated Press.
Explicar desde la academia cómo aquella mujer, "hija natural" (bastarda), de
origen humilde y escasa instrucción, con pasado de actriz, se convirtió en un
personaje fundamental de la historia argentina, con trascendencia internacional,
se vuelve todavía más oportuno cuando otra militante peronista, Cristina
Férnandez, ocupa la presidencia del país.
"Hay una continuidad en lo político, porque Cristina ocupó el espacio público
que abrió Eva cuando hace 55 años irrumpió inesperadamente en la escena
política", opinó la historiadora y periodista Araceli Bellota, autora del libro
"Eva y Cristina, la razón de sus vidas", también de reciente publicación. El
título alude al libro autobiográfico "La razón de mi vida", de Eva Perón,
publicado en 1951.
"Defender a los humildes y a los que menos tienen cuesta caro. Y ella pagó
con su vida, gustosa, el precio de ser recordada para siempre como la abanderada
de los humildes", expresó la presidenta Fernández hace un año al inaugurar un
gigantesco retrato en hierro de Eva Perón colocado en la fachada del ministerio
de Desarrollo Social.
Una infancia de profundas carencias empezó a moldear la personalidad de María
Eva Duarte, nacida el 7 de mayo de 1919 en un pequeño poblado a 200 kilómetros
de Buenos Aires. Al igual que sus otros cuatro hermanos, era fruto de la
relación extramatrimonial de su madre con un hombre de clase acomodada,
circunstancia que en aquella época la hacía objeto de discriminación social.
Una Eva muy pequeña esperó con ansias la llegada de los Reyes Magos, a los
que le había pedido una muñeca. Apenas se despertó, corrió a buscarla y tamaña
fue su sorpresa al encontrarse con una a la que le faltaba una pierna. "Mamá le
explicó que la muñeca se había caído de uno de los camellos y de ahí su
mutilación. Lo que no le explicó es que había adquirido esa muñeca casi por
nada", relató Erminda Duarte en "Mi hermana Evita".
Como tantos millones de pobres en aquella época, Evita migró a la gran
capital para cumplir su sueño de actriz. Debutó en un teatro el 28 de marzo de
1935 con un papel de mucama. Su consagración llegaría casi diez años después con
un ciclo radial en el que interpretó a mujeres ilustres de la historia, como
Isabel I de Inglaterra o la zarina Catalina la Grande.
El conocimiento de estas vidas tendría una influencia notable en el futuro
político de Evita.
El 22 de enero de 1944 sería una fecha determinante para su historia personal
y la del país. Se habían visto antes, pero Evita captó la atención del
ascendente coronel Juan Perón durante un festival artístico a beneficio de las
víctimas de un terrible sismo en la provincia de San Juan. Nunca más se
separaron.
La sociedad política que conformaron "es uno de los pocos casos mundiales, si
no el único, de dos conductores carismáticos que conviven. El conductor
carismático por naturaleza es uno y en este caso son dos. Hay una división de
tareas, Evita tiene la tarea agitativa, la social y la sindical y Perón tiene la
tarea de gobernar, la estrategia y la conducción total del movimiento", sostuvo
Pigna.
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