Foto: CHRIS HONDROS/GETTY
BUENOS AIRES, 7 Feb. (EUROPA PRESS)
Nubes de tormenta se ciernen estos días sobre la Casa Rosada tras las polémicas declaraciones de quien fuera secretaria de confianza del anterior presidente argentino, fallecido el pasado mes de octubre, que no ha dudado en afirmar que "era vox populi que era la amante de Kirchner".
La revista Noticias ha publicado un reportaje que, bajo el título La otra viuda de Kirchner, la dueña de sus secretos, da voz a Elisabeth Miriam Quiroga, directora del Centro de Documentación Presidencial bajo el mandato del argentino, que habla con sinceridad sobre su relación con el ex presidente y desmintiente que su hijo sea en realidad de este.
"Teníamos una unión muy fuerte. Dejé todo para venirme con él desde el sur, dejé a mi familia", explica para justificar su mudanza hasta la capital desde Calafate, lugar donde Kirchner fuera gobernador antes de alcanzar la presidencia, según recoge el periódico ABC.
Quiroga no duda en denominarse a sí misma "la Evita de Kirchner" y afirmar que lo suyo "era como un ministerio de los pobres, un lugar desde el que podía ayudar a la gente" ya que su cargo como titular del Centro de Documentación Presidencial consistía en atender a los "descamisados" y responder a las miles de cartas y pedidos que llegaban al presidente de todo el país.
Asimismo, ha desmentido los rumores que atribuyen al ex presidente la paternidad de su hija. "Los que dicen que mi hija de 11 años es de Kirchner están equivocados. La tuve con un novio que me duró muy poco y le puse mi apellido porque cuando quedé embarazada ya nos estábamos separando".
"¡Ojalá fuera de él! Así no tendría problemas de plata. Algunos llegaron a decir que Néstor me dejó una cuenta en Suiza. ¡Estoy esperando que me digan el número!", bromea Quiroga haciendo referencia a la inmensa fortuna que Kirchner ha dejado atrás al fallecer.
Cristina Fernández de Kirchner prescindió de los servicios de Miriam Quiroga como directora del Centro de Documentación Presidencial el pasado 5 de enero alegando que la presidente "conoció a una militante que le gustó y quería sumarla a ese puesto". Este despido hizo sentir a Quiroga que la estaban echando "como a un perro" y fue entonces cuando ésta decidió hablar con los periodistas.
INFORMACIÓN CONFIDENCIAL
No obstante, no es sólo la actual presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, la afectada por las declaraciones de la ahora ex secretaria. Probablemente, la clase política del país también teme los secretos e intimidades a los que, desde principios de la década de los 90, esta ha tenido acceso.
En este sentido, la ex amante ya habría dejado caer algunos comentarios sobre funcionarios como Ricardo Jaime y Carlos Zannini, actual mano derecha de la presidenta, quienes, según sus palabras, llegaron "con una mano delante y la otra detrás, no teniendo la plata que tienen ahora".
Así, la misma revista argentina advierte el peligro que supone la información que Quiroga puede conocer y considera tiene "la llave para abrir muchos de los secretos del kirchnerismo".
"Si un juez decidiera citarla a declarar en alguna de las causas por corrupción que el Gobierno acumuló a lo largo de su gestión, su testimonio podría ser clave porque, en paralelo a su trabajo en el Centro de Documentación Presidencial, se ocupaba de monitorear cualquier actividad del ex presidente".
Es más, según una fuente del Gobierno recogida por 'Noticias', "Quiroga era Kirchner. Controlaba todo, era su secretaria de confianza y, si no te llevabas bien con ella, tampoco tenías acceso a él".
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