Debido a la falta de fondos, la administración del presidente Obama prescindirá de unos 800 mil funcionarios y podría costar más de US$1.000 millones a las arcas públicas
Barack Obama vive una de sus horas más difíciles con el cierre parcial del gobierno. (AP)
Washington (AP). La Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca notificó a las agencias federales que el gobierno cerrará el martes después de que el Congreso perdiera el plazo que tenía hasta la medianoche para evitar una parálisis parcial de la administración, la primera vez en 17 años.
Sylvia Mathews Burwell, directora de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, dijo el lunes por la noche en una nota a los jefes de agencias que no había ninguna indicación de que el Congreso aprobaría una medida de financiamiento a corto plazo antes de la medianoche. Agregó que las agencias federales deben ejecutar sus planes en caso de cierres obligados.
Burwell dijo que la administración Barack Obama instó al Congreso a actuar con rapidez para que los servicios públicos esenciales pudieran ser restaurados. Agregó que el cierre afectará a cientos de miles de trabajadores que serán enviados a casa y molestias a millones de personas que dependen de los servicios federales.
Indicó que algunas funciones críticas, como el ejército y el tráfico de control aéreo permanecerán funcionando.
LO QUE TRAE EL CIERRE PARCIAL DEL GOBIERNO
Los campistas tendrán que salir de los parques nacionales; algunos ex soldados se verán obligados a esperar más para que les aprueben sus prestaciones por discapacidad; muchas inspecciones alimentarias de rutina serán canceladas y las cámaras de vigilancia del panda serán apagadas en el Zoológico Nacional.
Las anteriores son algunas de las consecuencias inmediatas si el martes dejan de funcionar partes del gobierno debido al estancamiento en el Congreso de las negociaciones presupuestarias.
En estos momentos de discusiones y parálisis política, un plan para administrar la disfunción federal es una tarea que al parecer transcurre sin contratiempos. En todo el gobierno hay planes listos para mantener en funcionamiento los servicios esenciales y minimizar la sensación de las consecuencias entre la ciudadanía. Sin embargo, cuanto más dure el cierre del gobierno, este se hará cada vez más evidente en la vida cotidiana de las personas.
A continuación un vistazo de lo que sí y lo que probablemente no sucederá, salvo un avance en las negociaciones políticas en las últimas horas:
CASI INMINENTE: Al principio, la parálisis de Washington afectará tanto lugares remotos como a la capital, por ejemplo, los parques nacionales. Todos los servicios en los parques serán cancelados. Los campistas tienen 48 horas para marcharse. Muchos parques, como el de Yellowstone, estarán cerrados al tránsito y algunos se volverán completamente inaccesibles. Los museos Smithsonian en Washington cerrarán igual que el zoológico donde las cámaras registran cada movimiento del cachorro panda que nació el 23 de agosto.
Se prohibirá el acceso a la Estatua de la Libertad en Nueva York, el recorrido Loop Road en el parque nacional de Acadia en Maine, el recorrido Skyline Drive en Virginia y el Parque Histórico Independencia Nacional de Filadelfia, donde se encuentran el Independence Hall y la Campana de la Libertad.
En el Parque Nacional del Gran Cañón las personas serán regresadas en los accesos y se impedirá el paso hacia los miradores ubicados a lo largo de un camino estatal del parque que continuará abierto.
NO INMINENTE: En algunos parques, donde el acceso no es controlado con puertas o estaciones de ingreso, las personas podrán continuar sus recorridos en vehículo, bicicleta o a pie. Posiblemente las personas no dejarán de recorrer el Appalachian Trail (Sendero de los Apalaches), por ejemplo, y los parques con carreteras que los atraviesan, como el Great Smokies (las Grandes Montañas Humeantes) posiblemente continuarán disponibles.
Las autoridades no explorarán todo el parque el Gran Cañón, de 485.633 hectáreas (1,2 millones de acres), en busca de personas; quienes ya estén efectuando recorridos a pie o de campamento en los parques o descensos en el río Colorado podrán completar sus travesías. El cuidado y alimentación de los animales del Zoológico Nacional continuará como es habitual.
