14 junio 2011

OBAMA RESPETARÁ LA DECISIÓN QUE PUERTO RICO TOME EN UN REFERÉNDUM....

El presidente de Estados Unidos asumirá el resultado de una consulta, aunque acabe en la independencia de la isla.
 El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió en San Juan que su gobierno respetará la decisión que tomen los puertorriqueños respecto a su estatus político. «Cuando el pueblo de Puerto Rico tome una decisión clara, mi administración estará a su lado», dijo Obama en unas cortas declaraciones nada más convertirse en el primer mandatario estadounidense que realiza una visita oficial a la isla en 50 años.

En este sentido, en un discurso cargado de mensajes electorales, recordó que el Grupo de Trabajo del Presidente sobre el Estatus de Puerto Rico presentó en marzo pasado un informe con varias propuestas «para que los residentes de esta isla puedan determinar su propio futuro», bien sea la independencia o diversas formas de adhesión a Estados Unidos.

En el informe, el Grupo de Trabajo favorece la celebración de dos plebiscitos sobre el tema, aunque sólo para los puertorriqueños que residen efectivamente en la isla. Alrededor de la mitad de los puertorriqueños aboga por integrarse plenamente en Estados Unidos como un estado más. Pero la otra mitad apuesta por el statu quo, y una minoría reclama la independencia.

De acuerdo con la propuesta del Grupo de Trabajo, en una primera consulta se preguntaría a los puertorriqueños sobre si desean formar parte de Estados Unidos o ser independientes. En caso de que ganara la primera opción, se celebraría un segundo plebiscito para decidir entre las diversas posibilidades de adhesión.

Obama calificó el informe como una «valiosa» herramienta para avanzar en esta cuestión y aseguró que su regreso a Puerto Rico, donde ya estuvo en dos ocasiones durante su campaña electoral, demuestra su «compromiso» con la isla. Aunque su estancia en San Juan no llegará ni a cinco horas, la visita ha sido calificada de «histórica» por ser la primera oficial de un presidente estadounidense desde la que hiciera John F. Kennedy, un mandatario con quien Obama gusta ser comparado, en 1961.

De hecho, Obama hizo varias referencias a su predecesor durante su breve discurso, recordando que temas que ya en su momento Kennedy identificara como problemas a mejorar en Puerto Rico -educación y empleo, entre otros- siguen pendientes en la agenda, algo con lo que se comprometió a trabajar. «Hemos estado tratando de asegurarnos de que cada una de las familias en la isla pueda encontrar trabajo, ganarse la vida y cuidar de sus hijos. Por eso nuestro plan económico y la reforma sanitaria incluyeron ayudas a Puerto Rico», aseguró Obama.

Entre las mejoras que dijo se están produciendo en la isla durante su gestión, Obama citó el aumento al acceso a banda ancha e inversiones en educación, así como la promoción del sector turístico y de la industria con energía limpia. «Le estamos dando a los puertorriqueños las herramientas que necesitan para construir su propio futuro económico», aseveró.

Su discurso, el único público de su corta estancia en San Juan, donde además se reunió con el gobernador de la isla, Luis Fortuño, tuvo un marcado carácter electoralista con miras a sus aspiraciones a ser reelegido en 2012. De hecho, entre sus pocos eventos en Puerto Rico se incluye un acto de recaudación de fondos para su campaña.

El trasfondo electoral no es baladí en vista del potencial del voto puertorriqueño, más allá del hispano en general. Si bien los 3,7 millones de residentes en la isla no pueden votar en las presidenciales, los 4,6 millones que residen en Estados Unidos sí pueden hacerlo. Y muchos de ellos viven en estados clave como Florida, donde el mayoritario voto hispano -de origen cubano- suele decantarse por la oposición republicana.

Frente a ellos, el puertorriqueño está considerado un «voto flotante» y, con la mira puesta en unas elecciones del 2012 que no pintan tan claras para Obama, sobre todo por la evolución de la economía, a Obama le interesa congraciarse con este sufragio que podría marcar la diferencia, según observadores.

Durante el viaje a Puerto Rico desde Miami, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, no desestimó el potencial electoral que tiene para Obama esta visita. «Hay muchos elementos en este viaje», dijo Carney. Los puertorriqueños que residen en Estados Unidos «se preocupan mucho por la isla (...) y creo que (Obama) quiere enviar el mensaje a todos los puertorriqueños de que tiene a Puerto Rico y a su desarrollo económico en la mira, además de querer ayudar a los puertorriqueños a decidir por sí mismos sobre su estatus», agregó.

Casi 1.000 personas acudieron a recibir a Obama este martes al aeropuerto, entre ellos ex gobernadores de Puerto Rico, funcionarios gubernamentales locales y federales, legisladores y líderes sindicales, así como estrellas como el cantante de origen puertorriqueño Marc Anthony.

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