EFE
Chávez y Néstor Kirchner, ex presidente de Argentina, ayer en la base aérea de Santo Domingo.-
LUDMILA VONOGRADOFF CORRESPONSAL
CARACAS. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se toma su papel muy en serio. Ayer se puso el traje de campaña con camiseta y gorra rojas de comando para dirigir personalmente la operación de rescate en la selva de los tres rehenes colombianos: la ex parlamentaria Consuelo González y de Clara Rojas y su pequeño hijo Emmanuel, tras seis años de cautiverio en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.
No era un libreto de ficción en el que un Rambo caribeño era el héroe de una película de salvamento, pero como si lo fuera, pues el cineasta estadounidense Oliver Stone, que estaba de visita en Caracas filmando aspectos de la «revolución bolivariana» por encargo del mandatario, se incorporó a la expedición.
Su sorpresiva aparición en escena la confirmó Iván Zambrano, representante de la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos y no es por pura casualidad. El mismo Chávez lo ha mencionado varias veces antes de que su homólogo Alvaro Uribe lo retirara del acuerdo humanitario con la guerrilla hace un mes. En tres ocasiones ha comentado que el cineasta de Hollywood estaba interesado en hacer un documental sobre la revolución chavista y el intercambio guerrillero.
El presidente venezolano aseguró que él en persona iba a inspeccionar la flotilla de dos helicópteros especiales de fabricación rusa y tres aviones tipo Falcon que partirían a las 3:00 de la tarde (hora local) del aeropuerto Santo Domingo en el estado Táchira hacia la ciudad colombiana de Villavicencio y de allí a algún punto desconocido en la selva para recoger a las dos mujeres y al niño de 3 años de edad.
El trayecto aéreo «dura más de dos horas en este helicóptero especial que antes Venezuela no lo tenía», dijo Chávez sin mencionar su procedencia ni que era el principal comprador de armamento de Rusia, cuya factura asciende a 5.000 millones de dólares.
No hay seguridad de que toda la operación concluyera este viernes, por lo menos lo intentarían hasta mañana domingo si fuera necesaria por las condiciones climáticas. «Es la primera avanzada», señaló Chávez como dando a entender de que podría haber una segunda entrega de rehenes si Uribe lo permite.
«Si quiere Uribe podemos restablecer la mediación que ha sido rota pues fue él quien pateó la mesa. Yo estoy dispuesto a pasar la página», subrayó Chávez.
En Caracas se encuentran 15 familiares de los tres secuestrados esperando por su liberación. Entre ellos, Patricia Perdomo, hija del es parlamentaria Consuelo González, dijo esperanzada que el rescate significa «abrir las puertas para que sean liberados los otros rehenes que se encuentran en cautiverio».
La participación internacional como observadora aumentó a seis países. Además de Francia, Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, el embajador de Suiza en Caracas se sumó a la comitiva para ver de cerca la entrega de los secuestrados.
En la lista se incluyen Luis Carlos Restrepo, comisionado de la paz de Colombia y el delegado de la Cruz Roja Internacional Pierre Torbes.
El ex presidente argentino Néstor Kirchner encabeza al comité internacional como garante del acuerdo «humanitario».
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