Jóvenes españoles enfrentan futuro oscuro por desempleo
Peligro. Los 1,6 millones de desempleados que hay entre adolescentes y jóvenes en esta nación de 47 millones de personas corren el peligro de no tener nunca un buen comienzo para sus carreras
MADRID
AP.
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Daniel Lorente trabajó en la construcción,
cocinó hamburguesas en un McDonald’s, fue consejero en un campamento,
representante de una empresa de telemárketing y portero.
Pero fueron todos trabajos a tiempo parcial y nunca duraron más de siete
meses. Siempre era despedido a medida que se profundizaba una crisis económica
de proporciones históricas.
Hoy, a los 21 años, su futuro es sombrío. “¿Cómo voy a salir adelante si no
tengo un trabajo estable? ¿Cómo hago para pagar una hipoteca, por ejemplo?”,
preguntó Lorente. “Una boda o cualquier cosa que involucre un gasto grande. No
puedes hacer nada”.
Lorente es parte de una generación de veinteañeros españoles que no tienen
trabajo ni esperanzas de conseguirlo. Aproximadamente la mitad de los españoles
de entre 16 y 24 años no tienen empleo, lo que constituye la tasa más alta de
las 17 naciones que usan el euro.
Es un cuadro devastador de una juventud sin esperanzas, que puede afectar el
tejido social español por años, acabando con los sueños de los jóvenes, creando
dificultades a las estructuras familiares y comprometiendo incluso el bienestar
de una población que envejece a paso acelerado.
“Todo el estado benefactor peligra”, afirmó Gayle Allard, especialista en el
mercado laboral de la IE Business School de Madrid. “Los jóvenes que se
incorporan al mercado ahora son una generación perdida.
Están desaprovechando la ventaja de su juventud y su energía, y eso no
vuelve”. Las asombrosas cifras de desempleo --48.6% entre los españoles de 16
a 24 años y 39% entre los de 20 y 29-- tendrán consecuencias nefastas en un país
que se acostumbró a la prosperidad a partir del boom inmobiliario, que se vino
abajo en el 2008.
Los 1,6 millones de desempleados que hay entre adolescentes y jóvenes en esta
nación de 47 millones de personas corren el peligro de no tener nunca un buen
comienzo para sus carreras. Probablemente no puedan tener casas propias ni
ahorros hasta entrados los 40. Y para entonces deberán pagar impuestos más altos
para costear los beneficios sociales que ofrece la nación.
Además, deberán esperar para tener hijos o tener menos que sus padres,
reduciendo las tasas de nacimientos, que ya estaban decreciendo, en momentos en
que empieza a jubilarse la numerosa generación de postguerra.
Esto quiere decir que habrá menos gente para absorber los costos de la
creciente población de jubilados. “Es un desperdicio histórico”, comentó
Allard. “No transformaron la economía en una economía de alta productividad pese
a que tienen todos esos jóvenes trabajadores disponibles. No me sorprendería si
se rebelan contra la carga impositiva”.
El malestar y la frustración están echando raíces entre los jóvenes. Miles
instalaron campamentos de protesta en las plazas el año pasado en Madrid y
Barcelona.
El descontento volvió a estallar la semana pasada, cuando estudiantes de
Valencia que protestaban contra medidas de austeridad enfrentaron a la policía
antimotines, generando una ola de manifestaciones nacionales contra la supuesta
brutalidad policial.
Algunos españoles temen incluso que la joven democracia española, instalada
en 1978 tras décadas de dictadura, se vea amenazada si toda una generación se
convence de que jamás tendrá el estilo de vida de sus padres.
“El principal riesgo que enfrenta el país es que podríamos perder una
generación que se va y que los que se quedan tengan menor educación, condenando
a España a una crisis que durará muchos años”, manifestó Ricardo Ibarra, de 27
años y presidente del Consejo Juvenil Español, que representa a numerosos
jóvenes.
“En diez años podríamos tener populismo en lugar de democracia. No podemos
tirar por la borda nuestra democracia”, agregó. En la nueva coyuntura, los
empleadores no quieren verse condenados a pagar los generosos beneficios que
dispone la ley. Además, es muy difícil despedir a un empleado. Por ello, se
resisten a contratar personal nuevo a tiempo completo y solo ofrecen posiciones
temporales, por algunos meses. Hasta no hace mucho, las empresas renovaban esas
relaciones temporales, pero ahora no lo hace más.
Segundo González, de 23 años y quien estudia economía en la universidad, dice
que las únicas ofertas de trabajo que ha recibido fueron para puestos menores,
nunca más de ocho horas semanales y con un salario de 300 euros (400 dólares) al
mes. “Si los que tenemos que incorporarnos al mercado laboral nos vamos del
país o no podemos conseguir trabajo, o solo podemos conseguir trabajos con
sueldos bajos, que pagan pocos impuestos, va a ser muy complicado para nosotros
mantener las jubilaciones de nuestros padres”, expresó González.
En un caso que refleja la tendencia nacional, Lorente vive con sus padres y
una hermana de 28 años, que tampoco tiene trabajo. Como tantos otros españoles,
sospecha que el país se encamina a una segunda recesión y que tal vez no pueda
irse de la casa de sus padres hasta los 40 años. Sin embargo, con un desempleo
del 22,8% --el más alto de la eurozona--, la red de apoyo familiar también
podría peligrar y mucha gente tal vez no pueda seguir dependiendo de sus
parientes. Dado que lo único que hay en estos momentos es trabajos mal pagados
--la norma es 1,000 euros (1325 dólares) al mes, si no menos--, es posible que
una gran cantidad de gente con títulos universitarios se vaya del país y acceda
a trabajar en oficios por debajo de su nivel educativo, como empleados de
hoteles en Alemania o Gran Bretaña. Una hermana de Ibarra, el dirigente del
Consejo Juvenil Español, se fue a Suiza y gana 60.000 euros (más de 80.000
dólares) como empleada de un banco, comparado con los 18.000 que percibía en
España.
Zoom
Baja el número de desempleados
El número de desempleados en España se redujo un 0,14% en abril, dando un
ligero respiro al país tras el récord histórico alcanzado en marzo en un
contexto de recesión, anunció el viernes el ministerio español de Trabajo, que
se mostró no obstante pesimista para 2012.
Este ligero retroceso pone fin a ocho meses consecutivos de alza del
desempleo en España, donde el 24,44% de la población activa está sin trabajo,
según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que utiliza un método de
cálculo diferente al del ministerio. Según la oficina europea de estadística
Eurostat, España tenía una tasa de desempleo de 24,1% en marzo. En abril,
había 6.632 desempleados menos que en marzo, pero el país sigue teniendo
4.744.235 parados. En lo que respecta a los jóvenes de menos de 25 años, los
más afectados por el desempleo con una tasa de 52 por ciento según el INE, el
retroceso fue de 1,6% en abril respecto a marzo.
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