05 junio 2007

Bush concilia pero critica






Bush admitió "fuertes desacuerdos" con Moscú y Pekín.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, criticó las reformas políticas en Rusia y China durante su visita a la República Checa, poco después de afirmar que no existe una nueva Guerra Fría entre las potencias.
Bush habló en un discurso acerca de la democracia global y se refirió a las relaciones de su país con Rusia y China como una "amistad compleja".

Afirmó que su gobierno mantiene sólidas relaciones con Moscú y Pekín, pero también admitió que existen "fuertes desacuerdos".

Por un lado mencionó que las reformas políticas en Rusia "que prometían la devolución del poder a sus ciudadanos, se han descarrilado, generando problemas al desarrollo democrático".
Y con respecto a China, Bush dijo que no está de acuerdo como sus líderes "creen que pueden abrir la economía de su país sin abrir su sistema político".

"Estados Unidos continuará construyendo las relaciones con estos países pero lo hará sin abandonar sus principios y valores" señaló.
Guerra Fría
Horas antes el presidente estadounidense afirmó que la Guerra Fría se terminó y que Rusia no es el enemigo.

Bush también criticó a otros países como Venezuela, Cuba, Siria e Irán.

El mandatario, quien se encuentra de gira en Europa, subrayó que Rusia no tiene nada que temer del sistema de defensa antimisiles, parte del cual EE.UU. planea instalar en Europa Oriental.

En conferencia de prensa en Praga, Bush dijo al presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, de pie junto a él, que ese país no necesita escoger entre Rusia y Estados Unidos.
Washington planea desplegar cohetes interceptores en Polonia e instalar en territorio checo la base de radares para un escudo antimisiles.
Rucia no es el enemigo.

Sin embargo, Bush insistió este martes que "Rusia no es el enemigo" e incluso invitó a los científicos rusos a revisar los planes estadounidenses antimisiles y a participar en el proyecto.
Cara a cara
"El enemigo de las sociedades libres son los regímenes radicales o extremistas", enfatizó, reiterando la versión de que el sistema de cohetes interceptores que promueve en Europa Oriental sólo pretende contrarrestar la supuesta amenaza de Irán y Corea del Norte.
Si luchar por la libertad en el mundo me convierte en disidente, entonces llevaré el título con orgullo
George Bush, presidente de EE.UU.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el domingo que ninguno de los dos países tenían armas como las que los estadounidenses pretenden interceptar, especulando con que el verdadero objetivo era en realidad Rusia.
Análisis: La miniguerra fría
Putin dijo, entonces, que Moscú podría nuevamente apuntar misiles hacia Europa.
"Con orgullo"
El presidente estadounidense también exigió a Bielorusia, Burma y Cuba que liberen "inmediatamente y sin condiciones" a los disidentes de sus prisiones.
Además se refirió a Corea del Norte, Sudán, Zimbabwe, Irán y Siria como "las peores dictaduras" y criticó a Venezuela, Uzbekistán y Vietnam por ir "hacia atrás con su antigua libertad".

Rusia "no será responsable" de una carrera armamentista.
Bush dijo que ha sido acusado de ser un "presidente disidente", por llevar a los EE.UU. al "la meta máxima de terminar con la tiranía en el mundo".
Y concluyó diciendo que "si luchar por la libertad en el mundo me convierte en disidente, entonces llevaré el título con orgullo".

El mandatario estadounidense se encuentra en Praga, capital checa, en conversaciones previas a la cumbre del G8, el grupo de los ocho países más desarrollados del planeta, entre los que se encuentra Rusia.
Bush y Putin deben verse cara a cara este miércoles en Alemania, sede de la reunión del G8.