CASI INMINENTE: La Comisión de Apelaciones de Veteranos dejará de emitir fallos, lo cual implica que las decisiones sobre algunos reclamos por discapacidad que hayan presentado ex soldados tendrán que esperar más de lo usual. Reducirán su ritmo las inhumaciones en los cementerios nacionales. Si el cierre del gobierno dura semanas, podrían ser interrumpidos los pagos por incapacidad y por pensiones.
NO INMINENTE: Continuarán funcionando la mayoría de los servicios del Departamento de Asuntos para Veteranos; 95% del personal está excluido de la paralización o tiene presupuesto para continuar pagándoles en tiempo y forma.
Los programas de salud del departamento reciben sus recursos con un año de anticipación, así que los ex soldados pueden continuar viendo a sus médicos, hacer efectivas sus recetas y visitar los hospitales del Departamento de Asuntos de Veteranos que funcionan totalmente, así como clínicas ambulatorias.
Los trabajadores que reclaman indemnización pueden tramitar los pagos de prestaciones en lo que llega finales de octubre, cuando comienza a terminarse los recursos.
CASI INMINENTE: No serán aceptados nuevos pacientes en investigaciones clínicas en los Institutos Nacionales de Salud, incluidas 255 pruebas para pacientes con cáncer; continuará la atención a los actuales pacientes. La investigación médica federal será reducida y quedará socavada la capacidad del gobierno para detectar e investigar brotes de enfermedades. Las solicitudes de subvenciones serán aceptadas pero no resueltas.
NO INMINENTE: Continuará la ley de atención de salud del presidente Barack Obama. El martes se estrenan los mercados de los seguros de salud en todo el país, que comenzarán a aceptar clientes para coberturas que comienzan en enero. Los elementos centrales de la ley son un derecho social, como la Seguridad Social, así que sus recursos no dependen de las asignaciones del Congreso. Ese es el por qué los republicanos han intentado explícitamente cancelar el dinero a la ley.
Un estancamiento en la aprobación del presupuesto federal tiene pocas consecuencias en el Obamacare, la ley de salud del mandatario.
En cuanto al funcionamiento de los Institutos Nacionales de Salud (NIH en inglés), el personal reducido en el Centro Clínico de los NIH atenderá a los pacientes actuales en tanto que los animales destinados a la investigación continuarán recibiendo el cuidado de siempre.
CASI INMINENTE: La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA en inglés) suspenderá la mayoría de sus inspecciones alimentarias de rutina.
NO INMINENTE: El Departamento de Agricultura mantendrá sus inspecciones a la carne. La FDA continuará haciéndose cargo de retirar del mercado productos de alto riesgo.
CASI INMINENTE: Las quejas de los pasajeros de las aerolíneas encontrarán oídos sordos en el gobierno, que no podrá tampoco realizar nuevas pruebas de seguridad en los automóviles ni manejar información para retirar del mercado vehículos defectuosos. Las investigaciones internas del Departamento del Transporte sobre derroches y fraudes quedarán congeladas, y habrá un avance más lento en el reemplazo del sistema de tráfico aeronáutico del país, basado en radar, por un sistema GPS. La mayoría de los investigadores de accidentes que revisan accidentes de aviones, trenes o ductos dejarán de trabajar sin goce de sueldo, pero podría convocárseles en caso necesario.
NO INMINENTE: Los controladores de tráfico aéreo, inspectores de seguridad de las aerolíneas y muchos técnicos que mantienen en funcionamiento el transporte aeronáutico seguirán en sus puestos. Los viajeros no verán muchos cambios. La empresa ferroviaria Amtrak afirma que puede mantener sus operaciones normales por un tiempo, basada en los ingresos que percibe por la venta de boletos, pero tendrá problemas sin subsidios federales a largo plazo. Los empleados de la Agencia Federal de Aviación en los aeropuertos, la mayoría de los trabajadores de la Agencia Federal de Autopistas, así como los inspectores federales de seguridad en autobuses y camiones seguirán en sus puestos, porque se les paga a partir de las cuotas de los usuarios. Los inspectores de trenes y ductos continuarán trabajando también.
