13 octubre 2008

EL FIN DEL IMPERIO PODRIA ESTAR CERCA....


O P I N I Ó N
A L B E R T O A V I L É S S E N É S

La extrema derecha está determinada a conservar el poder cueste lo que cueste
Con los sondeos de opinión 11 puntos porcentuales a favor de Barack Obama, la campaña de McCain ha incrementado la guerra de lodo contra su contrincante, con el apoyo de oficiales gubernamentales a cargo de los comicios en estados clave, donde se han rasurado del padrón a millones de electores que en su mayoría votarían por el candidato demócrata. La extrema derecha está determinada a conservar el poder cueste lo que cueste, incluso si ello representa episodios violentos antes o después de las elecciones del 4 de noviembre. Durante varios eventos de campaña republicanos se han dejado escuchar ataques francamente racistas en contra de Obama. En un de ellos incluso alguien gritó: "mátenlo".
En descargo de McCain debemos decir que, a costa de chiflidos y buus de sus propios partidarios, aclaró en un acto de campaña que Obama es un hombre decente y que no hay motivo pata temer a un eventual Presidente Obama. Tal acción, sin embargo, no representa una señal de generosidad, sino una acción preventiva, pues los votantes centristas y los indecisos se inclinarían por Obama ante el fanatismo y la xenofobia de la extrema derecha republicana.

Además, dichos exabruptos no tienen ninguna influencia en quienes de cualquier manera votarán por el candidato de la derecha. Las encuestas, el ambiente y lo que se escucha en la calle podrían indicar que Obama tiene ya asegurado el triunfo, pero no sabemos qué ases podrían tener bajo la manga los republicanos, que han demostrado una sagacidad extrema para llevarse elecciones que no les corresponden. Y el problema para ellos es más grande ahora que nunca, pues con una Presidencia y un Congreso demócratas, es muy posible que a partir de enero de 2009 comiencen a abrirse las gavetas de la Administración de George W. Bush, en las que serían encontradas evidencias incuestionables de fraudes y abusos de poder que podrían llevar a la cárcel a un número considerable de funcionarios, incluyendo al propio Bush.

Falta sólo un debate presidencial, este miércoles, y a no ser que McCain propinara a Obama un nocaut, las tendencias parecen irreversibles en favor de este último. Después de ocho años de desatinos, abusos y conductas ilícitas, de una guerra injusta y la quiebra económica de la nación ocasionados por el peor Presidente que ha tenido Estados Unidos, lo menos que merece el pueblo estadounidense es cambiar a una administración demócrata. No obstante, si vota por McCain, tal merecimiento desaparece por sí mismo. Una última reflexión: en el nada improbable caso de un fraude electoral, Obama no doblaría las manos tan fácilmente como lo hizo Al Gore en 2000 cuando le arrebataron el triunfo.

Un escenario de desobediencia, protestas y violencia civil, alimentado por el descontento acarreado por la gravísima crisis económica, son argumentos muy válidos para quienes predicen que el fin del Imperio Estadounidense está muy cercano. *Alberto Avilés Senés es integrante del Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, pero es a título estrictamente personal que hace esta reflexión. Alberto@AquiMero.com

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