La carrera hacia la Casa Blanca
Una frase de Hillary sobre Martin Luther King indigna a la comunidad negra
ANTONIO CAÑO - Washington - 15/01/2008
Ante lo apretado de las encuestas y la trascendencia de las inmediatas citas electorales, el duelo entre Hillary Clinton y Barack Obama se ha hecho áspero y sin concesiones. Ambos bandos juegan sin pudor la carta racial y de género en un enfrentamiento que tiene en vilo como nunca a la opinión pública estadounidense y que puede acabar dañando al Partido Demócrata.
Dos nuevos sondeos confirmaban ayer lo incierto del resultado final en la lucha por la candidatura a la presidencia. La ventaja que Clinton disfrutaba en casi todos los frentes se ha reducido notablemente después de los caucuses de Iowa y las primarias de New Hampshire.
Clinton sigue por delante, con un 47% sobre el 35%, en una encuesta de The New York Times y la cadena CBS sobre qué candidato tiene más posibilidades de ganar las elecciones presidenciales del 4 de noviembre. Pero hace sólo un mes la diferencia era de 63% sobre 14%.
En la encuesta de The Washington Post y la cadena ABC, Clinton está ligeramente por delante de Obama (42% sobre 37%) en la pregunta sobre a quién votarían los electores si hoy se celebraran las primarias en su Estado. Las expectativas de voto de Clinton se han reducido 11 puntos respecto al mes pasado, mientras que las de Obama han aumentado 14 puntos.
El ascenso de Obama en el conjunto del país se aprecia de forma aún más evidente en los dos Estados en los que ambos candidatos se verán próximamente la cara: Nevada (el sábado, 19) y Carolina del Sur (una semana después). La encuesta hecha en el primero de esos territorios la pasada semana por la empresa Research 2000 sitúa a Obama dos puntos por delante.
El joven senador afroamericano es favorito con más claridad en Carolina del Sur, un Estado con la mitad de votantes negros en el que, después de su buena actuación en dos Estados casi completamente blancos, Obama confía en que el factor racial juegue por primera vez a su favor. La media de diferentes encuestas hechas en Carolina del Sur anticipa una victoria de Obama por cerca de 10 puntos.
Ambas campañas son conscientes de que las elecciones en Carolina del Sur -el primer Estado del Sur que vota- no sólo son importantes por el número de delegados en disputa y por el efecto dominó de cualquier resultado, sino por lo que sirven para anticipar el comportamiento electoral de los votantes negros, que no sólo cuentan en el Sur sino también en otras regiones, como California o Nueva York.
Por esa razón, cada campaña se ha lanzado estos días a explotar sin piedad las debilidades del contrario en cualquier terreno, especialmente en lo que puede afectar al voto negro. Hillary Clinton dijo la semana pasada que "para hacer posible que el sueño de Martin Luther King se cumpliera tuvo que llegar el presidente Johnson". Algunos líderes negros consideraron imprudentes esas palabras porque parecían sugerir que se infravaloraba el papel cumplido por esa histórica figura en la lucha por los derechos civiles.
Obama comentó al respecto que su rival, sin duda, había sido mal asesorada respecto al trabajo de Martin Luther King. Este domingo, en una comparecencia junto a nada menos que Robert Johnson, el fundador de Black Entertainment Television (el mayor grupo de comunicación dedicado a asuntos afroamericanos), Hillary Clinton acusó a Obama de haber distorsionado su comentario. Robert Johnson, por su parte, contribuyó a la polémica con un comentario en el que sugería que la confesión de Obama de haber fumado hierba en su juventud representaba una dificultad para votarle.
Entre frases y frases, disculpas y disculpas, colea todavía una declaración del ex presidente Bill Clinton en New Hampshire en la que se quejaba de que la prensa hubiera quedado tan fascinada por el "cuento de hadas" que representaba Obama. Después aclaró que se refería a la posición del senador sobre Irak y a su insistencia en que él nunca había estado a favor de la guerra.
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