Sylvia Mathews Burwell, directora de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, dijo el lunes por la noche en una nota a los jefes de agencias que no había ninguna indicación de que el Congreso aprobaría una medida de financiamiento a corto plazo antes de la medianoche. Agregó que las agencias federales deben ejecutar sus planes en caso de cierres obligados.
Burwell dijo que la administración Barack Obama instó al Congreso a actuar con rapidez para que los servicios públicos esenciales pudieran ser restaurados. Agregó que el cierre afectará a cientos de miles de trabajadores que serán enviados a casa y molestias a millones de personas que dependen de los servicios federales.
Indicó que algunas funciones críticas, como el ejército y el tráfico de control aéreo permanecerán funcionando.
LO QUE TRAE EL CIERRE PARCIAL DEL GOBIERNO
Los campistas tendrán que salir de los parques nacionales; algunos ex soldados se verán obligados a esperar más para que les aprueben sus prestaciones por discapacidad; muchas inspecciones alimentarias de rutina serán canceladas y las cámaras de vigilancia del panda serán apagadas en el Zoológico Nacional.
Las anteriores son algunas de las consecuencias inmediatas si el martes dejan de funcionar partes del gobierno debido al estancamiento en el Congreso de las negociaciones presupuestarias.
En estos momentos de discusiones y parálisis política, un plan para administrar la disfunción federal es una tarea que al parecer transcurre sin contratiempos. En todo el gobierno hay planes listos para mantener en funcionamiento los servicios esenciales y minimizar la sensación de las consecuencias entre la ciudadanía. Sin embargo, cuanto más dure el cierre del gobierno, este se hará cada vez más evidente en la vida cotidiana de las personas.
A continuación un vistazo de lo que sí y lo que probablemente no sucederá, salvo un avance en las negociaciones políticas en las últimas horas:
CASI INMINENTE: Al principio, la parálisis de Washington afectará tanto lugares remotos como a la capital, por ejemplo, los parques nacionales. Todos los servicios en los parques serán cancelados. Los campistas tienen 48 horas para marcharse. Muchos parques, como el de Yellowstone, estarán cerrados al tránsito y algunos se volverán completamente inaccesibles. Los museos Smithsonian en Washington cerrarán igual que el zoológico donde las cámaras registran cada movimiento del cachorro panda que nació el 23 de agosto.
Se prohibirá el acceso a la Estatua de la Libertad en Nueva York, el recorrido Loop Road en el parque nacional de Acadia en Maine, el recorrido Skyline Drive en Virginia y el Parque Histórico Independencia Nacional de Filadelfia, donde se encuentran el Independence Hall y la Campana de la Libertad.
En el Parque Nacional del Gran Cañón las personas serán regresadas en los accesos y se impedirá el paso hacia los miradores ubicados a lo largo de un camino estatal del parque que continuará abierto.
NO INMINENTE: En algunos parques, donde el acceso no es controlado con puertas o estaciones de ingreso, las personas podrán continuar sus recorridos en vehículo, bicicleta o a pie. Posiblemente las personas no dejarán de recorrer el Appalachian Trail (Sendero de los Apalaches), por ejemplo, y los parques con carreteras que los atraviesan, como el Great Smokies (las Grandes Montañas Humeantes) posiblemente continuarán disponibles.
Las autoridades no explorarán todo el parque el Gran Cañón, de 485.633 hectáreas (1,2 millones de acres), en busca de personas; quienes ya estén efectuando recorridos a pie o de campamento en los parques o descensos en el río Colorado podrán completar sus travesías. El cuidado y alimentación de los animales del Zoológico Nacional continuará como es habitual.
