12 octubre 2008

LA SUMA DE TODOS LOS MIEDOS....

María Isabel Rueda (EL TIEMPO)
Foto: Fuente Externa.

Pude constatar personalmente la semana pasada que los gringos están asustados, desconcertados y humillados.

La crisis de Wall Street no solo se ha ensañado contra los pobres que no pueden pagar sus hipotecas (3,6 millones han perdido sus viviendas) ni conservar sus empleos. También los ricos han visto esfumar sus billones en el mercado de valores, y varios bancos y compañías han entrado y seguirán entrando en bancarrota.

El ego de los estadounidenses no resiste ver flaquear el liderazgo político y económico de E.U. en el mundo. La crisis ha arrastrado a la economía globalizada y ha generado fenómenos tan extraños como poner ad portas de la quiebra a países tan remotos como Islandia.

Para casi todos los ciudadanos de E.U., el culpable de la situación no es otro que George W Bush. Heredó un superávit presupuestal de 128 billones de dólares y entregará el país con el segundo déficit más grande de la historia. Bajo sus ocho años de gobierno, el desempleo anual se encaramó al 6 por ciento, lo mismo que la inflación, la más alta en 17 años. El sector privado lleva rato sin generar nuevos empleos.
Los precios de la vivienda se han caído en un 30 por ciento. Los bancos están reportando pérdidas récord, mientras sus ejecutivos se retiran premiados con millonarios bonos. La deuda pública se ha incrementado en un 65 por ciento y a eso hay que sumarle el costo de dos guerras: las de Irak y Afganistán.

Y las soluciones planteadas por los dos candidatos, que en menos de 25 días se disputarán la presidencia de E.U., son inconsistentes.

Obama propone aumentar el gasto para incrementar la cobertura de salud y educación de todos los estadounidenses sin saber de dónde sacará el dinero, y McCain promete reducir los impuestos, sin saber de dónde sacará el dinero para salir de la crisis, incentivando el crecimiento económico, algo en lo que resultaron ser un fracaso las rebajas tributarias implementadas por Bush.

Para completar, ninguno de los dos garantiza que como uno de los presidentes peores de la historia, Bush será reemplazado por un líder de quilates.

Las principales virtudes de Obama descansan más en méritos personales, como haber superado las limitaciones de su raza y origen, que en logros políticos sustanciales durante su carrera. Si Obama gana las elecciones, lo hará irónicamente por ser negro y por haber egresado de las mejores universidades, lo que lo tiene convertido en el niño bonito del planeta, y por ser demócrata frente a la crisis económica originada en un gobierno republicano. Pero como gobernante representa un enigma, porque nadie logra definir muy bien dónde anda parado.
A su turno, todo atenta contra McCain. Su edad, sus melanomas, su fama de atizador de la guerra, su confesión de que "la economía es algo que no entiendo como debería" en momentos de la crisis de Wall Street, además de su boleto republicano.

Y para completar, lo que pudo haber salido bien, la selección de una mujer, Sarah Palin, para vicepresidente, dueña de una arrolladora personalidad proveniente de una infinita inmodestia, salió peor de lo que era previsible. Está convertida en el principal divertimento de los gringos, que la imitan magistralmente y le inventan todo tipo de absurdas declaraciones, como la de que desde la ventana de su cocina en Alaska tiene la ventaja de poder vigilar al Kremlin. Hasta la acusan cruelmente de que su bebé con síndrome de Down, que carga para arriba y para abajo en campaña como un saquito desgonzado, son en realidad varios bebés que cambia para evitar que el original llore en público.

Si el señor Obama gana las elecciones en E.U. lo hará por sustracción de materia. ¿No explica todo lo anterior que los gringos estén siendo víctimas de la suma de todos los miedos?
¡SE ME OLVIDA! No me inviten a oír a Richard Clayderman. Para eso están los ascensores.
María Isabel Rueda

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