DES MOINES, EEUU (AFP) — Barack Obama acelera el paso, mientras Hillary Clinton trastabilla, y ambos se devuelven golpe por golpe en la carrera por la candidatura demócrata a la Casa Blanca, que comienza en enero en el estado de Iowa.
La competencia, según los sondeos, está por el momento empatada en Iowa, cuyas primarias tendrán lugar el 5 de enero, y en New Hampshire, que vota cinco días más tarde.
Varias encuestas indican que Obama está creciendo y que caen las intenciones de voto para la hasta hace poco favorita en la carrera hacia la Casa Blanca.
Un triunfo de Obama en Iowa supondría un gran arranque para él e incrementaría las dudas sobre la creencia de que Clinton puede sobrellevar una derrota en ese estado, aunque los sondeos a escala nacional le siguen dando una ventaja.
"La impresión inicial que tenemos aquí es la misma", señala Dante Scala, profesor de la Universidad de New Hampshire.
"Desde una Hillary Clinton con una amplia ventaja a una Hillary Clinton estadísticamente empatada o con un punto de ventaja, que no representa demasiado", agrega.
Si el senador por Illinois llegara a ganar la designación como candidato de los demócratas, un encuentro esta semana entre ambos rivales en la pista de un aeropuerto de Washington podría ser visto como el punto de inflexión de esta historia.
La ex primera dama, que alguna vez hegemonizó las filas demócratas, tuvo que ofrecer unas disculpas personales después de que un asesor suyo asegurara que los republicanos sacarían ventaja del reconocimiento de Obama de que en su adolescencia consumió drogas.
Horas más tarde, en el último debate antes de las primarias entre los precandidatos demócratas, Obama desplegó una gran autoconfianza e ignoró a Clinton, cuya impericia previa fue reemplazada por una imagen mucho más aguerrida.
Obama, declaró el ex senador demócrata Bob Kerrey al diario Los Angeles Times, o bien llegó a su techo o inició una tendencia que lo llevará a ser designado candidato presidencial del partido".
Si se trata de un boom de Obama o del inicio de su descalabro es algo que dependerá probablemente de las agotadoras giras de los aspirantes a la Casa Blanca a través de Iowa en los próximos 17 días previos a las primarias.
Clinton busca consolidar sus apoyos entre las mujeres y los votantes de más edad. Obama quiere echar por tierra las predicciones de que sus simpatizantes jóvenes no concurrirán a los 'caucus', las asambleas locales que eligen a los candidatos.
La ex primera dama mantiene la dignidad, a pesar de haber tenido que desmentir que su equipo de campaña se esté desintegrando.
"La política es ahora las 24 horas del día, los siete días de la semana, en el que usted sube y baja", declaró el viernes a la cadena de televisión pública de Iowa.
"Siempre supe que esto iba a ser un desafío para mí", agregó.
En su favor, Clinton sabe que los votantes de Iowa toman sus decisiones tardíamente y que este fin de semana recibió un gran espaldarazo al ganarse el codiciado apoyo del Des Moines Register, el único diario del estado.
Pero mirando más allá de Iowa, es decir hacia las primarias de New Hampshire el 8 de enero, Obama obtuvo el domingo el también apreciado apoyo del influyente Boston Globe.
Dado que, al margen de los votantes de Iowa, son muy pocos los estadounidenses que no se han formado una opinión sobre Hillary Clinton, tal vez la senadora por Nueva York deba preocuparse de que ha alcanzado el pico de su popularidad.
Muchos de los recientes pasos en falso que ha dado en la campaña --las observaciones sobre las drogas, un mensaje electrónico burlón sobre Barack Obama-- reflejan las dificultades que ha tenido para atacar a su rival.
Obama lo sabe y el sábado intentó sacar partido de los mismos señalando que "hay una historia de la política en la que todo son puñaladas y ataques y hacer caer a la gente y recuerdo lo que los propios Clinton llamaban 'la política de la destrucción de las personas'", dijo.
"Mi sospecha es que eso no es donde el país se encuentra ahora", agregó.
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