CASI INMINENTE: La Comisión de Apelaciones de Veteranos dejará de emitir fallos, lo cual implica que las decisiones sobre algunos reclamos por discapacidad que hayan presentado ex soldados tendrán que esperar más de lo usual. Reducirán su ritmo las inhumaciones en los cementerios nacionales. Si el cierre del gobierno dura semanas, podrían ser interrumpidos los pagos por incapacidad y por pensiones.
NO INMINENTE: Continuarán funcionando la mayoría de los servicios del Departamento de Asuntos para Veteranos; 95% del personal está excluido de la paralización o tiene presupuesto para continuar pagándoles en tiempo y forma.
Los programas de salud del departamento reciben sus recursos con un año de anticipación, así que los ex soldados pueden continuar viendo a sus médicos, hacer efectivas sus recetas y visitar los hospitales del Departamento de Asuntos de Veteranos que funcionan totalmente, así como clínicas ambulatorias.
Los trabajadores que reclaman indemnización pueden tramitar los pagos de prestaciones en lo que llega finales de octubre, cuando comienza a terminarse los recursos.
CASI INMINENTE: No serán aceptados nuevos pacientes en investigaciones clínicas en los Institutos Nacionales de Salud, incluidas 255 pruebas para pacientes con cáncer; continuará la atención a los actuales pacientes. La investigación médica federal será reducida y quedará socavada la capacidad del gobierno para detectar e investigar brotes de enfermedades. Las solicitudes de subvenciones serán aceptadas pero no resueltas.
NO INMINENTE: Continuará la ley de atención de salud del presidente Barack Obama. El martes se estrenan los mercados de los seguros de salud en todo el país, que comenzarán a aceptar clientes para coberturas que comienzan en enero. Los elementos centrales de la ley son un derecho social, como la Seguridad Social, así que sus recursos no dependen de las asignaciones del Congreso. Ese es el por qué los republicanos han intentado explícitamente cancelar el dinero a la ley.
Un estancamiento en la aprobación del presupuesto federal tiene pocas consecuencias en el Obamacare, la ley de salud del mandatario.
En cuanto al funcionamiento de los Institutos Nacionales de Salud (NIH en inglés), el personal reducido en el Centro Clínico de los NIH atenderá a los pacientes actuales en tanto que los animales destinados a la investigación continuarán recibiendo el cuidado de siempre.
CASI INMINENTE: La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA en inglés) suspenderá la mayoría de sus inspecciones alimentarias de rutina.
NO INMINENTE: El Departamento de Agricultura mantendrá sus inspecciones a la carne. La FDA continuará haciéndose cargo de retirar del mercado productos de alto riesgo.
CASI INMINENTE: Las quejas de los pasajeros de las aerolíneas encontrarán oídos sordos en el gobierno, que no podrá tampoco realizar nuevas pruebas de seguridad en los automóviles ni manejar información para retirar del mercado vehículos defectuosos. Las investigaciones internas del Departamento del Transporte sobre derroches y fraudes quedarán congeladas, y habrá un avance más lento en el reemplazo del sistema de tráfico aeronáutico del país, basado en radar, por un sistema GPS. La mayoría de los investigadores de accidentes que revisan accidentes de aviones, trenes o ductos dejarán de trabajar sin goce de sueldo, pero podría convocárseles en caso necesario.
NO INMINENTE: Los controladores de tráfico aéreo, inspectores de seguridad de las aerolíneas y muchos técnicos que mantienen en funcionamiento el transporte aeronáutico seguirán en sus puestos. Los viajeros no verán muchos cambios. La empresa ferroviaria Amtrak afirma que puede mantener sus operaciones normales por un tiempo, basada en los ingresos que percibe por la venta de boletos, pero tendrá problemas sin subsidios federales a largo plazo. Los empleados de la Agencia Federal de Aviación en los aeropuertos, la mayoría de los trabajadores de la Agencia Federal de Autopistas, así como los inspectores federales de seguridad en autobuses y camiones seguirán en sus puestos, porque se les paga a partir de las cuotas de los usuarios. Los inspectores de trenes y ductos continuarán trabajando también.
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